Un equipo internacional de investigadores ha utilizado innovadoras técnicas de modelado ecológico para identificar, por primera vez, las posibles zonas geográficas donde los neandertales y los humanos anatómicamente modernos podrían haberse encontrado y cruzado hace decenas de miles de años.
El estudio, publicado recientemente en la revista Scientific Reports, destaca el papel crucial que desempeñaron ciertas regiones geográficas, en particular las Montes Zagros en el suroeste de Asia, en la facilitación de estos encuentros trascendentales entre especies humanas antiguas.
Los investigadores, encabezados por Saman H. Guran del Instituto de Arqueología Prehistórica de la Universidad de Colonia, emplearon una metodología innovadora que combina el modelado de nichos ecológicos (ENM, por sus siglas en inglés) y sistemas de información geográfica (SIG) para reconstruir la paleodistribución de neandertales y humanos anatómicamente modernos en el suroeste de Asia y el sureste de Europa durante el estadio isotópico marino 5 (MIS 5), un período que abarca aproximadamente desde hace 120.000 a 80.000 años.
Este intervalo de tiempo es particularmente significativo, ya que coincide con lo que se cree que fue la segunda ola de mestizaje entre estas dos especies humanas antiguas, según evidencias genéticas previas.
El estudio se basa en una premisa fundamental: que las distribuciones geográficas de las especies están influenciadas por factores ambientales y climáticos. Al analizar las ubicaciones de yacimientos arqueológicos conocidos asociados con neandertales y humanos modernos, junto con datos paleoclimáticos y topográficos, los investigadores fueron capaces de crear modelos que predicen las áreas más probables donde estas especies podrían haber coexistido y, potencialmente, interactuado.
El modelo generado por el equipo de investigación identifica las Montes Zagros, una cadena montañosa que se extiende desde el sureste de Turquía hasta el sur de Irán, como una zona de contacto y potencial mestizaje entre neandertales y humanos modernos. Esta región, que se encuentra en la intersección de los reinos biogeográficos Paleártico y Afrotropical, habría proporcionado un entorno diverso y rico en recursos capaz de sustentar a ambas especies simultáneamente.
La importancia de las Montes Zagros como zona de contacto se ve respaldada por varios factores. En primer lugar, la región se caracteriza por condiciones ambientales que habrían sido familiares tanto para los neandertales, originarios del reino Paleártico, como para los humanos modernos, que evolucionaron en África.
En segundo lugar, las Montes Zagros cubren una vasta área geográfica, extendiéndose por más de 1500 kilómetros, lo que las hace capaces de soportar grandes poblaciones humanas estables. Además, la región es excepcionalmente diversa en términos de topografía y biodiversidad, lo que habría facilitado la superposición de nichos ecológicos entre las dos especies.
Curiosamente, mientras que el clima emergió como el determinante clave del hábitat de los neandertales, la distribución de los humanos modernos estuvo significativamente influenciada por variaciones topográficas. Esta distinción sugiere que las dos especies podrían haber tenido diferentes estrategias de adaptación y preferencias de hábitat, lo que podría haber influido en sus patrones de dispersión y, en última instancia, en sus encuentros.
El análisis reveló que la precipitación anual y la temperatura máxima del mes más cálido fueron los predictores más importantes de la distribución de los neandertales, mientras que la pendiente y la diversidad topográfica fueron más influyentes en la distribución de los humanos modernos.
Los hallazgos sugieren que la Meseta Persa, en particular, pudo haber desempeñado un papel crucial como centro de distribución, dispersión y evolución de los homínidos.
El estudio no está exento de limitaciones. Los autores reconocen que la escasez de fósiles y la ausencia de ADN apropiado siguen siendo obstáculos importantes en la investigación sobre el mestizaje entre neandertales y humanos modernos. Sin embargo, argumentan que su enfoque basado en modelos proporciona una línea de evidencia independiente y complementaria que puede ayudar a llenar los vacíos en nuestro conocimiento.
Mirando hacia el futuro, los autores del estudio esperan que sus hallazgos estimulen nuevas investigaciones en la región de las Montes Zagros. Sugieren que las excavaciones arqueológicas dirigidas en las áreas identificadas como zonas de contacto potencial podrían revelar nuevas evidencias fósiles o artefactos que arrojen más luz sobre la naturaleza de las interacciones entre neandertales y humanos modernos.
FUENTES
Guran, S.H., Yousefi, M., Kafash, A. et al. Reconstructing contact and a potential interbreeding geographical zone between Neanderthals and anatomically modern humans. Sci Rep 14, 20475 (2024). doi.org/10.1038/s41598-024-70206-y
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.