En medio del vasto océano Pacífico, en el archipiélago de las Carolinas, se encuentra uno de los sitios arqueológicos más enigmáticos y fascinantes del mundo: Nan Madol. Este conjunto de ruinas, situado frente a la isla de Temwen, en Pohnpei (Estados Federados de Micronesia), ha capturado la imaginación de exploradores y arqueólogos durante siglos, debido a su impresionante fábrica y misteriosa historia.
Nan Madol, cuyo nombre significa «entre espacios» en pohnpeiano (en referencia a los canales), es una ciudad construida en la laguna de un atolón sobre un conjunto de 92 islas artificiales, todas interconectadas por una serie de canales. La disposición de estas islas y canales ha llevado a muchos a llamarla la «Venecia del Pacífico».
Cada una de estas islas se construyó utilizando bloques de basalto y coral, algunos de los cuales pesan hasta 50 toneladas, algo asombroso considerando que las estructuras datan de entre los siglos VIII y XIII.

El origen de la ciudad está íntimamente ligado con la dinastía Saudeleur, una línea de gobernantes que unificaron Pohnpei bajo su control alrededor del año 500 d.C. Según la tradición oral, los Saudeleur, cuyo nombre significa «Señor de Deleur», establecieron una sociedad jerárquica estrictamente estructurada que se reflejaba en la arquitectura de Nan Madol, donde las islas más grandes y elaboradas estaban reservadas para la nobleza y la élite religiosa, mientras que las más pequeñas eran para los plebeyos.
Los Saudeleur comenzaron a construir Nan Madol para servir como el centro ceremonial y político de su reino. Utilizaron una técnica de construcción conocida como «muros ciclópeos”, con grandes bloques de piedra dispuestos sin mortero.
Los bloques de basalto utilizados fueron extraídos y transportados desde varias millas de distancia, lo que añade un elemento de misterio sobre cómo lograron tal hazaña sin la tecnología moderna.

Las estructuras más prominentes en Nan Madol incluyen Nandauwas, un recinto funerario real, y Pahn Kadira, un lugar de sacrificio y ceremonia. Nandauwas, en particular, es impresionante por sus muros de 7,5 metros de altura, construidos con columnas de basalto dispuestas de manera precisa para formar una estructura imponente.
El dominio de los Saudeleur sobre Pohnpei, que llegó a tener 25000 habitantes según la tradición (estudios recientes calculan menos de 1000), duró hasta aproximadamente el año 1628, cuando fueron derrocados por el guerrero Isokelekel quien, según la leyenda, vino de la isla de Kosrae.
La caída de los Saudeleur marcó el fin de Nan Madol como centro político, aunque su importancia ritual continuó por algún tiempo. Se cree que la rígida estructura religiosa y política de los Saudeleur, basada en el control espiritual y ceremonial, fue una de las razones principales de su colapso, al no poder adaptarse a los cambios sociales y económicos.

Nan Madol está envuelta en numerosas leyendas y mitos que rodean la construcción de la ciudad, un logro que aún hoy es difícil de explicar completamente con la tecnología disponible en la época. Una de las historias más populares entre los locales es la de los hermanos hechiceros Olisihpa y Olosohpa, quienes supuestamente usaron magia para mover los enormes bloques de piedra que componen las estructuras, y fueron los primeros gobernantes del lugar.
Además, se han encontrado restos humanos en varias de las islas, lo que sugiere que Nan Madol también tenía una función funeraria significativa. Las plataformas funerarias grandes, conocidas como Luhlung o Lolong, y los osarios, estaban destinados a los miembros más altos de la sociedad, mientras que los entierros simples estaban reservados para la gente común.
Algunos islotes tenían un propósito especial como la preparación de alimentos, la construcción de canoas, o la preparación de aceite de coco. Otros tenían carácter funerario y estaban ocupados principalmente por las viviendas de los sacerdotes. El islote mortuorio real de Nandauwas posee muros de 5,5 a 7,5 metros de altura que rodean un recinto de tumbas central dentro del patio principal.

En Nan Madol ni siquiera hay agua dulce y tampoco se producían alimentos, por lo que todo debía traerse desde otras islas. La datación por carbono indica que el asentamiento más antiguo en el lugar fue alrededor del año 1 d.C., mientras que la construcción de la ciudad debió comenzar hacia el 1180 d.C., con las grandes piedras de basalto traídas de un tapón volcánico en el lado opuesto de la isla de Pohnpei.
Hoy en día, Nan Madol forma un distrito arqueológico que cubre más de 18 kilómetros cuadrados, e incluye la arquitectura de piedra construida sobre una plataforma de arrecife de coral a lo largo de la costa de la isla Temwen, varios islotes artificiales y la costa adyacente de la isla principal de Pohnpei. El núcleo del yacimiento con sus muros de piedra encierra un área de aproximadamente 1,5 por 0,5 kilómetros que contiene 92 islotes artificiales, con plataformas de piedra y coral bordeadas por canales de marea.
Nan Madol esta declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO, reconocido tanto por su valor histórico como por su vulnerabilidad. La densa vegetación y el clima tropical han afectado seriamente las estructuras, y la erosión amenaza con destruir lo que queda. Diversas organizaciones internacionales han iniciado esfuerzos de conservación para proteger y restaurar este tesoro arqueológico, asegurando que futuras generaciones puedan estudiar y apreciar la magnitud de este logro de la antigüedad.
FUENTES
Jennifer Wagelie, Nan Madol
Paul Rainbird, The Archaeology of Micronesia
Bill Sanborn Ballinger, Lost City of Stone: The Story of Nan Madol, the «Atlantis» of the Pacific
National Park Service, Nan Madol
William S. Ayres, Nan Madol, Micronesia
Wikipedia, Nan Madol
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