Trabajos de modernización de la línea ferroviaria del Municipio de Pompeya y la construcción de un estacionamiento subterráneo en la Via Fucci, detrás de la estación de Pompei Santuario, han sacado a la luz niveles de ocupación anteriores a la colonización romana, en una zona ubicada a unos 400 metros al este de la Porta Sarno del Parque Arqueológico de Pompeya.
El dato más interesante es el hallazgo de una necrópolis prerromana, que cubre un arco cronológico que va desde el siglo III al I a.C., constituida, en el estado actual de los conocimientos, por 35 sepulturas.
Se trata de inhumaciones en simple fosa de tierra, a semicappuccina o con cubierta de ánforas (todas de importación norteafricana, algunas con sellos en lengua púnica, y colocadas en alternancia cuello/puntal, en un número recurrente de 7), caracterizadas por la presencia de pocos objetos de ajuar (principalmente ungüentarios y monedas) y por un excelente estado de conservación de los restos óseos gracias a la inmersión de las sepulturas en el agua subterránea, que ha permitido iniciar una campaña de investigación paleo-antropológica sobre los restos.
A raíz de estos hallazgos excepcionales, el Superintendente ha declarado la necesidad de continuar y ampliar aún más el área de investigación para completar el cuadro de conocimientos de la necrópolis y delinear la fisonomía del paisaje antiguo que caracterizaba el suburbio oriental de Pompeya, del cual aún se conoce poco. Gracias a la arqueología preventiva y a la acción sinérgica entre la Superintendencia, el Municipio y EAV, que ha permitido compartir procedimientos y objetivos, se están logrando resultados importantes en el ámbito de la tutela y valorización de un territorio de relevancia crucial desde el punto de vista histórico y arqueológico. Esperamos compartir pronto nuevos datos del progreso de las excavaciones.
El área en la que debía realizarse la obra, para la cual la entonces Superintendencia de Pompeya había expresado una opinión favorable ya en 2007, reconfirmada por la Superintendencia Especial de Nápoles y Pompeya en 2009 y 2010, ya había sido objeto de investigaciones preliminares, especialmente sondeos geoarqueológicos y trincheras, debido al hallazgo de los niveles del 79 d.C. a profundidades superiores a los 6 metros desde el nivel actual del suelo y sumergidos en la napa freática.
Excavaciones recientes, a partir de la primavera de 2023, bajo la dirección de la Superintendencia para el Área Metropolitana de Nápoles, han confirmado la presencia de extensos campos arados perfectamente conservados bajo la espesa capa de cenizas de la gran erupción vesuviana del 79 d.C.: un sistema de surcos y caballones antiguos orientados en sentido N-S y dispuestos directamente sobre los niveles protostóricos, con cultivos predominantemente de hortalizas, que abastecían diariamente los mercados de Pompeya, cercanos al curso del antiguo Río Sarno, que debía estar mucho más cerca de la ciudad de lo que parece hoy en día.
Se están llevando a cabo análisis de macrorestos y polínicos con el fin de caracterizar en detalle el tipo de hortaliza cultivada, aunque las dimensiones de los restos superficiales, la tipología de distribución y el tamaño de los sistemas radiculares, ya permiten suponer campos cultivados con plantas perennes de alcachofas.
Realizadas las obras de contención, gracias al uso de bombas de achique, se han realizado sondeos de control a unos -7.50 metros del nivel del suelo en correspondencia con los servicios subterráneos funcionales al aparcamiento.
Aquí se ha identificado un canal, paleoalvéolo de origen antrópico con orientación N/S en el que se ha recogido material de naturaleza diversa perteneciente a contextos funerarios probablemente devastados: cientos de fragmentos de tejas, una gran cantidad de fragmentos de dolia y ánforas, una veintena de columelas de piedra volcánica local – arrancadas en la antigüedad y acumuladas en el canal ya en fase anterior a la disposición de los campos arados romanos –, tejas con sellos en lengua osca, restos de madera de tamaño considerable.
Se destaca el hallazgo de una cabeza femenina en toba gris campana con rastros de color rojo en el peinado del cabello.
Es probable que el canal, caracterizado principalmente por materiales pertenecientes a contextos funerarios devastados, esté relacionado con la reorganización territorial de la época silana, que tuvo lugar después de la deducción colonial (fundación de la colonia romana) de Pompeya en el 89 a.C.
Las investigaciones continúan, al igual que los análisis arqueobotánicos y paleoantropológicos, con una perspectiva de documentación multidisciplinaria del contexto arqueológico que está proporcionando una gran cantidad de datos de absoluto interés.
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