En un momento histórico para la paleoantropología, los yacimientos de la Sierra de Atapuerca han vuelto a ser el foco de atención mundial gracias a los nuevos restos de Homo antecessor encontrados en la unidad TD6 de la Gran Dolina. Estos descubrimientos marcan un hito en la investigación arqueológica y antropológica, coincidiendo con el 30 aniversario del primer hallazgo de esta especie en el mismo lugar, abriendo una nueva etapa llena de expectativas y promesas en el estudio de la evolución humana.
Los trabajos de excavación, que comenzaron el 18 de junio y concluyeron el 24 de julio, han involucrado a más de 300 investigadores de diversas partes del mundo. La participación de IPHES-CERCA ha sido particularmente destacada, con la implicación de alrededor de 120 investigadores y técnicos, además de docentes y estudiantes del máster interuniversitario en Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana (Erasmus Mundus) de la Universitat Rovira i Virgili (URV). Este equipo multidisciplinario ha llevado a cabo una coordinación exhaustiva y una participación activa en cinco yacimientos clave, asegurando que cada hallazgo se documente y analice con el mayor rigor científico posible.
En la Gran Dolina, específicamente en la unidad TD6, aparecieron nuevos restos de Homo antecessor. Los codirectores del proyecto, los doctores Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga, han descrito esta campaña de excavación como una de las más importantes en la historia del proyecto: Sin duda, el descubrimiento estrella de este año han sido los nuevos restos humanos de Homo antecessor recuperados en la unidad TD6 de Gran Dolina de aproximadamente 850.000 años de antigüedad.
Hace tres décadas, un pequeño sondeo en este sitio reveló los primeros restos de esta especie junto con miles de piezas de industria lítica y fósiles animales. Ahora, el equipo ha podido confirmar que la unidad TD6 está en condiciones óptimas para seguir revelando sus secretos.
La Importancia de los Nuevos Hallazgos
La doctora Marina Mosquera, directora del IPHES-CERCA, ha destacado la emoción y el alivio al descubrir que la unidad TD6 se encuentra bien conservada en una extensa área de más de 40 metros cuadrados. La presencia de una acumulación de coprolitos de hienas, identificada en capas anteriores, sugiere la existencia de un contexto paleobiológico único. Además, los hallazgos incluyen fragmentos de cráneo, mandíbula, vértebras y un diente incisivo de Homo antecessor, así como un osito de la muñeca. Este diente ha sido particularmente revelador, sugiriendo la presencia de un individuo adulto, posiblemente una mujer de unos 25 años, no identificado hasta ahora.
El trabajo en la Sima del Elefante también ha arrojado resultados valiosos. Aquí, los investigadores han completado la excavación de la capa arcillosa del nivel TE7, que ya había producido restos significativos, como el humano llamado «Pink» en 2022 y herramientas líticas en 2023. Este año, una lasca de cuarzo y una costilla de un herbívoro con marcas de corte han sido descubiertas, ofreciendo una visión más detallada de cómo vivieron los primeros homininos hace entre 1,2 y 1,4 millones de años.
Por su parte, en el yacimiento de Galería, los trabajos se han centrado en la Subunidad GIIb, con una antigüedad de aproximadamente 300.000 años. En este lugar, se han recuperado 500 restos de fauna y más de 30 herramientas líticas. Los hallazgos refuerzan la teoría de que las sociedades preneandertales utilizaban este sitio de forma expedita para obtener recursos faunísticos, siendo un punto de referencia en la Sierra de Atapuerca.
Los avances en Cueva Fantasma han sido igualmente significativos. Los equipos han trabajado en dos sectores diferenciados: el sector de entrada, donde se documentan ocupaciones neandertales, y la Sala Fantasma, una antigua guarida de hienas. En el sector de entrada, se ha recuperado una colección importante de herramientas líticas y huesos con marcas de actividad humana. En la Sala Fantasma, se ha encontrado una gran acumulación de restos animales, indicando una actividad intensiva de hienas hace unos 50.000 años.
Por último, la cueva de El Mirador ha proporcionado hallazgos de arte rupestre y artefactos neolíticos. Un bloque de piedra con pigmento rojo y una cerámica decorada con motivos soliformes destacan entre los descubrimientos, sugiriendo la presencia de comunidades agrícolas y ganaderas en la región hace unos 7.000 años.
El lavado y cribado de sedimentos en el río Arlanzón, con aproximadamente 15 toneladas de material procesado, han revelado restos de pequeños vertebrados que enriquecen el contexto paleontológico del área. Estos hallazgos consolidan a la Sierra de Atapuerca como un sitio excepcional para entender la historia de la humanidad.
Con el éxito de la campaña de 2024, los investigadores miran hacia el futuro con optimismo, anticipando descubrimientos aún más sorprendentes en los próximos años, que prometen redefinir nuestro entendimiento de la evolución humana en Europa.
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