Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en el yacimiento de Fregellas (Fregellae en latín), situado a unos 100 km de Roma, reconstruyen el asalto militar de los romanos a la otrora próspera ciudad en el año 125 a.C. Restos de pinturas murales, santuarios, casas con atrios, mosaicos en el suelo y baños públicos en el centro de la ciudad ofrecen claras evidencias de destrucción deliberada.
El objetivo principal del proyecto científico es analizar cómo tales asedios en la época romana afectaban al entorno urbano y el grado de destrucción que tuvo que sufrir el paisaje cultural circundante en el caso de Fregellas, una ciudad que tradicionalmente había sido aliada de Roma, pero que, por causas que todavía se desconocen, se rebeló y fue totalmente destruida.
Este año, los trabajos se centraron en una villa con una instalación de producción agrícola, así como en la continuación de la exploración de un campamento militar romano que fue erigido durante el asedio de la ciudad.
La villa, que pertenecía a la élite local, es la más antigua de su tipo descubierta hasta ahora en la región. Fue construida aproximadamente 80 años antes de la destrucción de Fregellas. Es fascinante que hayamos podido desenterrar la estructura arquitectónica de una instalación de producción tan temprana, explica el Prof. Dr. Dominik Maschek, director del proyecto en el LEIZA. A pesar de las huellas de incendio y del material de construcción casi completamente desmantelado, los hallazgos ofrecen valiosas ideas sobre la vida rural y las actividades económicas de los habitantes de esa época.
Investigaciones arqueobotánicas y hallazgos de ánforas y recipientes de almacenamiento demuestran que en la instalación se producían vino, frutas y cereales. Es probable que el vino no solo se produjera para el mercado local. Es muy posible que se comercializara dentro de la red comercial mediterránea, llegando hasta España y Francia. En cambio, la producción de cereales y frutas seguramente estaba destinada al mercado local, explica Maschek.
La destrucción de la instalación por parte del ejército romano no solo significó el fin de esta planta de producción, sino también la pérdida de los medios de subsistencia de sus habitantes. Maschek añade: La destrucción violenta dañó gravemente la economía de la región de manera sostenible. La zona permaneció deshabitada durante más de 170 años, hasta que finalmente se utilizó como vertedero. Hemos encontrado numerosos recipientes de cerámica que datan de alrededor del 50 d.C..
Además de los trabajos en la villa, los investigadores también han examinado más a fondo el campamento militar identificado el año pasado. El campamento, que fue construido para el asedio de Fregellas, se extendía sobre un área de 90 x 143 metros y estaba rodeado por un muro y un foso. Las investigaciones respaldan los resultados anteriores sobre la estrategia militar romana y las tácticas de asedio. Esta nueva información refuerza nuestra imagen del asedio romano en el año 125 a.C., explica Maschek.
La instalación de producción agrícola y el paisaje cultural circundante proporcionan a los arqueólogos importantes indicios sobre la magnitud de las destrucciones y las consecuencias de la campaña romana contra Fregellas. Los hallazgos de este año contribuyen significativamente a la comprensión de los cambios en el paisaje cultural circundante después de la destrucción.
El próximo año, se planea seguir investigando y evaluando los ricos hallazgos de las excavaciones, con el objetivo de reconstruir los efectos de la guerra y el conflicto en el paisaje cultural, desde las destrucciones del año 125 a.C. hasta los enfrentamientos de la Segunda Guerra Mundial.
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