La historia del poblamiento humano en los valles del Pirineo y del Prepirineo siempre ha estado íntimamente ligada a los cambios climáticos a lo largo del tiempo. La naturaleza cambiante del clima en esta región, con períodos extremadamente fríos seguidos de otros más templados, ha influido de manera decisiva en la permanencia y abandono de los asentamientos humanos.

Durante la Prehistoria, estos valles eran testigos de largos periodos de desocupación, en su mayoría coincidiendo con los momentos más rigurosos en términos climáticos. Este fenómeno, relacionado directamente con la dureza del entorno, adquiere mayor relevancia cuando se analiza en el contexto de la extinción de los neandertales hace aproximadamente 36 mil años y la posterior llegada de los primeros Homo sapiens a la región.

Hasta hace poco, los investigadores creían que los primeros Homo sapiens que se aventuraron a habitar los valles pirenaicos lo hicieron tras el final del último máximo glacial, ocurrido hace unos 20 mil años. Sin embargo, recientes descubrimientos arqueológicos en la Cova dels Tritons, ubicada en Senterada, han cambiado significativamente esta percepción.

El acceso de los arqueólogos a la cueva es complicado
El acceso de los arqueólogos a la cueva es complicado. Crédito: IPHES

Durante la última campaña de excavación los arqueólogos han desenterrado pruebas que sugieren la presencia de grupos humanos mucho más antiguos, que habitaron la zona hace más de 25 mil años.

Maite Arilla, investigadora del IPHES-CERCA y codirectora de las excavaciones, destaca la importancia de estos descubrimientos. Hemos encontrado un nivel arqueológico con industria lítica fabricada a partir de piedras locales, lo que sugiere que los primeros Homo sapiens ya estaban presentes en esta región hace más de 25 mil años. Esta tecnología de láminas es muy similar a la que se ha hallado en otros yacimientos más cercanos a la costa mediterránea, afirma Arilla.

Sin embargo, todavía es incierto si estas herramientas corresponden al periodo Gravetiano o Auriñaciano, algo que se aclarará a medida que se realicen más dataciones y se lleven a cabo nuevas excavaciones.

Evidencias de la presencia temprana de Homo sapiens encontrados en la Cova dels Tritons
Evidencias de la presencia temprana de Homo sapiens encontrados en la Cova dels Tritons. Crédito: IPHES

Por su parte, Ruth Blasco, también investigadora del IPHES-CERCA y codirectora del yacimiento, subraya el carácter inesperado de los descubrimientos de este año. Hasta ahora, sabíamos que la Cova dels Tritons había sido utilizada como refugio por carnívoros, principalmente leopardos y osos pardos, que cazaban en la zona y hibernaban en la cueva. No esperábamos encontrar pruebas de la presencia humana en este nivel arqueológico, explica Blasco.

La presencia de herramientas fabricadas a partir de materiales locales sugiere que los grupos humanos que visitaron la cueva conocían bien el territorio y las fuentes de recursos disponibles. Arilla agrega que estos grupos debían estar asentados en las cercanías y que las visitas a la cueva formaban parte de sus movimientos diarios. Todavía no sabemos exactamente qué hacían aquí, pero es probable que sus campamentos estuvieran cerca, concluye la investigadora.

El estudio del poblamiento prehistórico en los valles pirenaicos ha sido un tema debatido y, en muchos casos, poco investigado debido a las difíciles condiciones de conservación de los yacimientos. La región ha experimentado significativos cambios climáticos, como el deshielo tras la última glaciación, que provocaron la retirada de los glaciares y un aumento en la fuerza erosiva de los ríos y barrancos. Este fenómeno erosionó y destruyó muchos lugares que podrían haber contenido restos de antiguos asentamientos humanos, como terrazas fluviales, paleosuelos y abrigos rocosos. Solo algunas cuevas, como la Cova dels Tritons, han logrado preservar vestigios de este pasado remoto.

Herramienta de piedra en la Cova dels Tritons
Herramienta de piedra en la Cova dels Tritons. Crédito: IPHES

Ruth Blasco señala que, antes de este descubrimiento, los restos más antiguos de ocupación humana en la región del Pallars pertenecían a los neandertales. Estos antiguos habitantes del Pirineo han sido identificados en varias localidades, como la Cova de les Llenes en la Cuenca de Dalt, los Nerets en Talarn y la Cova dels Muricecs en Llimiana. Sin embargo, no está claro si los neandertales ocuparon la región de manera continua o si su presencia estuvo marcada por periodos de abandono vinculados a las variaciones climáticas del Cuaternario.

Este patrón de ocupación discontinua se hace más evidente con la extinción de los neandertales hace unos 36 mil años. Sabemos que, tras la extinción de los neandertales, hubo un vacío poblacional que duró unos 10 mil años hasta la llegada de los primeros Homo sapiens, comenta Maite Arilla.

Sin embargo, los nuevos hallazgos en la Cova dels Tritons sugieren que este período de desocupación pudo haber sido más corto de lo que se pensaba originalmente, lo que subraya la importancia de continuar excavando en la cueva y explorando otros yacimientos en la región.



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