Un reciente descubrimiento arqueológico en la provincia de Dornod, Mongolia, ha desenterrado una tumba de élite que data del período pre-mongol, arrojando nueva luz sobre un momento históricamente oscuro entre la caída del Imperio Kitan y el surgimiento del Imperio Mongol.
Este hallazgo, parte del Proyecto Arqueológico Mongol-Israelí-Estadounidense, ofrece un vistazo fascinante a las prácticas funerarias, la organización social y las redes comerciales de la época, y podría redefinir la comprensión actual de los desarrollos políticos y culturales en la estepa mongola durante los siglos XII y XIII.
El período entre la caída del Imperio Kitan (c. 1125 d.C.) y el surgimiento del Imperio Mongol bajo Gengis Khan en 1206 d.C., ha sido históricamente confuso y poco documentado. Mientras que las fuentes históricas ofrecen descripciones fragmentarias de los eventos que condujeron al ascenso de los mongoles, estos relatos suelen estar impregnados de retrospectiva y a menudo reflejan la perspectiva de un imperio ya consolidado. En este contexto, la arqueología se convierte en una herramienta crucial para desentrañar los detalles de las dinámicas sociales, políticas y culturales de la región en ese período.
El descubrimiento de esta tumba en un sitio conocido como el «Cluster 27» dentro del antiguo complejo fortificado Khar Nuur, añade una pieza significativa al rompecabezas arqueológico. El complejo se encuentra en las cercanías de la frontera noreste de Mongolia, una zona estratégica que una vez fue un bastión del Imperio Kitan, conocido por su extensa red de murallas y fortificaciones.
La tumba fue descubierta durante una excavación sistemática llevada a cabo en el verano de 2018 en el Cluster 27, una estructura circular que se cree formaba parte de una fortaleza fronteriza del Imperio Kitan. Sin embargo, lo que hace a este hallazgo particularmente interesante es que la tumba parece haber sido construida después del abandono del fuerte, lo que sugiere una reutilización del espacio en un momento de transición política.
El sitio, ubicado aproximadamente a 1,4 km al oeste del lago Khar Nuur, contiene una gran estructura circular y un recinto rectangular más pequeño dentro de la misma. Fue en el muro externo de este recinto donde los arqueólogos descubrieron una tumba bien conservada que se remonta a entre 1158 y 1214 d.C. La tumba contenía un ataúd de madera con el esqueleto de una mujer adulta de entre 40 y 60 años, vestida con un manto de seda amarillo y adornada con objetos de gran valor.
El análisis preliminar de los restos humanos sugiere que la mujer, aunque llevaba una vida activa, sufría de osteoartritis y había perdido casi todos sus dientes antes de morir, lo que indicaba una dieta limitada o dificultades para masticar en sus últimos años. El cuerpo fue hallado en un ataúd de madera de alerce o pino, orientado hacia el noreste y cubierto parcialmente por una capa de corteza de árbol, posiblemente también de alerce o pino.
Junto al cuerpo, los arqueólogos descubrieron una serie de objetos de gran valor y complejidad, lo que indica el alto estatus de la mujer en su comunidad. Entre estos objetos se encontraba un vaso de bronce decorado, un cuchillo de hierro, cuentas de coral y vidrio, y varias piezas de oro y plata, incluidas un brazalete y pendientes de oro. La presencia de estos objetos, especialmente los adornos de oro y plata, sugiere la existencia de conexiones comerciales y culturales con otras regiones, incluyendo probablemente el norte de China y la región de Manchuria, controladas en ese momento por el estado Jurchen Jin.
Uno de los hallazgos más destacados es un pequeño vaso de bronce, decorado con figuras geométricas y líneas finamente incisas, lo cual no tiene un paralelo claro en otros objetos medievales encontrados en Mongolia, lo que sugiere una pieza única o una conexión con una tradición artesanal específica aún por identificar. Además, se encontraron fragmentos de un objeto de madera cubierto con cuero y enmarcado en bronce, cuya función no está clara pero que podría haber sido un carcaj o un estuche para arco y flechas, objetos típicos en los entierros de la élite masculina del periodo imperial mongol.
Otro artefacto notable es una copa de plata decorada, fragmentada en 26 partes, pero que originalmente tenía aproximadamente 17 cm de diámetro. La copa, decorada con tiras doradas y motivos incisos, parece no tener un análogo exacto, aunque artefactos similares han sido encontrados en tumbas del período medieval mongol.
El descubrimiento de esta tumba de élite es significativo no solo por los objetos que contenía, sino por lo que revela sobre las prácticas funerarias y la organización social durante un período de cambio y transición. La reutilización de un sitio fronterizo abandonado para el entierro de un miembro de la élite sugiere que las antiguas fortificaciones Kitan no solo fueron centros militares, sino también lugares de importancia simbólica y cultural que perduraron más allá de la caída del imperio.
Además, este hallazgo sugiere que durante el período de consolidación política en Mongolia, entre la caída del Kitan y el ascenso de los mongoles, las comunidades locales mantuvieron y adaptaron las prácticas culturales de sus predecesores, integrándolas en nuevas estructuras sociales emergentes. La mezcla de objetos de lujo, como los adornos de oro y plata, con elementos locales, refleja una sociedad en transición, influenciada tanto por sus tradiciones nómadas como por las influencias culturales de las civilizaciones vecinas.
FUENTES
Amartuvshin Chunag, Gideon Shelach-Lavi, et al., An elite grave of the pre-Mongol period, from Dornod Province, Mongolia. Archaeological Research in Asia, Volume 39, September 2024, 100537. doi.org/10.1016/j.ara.2024.100537
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.