El Proyecto Bisenzio, una iniciativa internacional y transdisciplinaria dirigida por Andrea Babbi, investigador del CNR ISPC (Consejo Nacional de Investigaciones de Italia, Instituto de Ciencias del Patrimonio Cultural), y colaborador desde hace más de una década del Centro Leibniz para la Arqueología en Mainz, ha abierto una nueva ventana hacia el pasado del sitio arqueológico de Bisenzio. Este proyecto ha aportado conocimientos fundamentales sobre la comunidad que habitó en esta región durante la Edad del Hierro.

Este lugar, que actualmente se sitúa en el monte Bisenzo, cerca del Lago de Bolsena en Italia, ha demostrado ser un importante centro aristocrático que prosperó en los períodos orientalizante y arcaico (siglos VII-VI a.C.), contradiciendo las teorías anteriores que lo consideraban un asentamiento de menor relevancia en esa época.

La más reciente campaña de investigación, llevada a cabo en 2024, ha dado lugar a un hallazgo arqueológico notable. Durante estas excavaciones, los arqueólogos lograron descubrir una necrópolis que había escapado de los saqueadores clandestinos, lo cual es un acontecimiento inusual, considerando el daño que estos actos han provocado en otros sitios.

Arqueólogos desentierran el ajuar funerario que había junto al sarcófago
Arqueólogos desentierran el ajuar funerario que había junto al sarcófago. Crédito: Andrea Babbi / Cnr Ispc / LEIZA

El equipo de investigación descubrió varias tumbas que datan del siglo VII a.C. hasta finales del siglo VI a.C. Dentro de este conjunto funerario, hubo un interés particular en un grupo de sepulturas situadas en una zona protegida por un recinto de piedra que aún se conserva parcialmente. Se cree que estas tumbas pertenecían a una familia noble, basándose en el hallazgo de un sarcófago de piedra de gran tamaño y el rico ajuar funerario que lo acompañaba, lo cual es un claro indicio del respeto y la devoción que los miembros de esta familia tenían hacia sus antepasados.

Entre los objetos encontrados fuera del sarcófago, se destaca una situla de bronce (un recipiente ceremonial), la cual fue cuidadosamente recuperada y consolidada por un equipo de restauradores. Este hallazgo es de gran relevancia debido a su estado de conservación y a su significado ritual, ya que estos recipientes eran utilizados en ceremonias de alto rango, lo que refuerza la hipótesis de que los individuos enterrados aquí pertenecían a una clase social elevada.

Lo que hace particularmente valioso este descubrimiento es el estado de conservación del sarcófago, un hallazgo excepcional en el campo de la arqueología. El sarcófago, hecho de toba, fue encontrado completamente sellado y dentro de él, los arqueólogos descubrieron un esqueleto humano completamente preservado. Esto representa un caso muy raro, ya que las condiciones ambientales suelen degradar los restos humanos con el paso de los siglos.

La sítula de bronce encontrada en el sarcófago
La sítula de bronce encontrada en el sarcófago. Crédito: Andrea Babbi / Cnr Ispc / LEIZA

Gracias a esta preservación única, los expertos ahora podrán realizar una serie de análisis osteoarqueológicos, isotópicos y de arqueogenómica sobre el esqueleto. Estas pruebas permitirán reconstruir la historia individual de la persona enterrada en este sarcófago, quien probablemente fue una figura importante en la planificación y construcción de las monumentales infraestructuras descubiertas recientemente en el área, que evidencian el auge de la comunidad de Bisenzio en ese momento.

El descubrimiento de estas tumbas, con una disposición que parece señalar vínculos familiares estrechos entre los individuos enterrados, aporta nuevas pruebas sobre la organización social de Bisenzio. Las tumbas, parcialmente superpuestas, sugieren que el linaje y la identidad familiar tenían un papel clave en la forma en que se organizaban y recordaban los difuntos.

El Proyecto Bisenzio no solo es relevante por los objetos y estructuras descubiertas, sino también por el enfoque transdisciplinario que se ha utilizado para interpretarlos. El proyecto involucra a arqueólogos, restauradores, antropólogos físicos, expertos en genética antigua, y otros especialistas que, trabajando juntos, están creando un retrato más detallado de la vida y la muerte en Bisenzio.

Estas investigaciones están proporcionando nuevos datos sobre el comercio, las relaciones políticas y las conexiones culturales entre Bisenzio y otras regiones del Mediterráneo durante los siglos VII y VI a.C. Los hallazgos del Proyecto Bisenzio indican que este asentamiento no estaba aislado, sino que participaba activamente en redes de intercambio a larga distancia, lo que contribuye a un mejor entendimiento del desarrollo de las sociedades pre-romanas en Italia.



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