Recientemente, en el yacimiento arqueológico de Łysa Góra, ubicado en Mazovia, Polonia, un equipo de investigadores desenterró un conjunto notable de aproximadamente 300 artefactos, que incluyen herramientas de hierro como hachas y tijeras, así como un casco celta único del siglo IV a.C.
Este hallazgo, dirigido por el Dr. Bartłomiej Kaczyński del Museo Estatal de Arqueología (Państwowe Muzeum Archeologiczne – PMA), ha sido descrito como un ejemplo excepcional de la avanzada metalurgia celta y presenta una oportunidad única para reevaluar los vínculos históricos entre las comunidades locales y el mundo celta.
El casco celta descubierto en Łysa Góra es un artefacto de gran importancia debido a su rareza y estado de conservación. Hasta ahora, el único casco similar hallado en tierras polacas se había encontrado en Siemiechów, datando del siglo I a.C., mucho más reciente en comparación con este nuevo descubrimiento.
Este casco, hecho de bronce y con un diseño característico conocido como nakarczek (una lámina arqueada en el borde), fue inicialmente confundido con una vasija antigua, ya que los recipientes de bronce son más comunes en la región. Sin embargo, una inspección más cercana por parte del Dr. Andrzej Maciałowicz de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Varsovia confirmó que se trataba de un casco. La revelación final llegó al descubrir el kalota, una parte distintiva del casco con un diseño de doble botón, lo que no dejó dudas sobre la autenticidad y rareza del artefacto.
Este casco es representativo del estilo del periodo temprano de La Tène, un estilo artístico celta que se desarrolló entre los siglos IV y III a.C. Los cascos de este tipo son extremadamente raros y su hallazgo en Polonia es aún más significativo. Según el Dr. Kaczyński, el descubrimiento cambia la percepción actual sobre la escala de los contactos entre las comunidades locales en el periodo pre-romano y los celtas. Anteriormente, se había considerado que los artefactos celtas en la región eran principalmente resultado del comercio o el intercambio cultural, pero la presencia de un casco de tal complejidad sugiere una interacción más directa y profunda, posiblemente indicando la presencia de individuos celtas o una influencia más fuerte de la cultura celta en la región.
Dado el estado deteriorado del casco, se ha trasladado al Departamento de Conservación del PMA, donde Mikołaj Organek, un conservador especializado en artefactos de hierro y bronce, está llevando a cabo un proceso de conservación minucioso que podría durar varios meses. La conservación es esencial no solo para preservar el casco, sino también para permitir un estudio más detallado que pueda arrojar luz sobre las técnicas metalúrgicas celtas y el contexto histórico de su uso en Polonia.
Además del casco, el equipo de arqueólogos desenterró una variedad de otros artefactos que proporcionan una visión más completa de la vida cotidiana en la región durante la época celta. Entre estos objetos se incluyen herramientas de hierro como hachas rectangulares y hoces, utilizadas para la agricultura y la ganadería, así como una hoja de tijeras que probablemente se usaba para esquilar ovejas.
Estos descubrimientos reflejan la habilidad de los celtas en la fabricación de herramientas de hierro, una innovación que revolucionó las prácticas agrícolas y artesanales en la Europa antigua.
El equipo también ha descubierto objetos pertenecientes a la cultura de los túmulos bálticos occidentales, que coexistieron en la región junto con la cultura celta. Entre los hallazgos más destacados se encuentran tres adornos femeninos, brazaletes ornamentados con múltiples espirales, que son extremadamente raros y representan uno de los pocos ejemplos encontrados en Polonia desde la Segunda Guerra Mundial.
FUENTES
Ewelina Krajczyńska-Wujec, Unikatowy hełm celtycki odkryli archeolodzy na Mazowszu (Nauka w Polsce)
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