Los resultados de un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores sobre la producción de plata y plomo en el sureste de la Península Ibérica durante el primer milenio antes de Cristo, desafían las teorías previas sobre el impacto de la crisis comercial fenicia del siglo VI a.C. en esta importante actividad económica.
El estudio, publicado recientemente en el Journal of Archaeological Science: Reports, analiza litargirios (subproductos de la metalurgia de la plata) datados entre principios del siglo V a.C. y la primera mitad del siglo III a.C., procedentes de tres yacimientos en las provincias de Alicante. Los resultados demuestran que, contrariamente a lo que se pensaba, la producción de plata y plomo no se detuvo abruptamente tras la crisis del comercio fenicio, sino que continuó, aunque probablemente a menor escala.
Los investigadores, liderados por Céline Tomczyk de la Universidad París 1 Panthéon-Sorbonne, examinaron litargirios encontrados en los yacimientos de El Oral, Las Tres Hermanas y La Illeta dels Banyets, todos ellos situados a unos 80 kilómetros al norte de las minas de Cartagena. Mediante análisis químicos y de isótopos de plomo, el equipo determinó que estos restos metalúrgicos presentaban características muy similares entre sí y con los litargirios producidos en siglos anteriores en la misma región.
La similitud en tamaño, textura y composición de los litargirios estudiados con los hallados en talleres de fundición fenicios en Cabezo Pequeño del Estaño (Mazarrón, Murcia), y los yacimientos de La Fonteta y Punta de los Gavilanes, sugiere que se emplearon procesos de copelación muy parecidos a lo largo de varios siglos, utilizando probablemente recipientes cerámicos de forma similar. Este hallazgo indica una continuidad en las técnicas metalúrgicas y en las fuentes de materia prima, a pesar de los cambios económicos y políticos que afectaron a la región.
El análisis de isótopos de plomo realizado en los litargirios y en dos artefactos de plomo asociados reveló que todos ellos procedían de los yacimientos mineros de Cartagena-La Unión, conocidos por su riqueza y explotados intensivamente entre los siglos VIII y VI a.C. Este descubrimiento es particularmente significativo, ya que hasta ahora se creía que la producción en esta zona había cesado casi por completo después de la crisis del comercio fenicio.
Los investigadores explican que nuestros hallazgos demuestran que, a pesar de una importante disminución en la producción minera y metalúrgica, y de cambios considerables en las redes de intercambio en el Mediterráneo, la misma cadena de producción persistió desde la extracción del plomo hasta el tipo de metalurgia practicada. La crisis económica no condujo, por tanto, a un cese de la producción, aunque la cantidad de plomo y plata producida probablemente fuera significativamente menor.
Este estudio arroja nueva luz sobre un período poco conocido de la historia económica de la Península Ibérica. Mientras que las fases de explotación intensiva de las minas de Cartagena-La Unión durante el período fenicio (siglos VIII-VI a.C.) y la época romana (a partir del siglo II a.C.) están bien documentadas, el período intermedio ha sido hasta ahora una especie de «agujero negro» en la investigación arqueológica.
Los resultados de este estudio sugieren que, aunque a menor escala, la producción de plata y plomo continuó en la región incluso después de la crisis del comercio fenicio. Esta persistencia en la actividad metalúrgica podría haber desempeñado un papel crucial en el mantenimiento de las habilidades y conocimientos técnicos que luego permitirían la rápida expansión de la producción bajo el dominio romano.
Este descubrimiento nos obliga a reconsiderar nuestras ideas sobre el impacto de las crisis económicas en las sociedades antiguas. Demuestra una notable resiliencia y adaptabilidad de las comunidades locales frente a los cambios en las redes comerciales a larga distancia, señalan los investigadores.
La investigación también plantea nuevas preguntas sobre las redes comerciales y el uso de la plata y el plomo durante este período. Aunque la producción parece haber continuado, aún no está claro cómo se distribuían estos metales y qué papel desempeñaban en la economía local y regional.
Este estudio forma parte de un proyecto más amplio que busca comprender mejor las interacciones entre las poblaciones indígenas, fenicias, griegas, cartaginesas y romanas en la Península Ibérica durante el primer milenio a.C. Los hallazgos subrayan la complejidad de estas relaciones y la importancia de la región de Cartagena-La Unión en la economía mediterránea antigua.
Los investigadores planean continuar sus estudios, ampliando el área geográfica y el rango temporal de su investigación. Esperan que futuros hallazgos arqueológicos, combinados con análisis químicos y de isótopos, puedan proporcionar una imagen aún más detallada de la producción y el comercio de metales en la antigua Iberia.
La estimación de los tonelajes de producción de las minas es compleja, ya que las zonas mineras han sido ampliamente remodeladas desde la época romana hasta el periodo moderno. Sin embargo, los archivos sedimentarios indican un fuerte descenso de la producción durante el siglo VI a.C. La producción de las minas de Cartagena probablemente disminuyó tras esta crisis, pero no cesó del todo, concluye el estudio.
FUENTES
Céline Tomczyk, Christophe Petit, et al., Continuity of lead-silver production in the area of Cartagena-La Unión (Spain) after the Phoenician trade crisis of the 6th century BC. Journal of Archaeological Science: Reports, Volume 59, November 2024, 104742. doi.org/10.1016/j.jasrep.2024.104742
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