Una reciente investigación publicada en el Journal of Quaternary Science ha revelado las causas del abandono de los antiguos puertos de Elaiussa Sebaste, una ciudad costera que fue en su día uno de los más prósperos centros comerciales en el Mediterráneo oriental. El estudio, realizado por un equipo interdisciplinar liderado por Romana Melis, ha empleado métodos avanzados de geoarqueología y análisis paleoambiental para reconstruir la historia de estos puertos, revelando cómo los factores naturales y la intensa actividad humana interactuaron en su auge y posterior declive.
Ubicada en la costa suroriental de Turquía, cerca de la actual ciudad de Ayaş, Elaiussa Sebaste fue fundada en el período helenístico (siglo II a.C.) y alcanzó su apogeo en los siglos II y III d.C. Esta ciudad se encontraba estratégicamente situada en una península con dos bahías naturales, lo que la convirtió en un punto clave para el comercio y la distribución de recursos como madera, aceitunas y vino en el Mediterráneo. Durante el período romano, Elaiussa Sebaste floreció, gracias en gran parte a la infraestructura portuaria que facilitaba el comercio marítimo. Sin embargo, en el siglo VII d.C., la ciudad fue abandonada, y sus puertos quedaron sepultados bajo capas de sedimento.
El equipo de investigación se propuso entender cómo evolucionaron estos puertos desde su apogeo hasta su eventual desuso, para lo cual se realizaron estudios geofísicos y excavaciones en el sitio de los antiguos puertos. Con seis muestras de sedimentos obtenidas a través de perforaciones y estudios de tomografía eléctrica, los investigadores mapearon el subsuelo de ambos puertos, detallando los depósitos de sedimentos y los restos geológicos que conforman el área. Además, se analizaron restos de organismos marinos, restos vegetales y fragmentos de cerámica encontrados en el sedimento, los cuales ayudaron a recrear el ambiente y las actividades humanas en el sitio.
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio fue la constatación de que los puertos estuvieron sujetos a condiciones de variabilidad ambiental, particularmente en lo que respecta a la sedimentación marina y la influencia de aguas salobres y dulces en las bahías. A través de un análisis de microfósiles, los investigadores identificaron especies de foraminíferos y ostrácodos que habitaron la región, indicando que los puertos experimentaron períodos de mayor y menor salinidad, asociados probablemente a cambios en las corrientes y en el aporte de agua de ríos cercanos. La acumulación de sedimentos fue otro factor clave, con depósitos que oscilaban entre arenas y limos, evidenciando períodos de intensa actividad hidráulica en los puertos.
La datación de estos sedimentos mediante carbono-14 indica que los depósitos más antiguos datan del siglo VIII a.C., mientras que los más recientes corresponden al siglo VI d.C., lo cual coincide con los períodos de ocupación y desarrollo de la ciudad. Estos hallazgos sugieren que la ciudad fue ampliada y adaptada continuamente para mantener su relevancia comercial y permitir el paso de embarcaciones en sus puertos.
Otro aspecto importante es el análisis de los restos humanos y materiales encontrados, que incluye fragmentos de cerámica y carbón. Los arqueólogos concluyeron que la presencia de estos materiales podría estar vinculada con el uso intensivo de los puertos durante el apogeo de Elaiussa, cuando grandes cantidades de mercancías, desde vino hasta materiales de construcción, circulaban por la ciudad.
La alta concentración de plomo detectada en los sedimentos de uno de los puertos confirma que la actividad humana dejó una huella profunda en el entorno, sugiriendo que el puerto pudo haber sido utilizado para actividades industriales o mineras que contribuirían a su eventual desgaste.
La investigación también sugiere que la sedimentación acumulada en los puertos podría haber sido parcialmente contrarrestada mediante dragados realizados por los romanos, quienes habrían intentado mantener la operatividad de los puertos durante los períodos de mayor actividad comercial. Esta práctica, documentada en otros puertos del Mediterráneo, habría ayudado a que Elaiussa Sebaste se mantuviera relevante incluso en momentos de condiciones ambientales adversas.
Sin embargo, el declive de los puertos no puede atribuirse exclusivamente a la sedimentación y a la actividad humana. Los datos geológicos revelan que la región ha experimentado actividad tectónica y terremotos, que pudieron haber alterado el nivel del mar y modificado el paisaje costero de forma dramática. Sumado a las invasiones y los conflictos que afectaron a la región en el siglo VII d.C., estos cambios en el entorno habrían forzado el abandono de la ciudad y el cese de la actividad portuaria.
FUENTES
Melis, R., Borgia, E., Agostini, S., Celant, A., Di Rita, F., Forte, E., Salvi, G. and Colizza, E. (2024), Palaeoenvironmental evolution and decline of the harbours of the Roman and Early Byzantine city of Elaiussa Sebaste (southeastern Turkey): natural and anthropic causes. J. Quaternary Sci. doi.org/10.1002/jqs.3661
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.