La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha anunciado el descubrimiento de un fascinante panel que contiene un extenso texto jeroglífico maya, el cual fue encontrado grabado en la roca de una aguada cercana a la imponente estructura piramidal Nohoch Mul, en la emblemática Zona Arqueológica de Cobá, Quintana Roo.
El hallazgo arroja nueva luz sobre la rica y compleja historia de una región que mantuvo una presencia continua durante más de 1300 años, desde el año 100 a.C. hasta el 1200 d.C.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, presentó este descubrimiento durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, como parte de los avances del ambicioso Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en sitios adyacentes al Tramo 5 del Tren Maya.
Este programa no solo busca preservar y estudiar el patrimonio arqueológico de la región, sino también integrarlo de manera respetuosa y sostenible al desarrollo turístico y económico impulsado por el proyecto del Tren Maya.
El hallazgo, fruto de meticulosos trabajos arqueológicos, revela un panel compuesto por 123 cartuchos jeroglíficos que conforman una extensa inscripción en forma de L, abarcando una impresionante superficie de más de 11 metros cuadrados esculpidos directamente sobre la roca, a tan solo 160 metros de la majestuosa Nohoch Mul. La magnitud y complejidad de esta inscripción subrayan la importancia de Cobá como centro político y cultural en el mundo maya antiguo.
Un análisis epigráfico preliminar ha permitido descifrar información crucial, incluyendo la fecha de fundación de un asentamiento denominado Keh Witz Nal o «Montaña del Venado», que se remonta al 12 de mayo del año 569 de nuestra era.
Además, la inscripción ha revelado la identidad de un soberano previamente desconocido, K’awiil Ch’ak Chéen, lo cual contribuye significativamente a completar la secuencia dinástica de Cobá. Este descubrimiento es particularmente emocionante para los investigadores, ya que llena un vacío importante en nuestro conocimiento sobre los gobernantes de esta antigua ciudad-Estado.
Es interesante notar que, hasta ahora, se han identificado 14 gobernantes de Cobá, incluyendo tres mujeres, una de las cuales gobernó durante cuatro décadas, lo que sugiere una estructura de poder dinámica y posiblemente más igualitaria de lo que se pensaba anteriormente.
El texto jeroglífico también revela que muchos de los gobernantes de Cobá adoptaron el nombre del dios K’awil, una práctica que se cree les confería atributos divinos como protectores del lugar.
Uno de los aspectos más fascinantes de la inscripción es cómo enlaza eventos del tiempo histórico con el pasado mítico. El texto hace referencia a un conjunto de dioses tutelares que fundaron Cobá, incluyendo a Bolón Tz’akab Ajaw, conocido como el Señor de las innumerables generaciones, quien se creía estaba encargado de establecer las dinastías del maíz y del cacao.
El proyecto arqueológico de Cobá, como parte del Promeza, ha extendido sus esfuerzos para proteger este valioso tablero de los factores ambientales que lo han deteriorado a lo largo de los siglos. Se ha implementado un minucioso proceso de limpieza para eliminar la tierra, las sales y la maleza que lo cubrían, seguido de una cuidadosa restauración que incluye la inyección de rellenos de morteros de cal para fortalecer la estructura interna de la roca.
Además de estas medidas de conservación, se ha realizado un registro de alta precisión del texto glífico utilizando tecnología de vanguardia para crear modelos tridimensionales. Estos modelos no solo permitirán estudios epigráficos más profundos, sino que también facilitarán el eventual desciframiento completo del texto, promoviendo una comprensión más completa de su contenido y significado.
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