La necrópolis etrusca de Sasso Pinzuto, situada en las proximidades de Tuscania, en la región italiana del Lazio, ha sido objeto de un nuevo estudio geofísico por parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II, que ha utilizado tecnología de radar de penetración terrestre (GPR) para desvelar estructuras subterráneas ocultas.

Los cementerios etruscos, y particularmente sus tumbas, son una de las principales fuentes de información sobre esta antigua civilización que habitó la región central de Italia en el primer milenio antes de Cristo. Las tumbas, a menudo construidas con formas que imitan las viviendas de los vivos, ofrecen una ventana al pasado, revelando aspectos clave sobre las creencias religiosas, costumbres funerarias y estructura social de los etruscos.

La necrópolis de Sasso Pinzuto es uno de estos importantes sitios, y aunque se habían realizado estudios arqueológicos previos, hasta ahora no se había llevado a cabo ninguna investigación geofísica de gran escala.

Necrópolis de Sasso Pinzuto
Mapa geográfico de la provincia de Viterbo (delimitado por una línea azul oscuro) con la ubicación de sus yacimientos arqueológicos más importantes (puntos rojos); b) Ampliación del yacimiento de Sasso Pinzuto, Tuscania, con la ubicación de las dos zonas de estudio. Crédito: V. Paoletti et al.

El estudio, liderado por la investigadora Valeria Paoletti y su equipo, ha aplicado el GPR para investigar dos áreas específicas de la necrópolis. El radar de penetración terrestre es una técnica no invasiva que permite detectar estructuras enterradas al medir los contrastes en las propiedades electromagnéticas del subsuelo. Esta tecnología ha sido ampliamente utilizada en estudios arqueológicos, con resultados alentadores en otros sitios de la civilización etrusca y romana en Italia.

El equipo utilizó una antena GPR de 400 MHz para realizar prospecciones en dos áreas cercanas a montículos funerarios previamente excavados. La primera área abarca una pequeña planicie que, según los investigadores, podría haber albergado estructuras de madera adornadas con placas de relieve, elementos utilizados en ceremonias en honor a los difuntos.

En la segunda área, ubicada a unos 250 metros de la primera, los estudios se centraron en una tumba del siglo VI a.C., conocida como la tumba de los cerdos negros, que mostraba evidencias de haber sido utilizada en enterramientos anteriores.

Durante el análisis de los datos recogidos, se detectaron varias anomalías significativas. En la primera área, se encontraron zonas circulares libres de reflejos, lo que sugiere la presencia de pequeñas cavidades a aproximadamente 40 centímetros de profundidad. Estas cavidades podrían haber sido utilizadas para depositar urnas funerarias o realizar ofrendas.

Necrópolis de Sasso Pinzuto
Vista de otra área de la Necrópolis etrusca de Sasso Pinzuto. Crédito: TAP (Tuscania Archaeological Project)

En la segunda área, se identificaron áreas sin reflejos rodeadas por fuertes señales de reflexión, lo que indica la posible existencia de cavidades más grandes o estructuras antropogénicas talladas en la roca de toba volcánica, material comúnmente utilizado en las construcciones etruscas.

Los descubrimientos del equipo no solo confirman la presencia de estructuras antropogénicas en el subsuelo de la necrópolis, sino que también proporcionan pistas valiosas sobre cómo se organizaba este cementerio en la antigüedad. Los reflejos de alta amplitud detectados por el GPR sugieren la existencia de cámaras funerarias, corredores y tumbas, muchos de los cuales aún no han sido excavados.

En uno de los sectores investigados, se halló un bloque de toba parcialmente excavado, que podría formar parte de una tumba monumental. Alrededor de este bloque, el radar identificó cinco pequeños agujeros, cada uno de unos 40 centímetros de profundidad, que podrían haber sido utilizados para rituales funerarios.

El análisis detallado de las anomalías geofísicas permitió a los investigadores generar mapas tridimensionales del subsuelo, lo que facilita una visualización precisa de las estructuras enterradas. Estas imágenes proporcionan una base sólida para futuras excavaciones, ya que permiten a los arqueólogos planificar intervenciones más focalizadas, optimizando los recursos y minimizando el riesgo de dañar el contexto arqueológico.

Necrópolis etrusca de Sasso Pinzuto
Cortes en profundidad de la primera zona, donde las líneas negras señalan las reflexiones de gran amplitud (contornos rellenos de naranja a rojo). Los cortes se calcularon a profundidades de a) 0,54 m, b) 1,21 m y c) 1,48 m, respectivamente. El rectángulo rojo muestra la posición del bloque de toba roja sacado a la luz durante nuestra prospección. Crédito: V. Paoletti et al.

La zona de Tuscania, donde se encuentra la necrópolis de Sasso Pinzuto, es de gran interés tanto arqueológico como geológico. Situada sobre depósitos volcánicos emitidos por el distrito volcánico Vulsini, la región ha sido testigo de importantes erupciones explosivas que han cubierto el área con capas de toba y otros materiales piroclásticos. Estas características geológicas no solo influyeron en la arquitectura funeraria de los etruscos, quienes tallaban sus tumbas directamente en la roca volcánica, sino que también condicionan las técnicas de estudio arqueológico utilizadas en la zona.

En tiempos pre-romanos, Tuscania era una ciudad etrusca próspera, rodeada de varios cementerios, entre ellos Sasso Pinzuto. Este cementerio en particular se caracteriza por la presencia de montículos circulares (conocidos como túmulos) que contienen tumbas de cámara. Estas tumbas, típicas de las familias más ricas de la sociedad etrusca, son una muestra del poder y la influencia que esta civilización ejerció en la región antes de ser absorbida por Roma hacia el final del primer milenio a.C.

Los hallazgos geofísicos en Sasso Pinzuto abren nuevas vías de investigación para los arqueólogos interesados en la civilización etrusca. Gracias a la precisión del GPR, el equipo ha podido identificar con mayor exactitud la ubicación de estructuras enterradas, lo que permitirá realizar excavaciones más controladas y menos invasivas.

El estudio recomienda la realización de nuevas campañas geofísicas en áreas no investigadas del sitio, así como la integración de otras técnicas no invasivas, como la magnetometría o la tomografía eléctrica.


FUENTES

Valeria Paoletti, Mauro La Manna, et al., GPR survey at the Etruscan necropolis of Sasso Pinzuto, Tuscania (Central Italy). Journal of Archaeological Science: Reports, vol.60, December 2024. doi.org/10.1016/j.jasrep.2024.104833


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