Investigadores han descubierto un textil antiguo teñido con cochinilla de las encinas (Kermes vermilio), en la Cueva de los Cráneos en Israel, que data de la Edad del Bronce Medio.
Este textil, encontrado en el desierto de Judea y hecho de lino y lana teñida de rojo, ha sido datado mediante radiocarbono directo a la Edad del Bronce Medio, específicamente entre 1954 y 1767 a.C. Lo que hace único a este hallazgo es el uso del tinte rojo derivado del insecto Kermes vermilio, una fuente lujosa y rara de color en la antigüedad.
El equipo de investigadores empleó técnicas analíticas avanzadas, incluyendo la Cromatografía Líquida de Alta Presión (HPLC), para identificar con precisión las proporciones de ácido kermésico (carmín) en el textil teñido.
Esta metodología no solo permitió determinar la presencia del tinte, sino que también confirmó que el tinte rojo provino específicamente del Kermes vermilio, un insecto escamoso que parasita en los robles, especialmente en Quercus coccifera. Esta técnica, aunque destructiva, requiere solo una pequeña muestra, preservando así la integridad del artefacto antiguo.
El uso de tintes derivados de insectos escamosos como el Kermes vermilio era conocido por ser un proceso laborioso y costoso, lo que sugiere que tales textiles podrían haber sido símbolos de estatus y poder en las sociedades antiguas.

En las civilizaciones antiguas, el color de los tejidos no solo reflejaba el gusto personal, sino que también servía como un sistema de comunicación no verbal que indicaba el estatus social y económico de los individuos.
La fuente de los tintes estaba directamente relacionada con las capacidades económicas y sociales de las sociedades y era un indicador crucial en la investigación textil para estudiar el rol del teñido, los logros tecnológicos, la moda, el estatus social y económico, la agricultura y el comercio.
Sin embargo, los textiles son elementos raros en el registro arqueológico debido a su naturaleza perecedera y la rápida descomposición a la que están sujetos, lo que hace que su preservación en condiciones especiales, como las de las cuevas del Desierto de Judea, sea excepcionalmente valiosa.
El análisis detallado de este textil, a pesar de su pequeño tamaño, permite a los investigadores rastrear el origen del color rojo hasta el nivel de la especie del insecto utilizado, un hallazgo significativo no solo por su antigüedad sino también por lo que revela sobre el conocimiento y la tecnología de las civilizaciones antiguas en el manejo y aplicación de tintes naturales.
FUENTES
Naama Sukenik, Uri Davidovich, et al., Early evidence of an archaeological dyed textile using scale-insects: The Cave of Skulls, Israel. Journal of Archaeological Science: Reports, Volume 57, September 2024, 104673. doi.org/10.1016/j.jasrep.2024.104673
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