Un equipo multidisciplinar de investigadores de varias instituciones alemanas, incluyendo el Instituto Zuse de Berlín y la Universidad Libre de Berlín, ha desarrollado un modelo matemático que promete revolucionar nuestra comprensión de cómo se extendió la influencia romana en el norte de África hace dos milenios.
El estudio ofrece una mirada fresca y cuantitativa a uno de los fenómenos históricos más trascendentales: la expansión del Imperio Romano y la difusión de su cultura por vastos territorios. Los autores, encabezados por la Dra. Nataša Djurdjevac Conrad, han centrado su investigación en el territorio de la actual Túnez, que en la antigüedad formaba parte del corazón de la provincia romana de África Proconsular.
La romanización, ese complejo proceso por el cual la cultura, tecnología, administración y modos de vida romanos se extendieron por todo el Mediterráneo y más allá, ha sido objeto de intenso debate académico durante generaciones. Sin embargo, hasta ahora los estudiosos habían carecido de herramientas que permitieran modelar matemáticamente la dinámica espaciotemporal de este fenómeno. Es aquí donde el nuevo estudio marca un antes y un después.
El equipo de investigación ha desarrollado un sofisticado modelo matemático que, partiendo de datos arqueológicos limitados pero precisos, logra reconstruir la probable secuencia de «activación» de la red de carreteras romanas en el norte de África. Esta red viaria fue la columna vertebral que permitió la expansión del dominio y la influencia de Roma, facilitando el movimiento de personas, ideas, mercancías y, por supuesto, legiones.
Para construir su modelo, los investigadores se basaron en dos fuentes principales de evidencia arqueológica. Por un lado, los restos físicos de la extensa red de calzadas romanas, que aún hoy en día son visibles en muchos lugares del paisaje norteafricano. Por otro, las inscripciones en piedra que registraban cambios en el estatus administrativo de las ciudades y asentamientos de la región. Estos decretos de promoción cívica, por los cuales una comunidad podía ascender en la jerarquía romana de colonia, municipium o civitas, proporcionan valiosos puntos de referencia temporal.
El modelo desarrollado por el equipo alemán considera la romanización como un proceso de difusión cultural, análogo en ciertos aspectos básicos a la propagación de una epidemia. Sin embargo, los autores son cuidadosos en señalar que esta analogía es limitada y no implica que la expansión cultural sea equivalente a una infección. Más bien, el modelo se centra en cómo la infraestructura de transporte – los caminos romanos – facilitó la interacción social y el intercambio cultural a lo largo y ancho del territorio.
Una de las innovaciones más destacadas del estudio es su enfoque en la dimensión temporal de la romanización. Si bien la distribución espacial de los asentamientos romanos en el norte de África es bien conocida gracias a décadas de investigación arqueológica, la secuencia temporal en que estos lugares fueron incorporados a la órbita romana ha sido mucho más difícil de establecer. El nuevo modelo permite generar escenarios probabilísticos de cómo y cuándo se «activaron» diferentes segmentos de la red viaria, conectando progresivamente los diversos asentamientos.
Los investigadores aplicaron su modelo al caso específico de la antigua Túnez, calibrándolo con los datos arqueológicos disponibles. El resultado es una fascinante reconstrucción de cómo pudo haberse desarrollado la red de caminos romanos en la región a lo largo de los primeros siglos de nuestra era. Este «esqueleto» espaciotemporal proporciona un marco de referencia sobre el cual pueden ahora analizarse otros aspectos de la romanización y la vida en la provincia africana.
Los investigadores interpretan las observaciones realizadas utilizando el modelo propuesto en relación con el contexto histórico de la romanización del antiguo Túnez: parece existir un amplio consenso sobre la construcción de calzadas como sello distintivo de la romanización. La medida en que ésta coincidió con una reconfiguración sustancial del propio sistema de asentamientos dependió tanto de las condiciones regionales previas como del interés estratégico romano. En nuestra área de estudio, los centros económicos dominantes del interior (como Thugga), así como los puertos de comercio de la costa oriental (como Hadrumetum), conservan su importancia prerromana y aparecen como centros de conectividad en la secuencia de activación de las calzadas, explican. Estas observaciones proporcionan más apoyo a la opinión de que los gobernantes romanos reforzaron la jerarquía de asentamientos existente, en lugar de realizar alteraciones significativas en ella.
Los autores destacan la versatilidad del modelo: Aunque lo hemos aplicado al caso específico de la Túnez romana, nuestro enfoque es lo suficientemente flexible como para ser adaptado a otros escenarios arqueológicos similares. Creemos que puede ser una herramienta valiosa para investigar procesos de difusión cultural en otras regiones y períodos históricos.
El estudio no está exento de limitaciones, como reconocen honestamente sus autores. La escasez de datos temporales precisos en el registro arqueológico sigue siendo un desafío, y el modelo debe hacer ciertas suposiciones para llenar los vacíos. Sin embargo, los investigadores han realizado extensos análisis de sensibilidad y estabilidad para validar la robustez de sus resultados.
La publicación de este innovador estudio en una revista de acceso abierto como PLOS ONE asegura que sus hallazgos y metodología estarán disponibles para toda la comunidad científica. Los autores han ido más allá, poniendo a disposición del público tanto el código como los datos utilizados en su investigación a través de la plataforma Zenodo. Esta transparencia no solo facilita la reproducibilidad del estudio, sino que también permite a otros investigadores adaptar y expandir el modelo para sus propios proyectos.
El trabajo del equipo alemán se enmarca en una tendencia creciente hacia la aplicación de métodos cuantitativos y computacionales en las humanidades y ciencias sociales. Esta convergencia de disciplinas, a menudo denominada «humanidades digitales», está abriendo nuevas vías para el estudio del pasado. En el caso de la arqueología, estos enfoques permiten extraer información valiosa de conjuntos de datos fragmentarios y abordar preguntas que antes parecían fuera del alcance de la investigación sistemática.
FUENTES
Conrad ND, Chemnitz R, Kostré M, Schweigart F, Fless F, Schütte C, et al. (2024) A mathematical perspective on Romanisation: Modelling the Roman road activation process in ancient Tunisia. PLoS ONE 19(9): e0309752. doi.org/10.1371/journal.pone.0309752
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