Un equipo internacional de investigadores ha realizado un hallazgo que arroja nueva luz sobre la expansión de los seres humanos modernos hacia el Pacífico. Las excavaciones arqueológicas en la cueva de Mololo, ubicada en las islas Raja Ampat de Indonesia, han proporcionado evidencia de ocupación humana que se remonta a más de 55.000 años atrás, convirtiéndose en el sitio más antiguo conocido en la región del Pacífico.
El estudio, publicado recientemente en la revista Antiquity, fue liderado por los arqueólogos Dylan Gaffney de la Universidad de Oxford y Daud A. Tanudirjo de la Universidad Gadjah Mada. Los hallazgos desafían las teorías previas sobre cuándo y cómo los humanos modernos llegaron a esta parte del mundo.
Las islas Raja Ampat, situadas frente a la costa noroeste de Nueva Guinea, representan un punto clave en la ruta norte hacia Sahul, el continente prehistórico que unía Australia y Nueva Guinea. Hasta ahora, la evidencia más antigua de presencia humana en esta región databa de hace unos 40.000 años. Sin embargo, los nuevos descubrimientos en la cueva de Mololo empujan esa fecha hacia atrás en al menos 15.000 años.
Los investigadores utilizaron una combinación de técnicas de datación, incluyendo radiocarbono y series de uranio, para establecer la cronología del sitio. El hallazgo más significativo fue un artefacto de resina de árbol, datado directamente en más de 55.000-49.600 años de antigüedad. Este objeto no solo proporciona una fecha firme para la ocupación humana, sino que también ofrece información sobre las capacidades tecnológicas de estos primeros exploradores del Pacífico.
Según los investigadores el artefacto de resina muestra evidencia de procesamiento complejo en múltiples etapas. Esto sugiere que estos primeros humanos en el Pacífico ya poseían habilidades sofisticadas para trabajar con materiales vegetales. El análisis detallado del artefacto reveló marcas de raspado y corte, indicando que la resina fue extraída deliberadamente de un árbol y moldeada con propósitos específicos.
Además del artefacto de resina, los arqueólogos encontraron restos de animales que sugieren que estos primeros habitantes explotaban tanto recursos terrestres como marinos. Se identificaron huesos de murciélagos frugívoros, aves terrestres y marsupiales, así como espinas de erizo de mar y dientes de peces pelágicos. Esto indica una dieta diversa y adaptable, crucial para la supervivencia en estos nuevos entornos insulares.
Para los arqueólogos estos hallazgos demuestran que los primeros humanos que llegaron a esta región no eran simplemente especialistas marítimos, como se había propuesto anteriormente. Eran capaces de aprovechar una amplia gama de recursos, tanto del bosque tropical como del mar.
Las excavaciones también proporcionaron información valiosa sobre el paleoambiente de la región. Los análisis isotópicos de los restos de fauna sugieren un mosaico de bosques abiertos y cerrados durante el Pleistoceno tardío, con una expansión de los bosques tropicales densos después del Último Máximo Glacial, hace unos 20.000 años.
Para comprender mejor cómo estos primeros humanos llegaron a las islas Raja Ampat, el equipo realizó simulaciones de navegación basadas en datos batimétricos y paleoclimáticos. Estos modelos demostraron que era factible viajar desde islas más occidentales como Halmahera y Obi hasta Raja Ampat, incluso con tecnología de navegación primitiva.
Este estudio no solo empuja hacia atrás la fecha de llegada de los humanos al Pacífico, sino que también nos muestra cuán adaptables y capaces eran estos primeros exploradores. Fueron capaces de navegar por mar abierto, establecerse en islas tropicales y explotar una amplia gama de recursos, concluyen los investigadores.
Los resultados de Mololo tienen implicaciones significativas para nuestra comprensión de la dispersión humana global. Sugieren que los humanos modernos pudieron haber llegado a Sahul (Australia-Nueva Guinea) a través de una ruta norte más temprano de lo que se pensaba anteriormente. Esto podría explicar las fechas tempranas de ocupación humana en sitios como Madjedbebe en el norte de Australia, que han sido objeto de debate en la comunidad arqueológica.
FUENTES
Gaffney D, Tanudirjo DA, Djami ENI, et al. Human dispersal and plant processing in the Pacific 55 000–50 000 years ago. Antiquity. Published online 2024:1-20. doi:10.15184/aqy.2024.83
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