En la antigua ciudad de Halaesa Arconidea (hoy conocida como Tusa), en la costa norte de Sicilia, los arqueólogos han encontrado una serie de estructuras y restos monumentales al término de la quinta campaña de excavaciones arqueológicas realizadas por la Universidad de Palermo, en colaboración con el Parque Arqueológico de Tindari y el Ayuntamiento de Tusa.
Uno de los descubrimientos más destacados de esta campaña es el de un gran complejo termal que, por su tamaño y su detallado aparato decorativo, es considerado único en Sicilia. El área excavada cubre unos impresionantes 800 metros cuadrados, lo que coloca a este conjunto entre los más grandes de la isla.
Los restos incluyen dos habitaciones con suelos decorados con mosaicos, así como un patio rodeado de alas porticadas. Estas características indican que este sitio no solo tenía un propósito funcional, sino que también era un espacio de lujo, destinado a ser admirado tanto por sus habitantes como por visitantes.

El valor de este hallazgo radica no solo en sus dimensiones, sino en la rica ornamentación que ha sobrevivido al paso del tiempo. Los mosaicos encontrados sugieren un alto nivel artístico y decorativo, lo que habla de la importancia económica y cultural de Halaesa en la antigüedad.
Además del complejo termal, las excavaciones también han revelado la existencia de un monumental conjunto de estructuras hasta ahora desconocidas. Entre los elementos más notables se encuentran una red de calles bien planificadas y un nuevo tramo de fortificaciones, que podrían arrojar luz sobre el sistema defensivo y la organización urbana de la ciudad. Este tipo de hallazgos son clave para los arqueólogos, ya que permiten trazar un mapa más claro de cómo Halaesa se desarrolló a lo largo de los siglos, desde su fundación en el siglo IV a.C. hasta la época imperial romana.
El director interino del Parque Arqueológico de Tindari, Domenico Targia, ha subrayado la importancia de estos descubrimientos, anunciando que el sitio será objeto de una serie de intervenciones de restauración y conservación. Estas medidas, según Targia, son necesarias para garantizar la protección del lugar, así como para hacer posible su valorización y futura apertura al público.

Fundada en el siglo IV a.C. por Arcónides, un líder sículo que se estableció en el área tras una serie de conflictos con Dionisio I de Siracusa, Halaesa rápidamente se convirtió en un centro de importancia regional. Según el historiador Diodoro, la fundación de la ciudad fue motivada tanto por razones políticas como económicas, ya que su posición estratégica facilitaba el control de las rutas comerciales marítimas de la zona. La prosperidad de Halaesa atrajo a mercenarios y colonos de diversas procedencias, consolidando su carácter cosmopolita.
Halaesa Arconidea fue una de las primeras ciudades sicilianas en aliarse con Roma durante la Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.), obteniendo importantes beneficios políticos y económicos. Tras la conquista de Siracusa, Halaesa fue incluida en el selecto grupo de las civitates liberae et immunes, es decir, ciudades libres y exentas de pagar impuestos agrícolas. Este estatus privilegiado le permitió gozar de una gran autonomía política y jurídica, lo que, a su vez, facilitó su crecimiento económico y comercial durante la República Romana.
Con el tiempo, Halaesa se convirtió en un importante centro de comercio marítimo, aprovechando su estratégica ubicación geográfica cerca de la costa norte de Sicilia, entre las actuales ciudades de Cefalú y Caronia. Este dinamismo económico continuó incluso después de que la ciudad alcanzara el estatus de municipium en tiempos del emperador Augusto, y siguió siendo próspera durante la época imperial.
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