Un reciente estudio ha revelado sorprendentes hallazgos sobre cómo creció la economía en la antigua Britania durante la época romana. El hallazgo , publicado en la prestigiosa revista Science Advances, desafía la creencia tradicional de que las economías antiguas eran incapaces de aumentar su eficiencia de manera sostenida.
El estudio se centró en el crecimiento económico en la Britania romana, una provincia que formaba parte del vasto Imperio Romano desde la conquista de Claudio en el año 43 d.C. Utilizando registros arqueológicos, los científicos examinaron tres aspectos clave de la economía: la densidad de población en los asentamientos, la relación entre el tamaño de la población y la productividad económica, y cómo estos factores interactuaban para impulsar el crecimiento.
Para realizar este análisis, los investigadores emplearon la teoría del escalamiento de asentamientos, un marco teórico que propone que la productividad per cápita aumenta con la densidad de población. En otras palabras, en sociedades donde las personas viven más cerca unas de otras y tienen más interacciones, se produce una mayor especialización del trabajo y, por ende, un incremento en la productividad económica. Este concepto no solo se aplica a las economías modernas, sino también a las antiguas, permitiendo una comparación directa entre distintas épocas.
Los resultados del estudio mostraron que los asentamientos en Britania romana experimentaron rendimientos crecientes a medida que la población aumentaba, lo que coincide con las predicciones de la teoría del escalamiento. Además, se observó un crecimiento en la productividad per cápita a lo largo del tiempo, un patrón similar al observado en las economías contemporáneas.
Uno de los descubrimientos más interesantes fue que este crecimiento no solo se debió a la aglomeración de personas, sino también a mejoras en la tecnología y las instituciones sociales. Entre las innovaciones tecnológicas que contribuyeron a este crecimiento se encontraban la construcción de carreteras, el uso de vehículos de rueda y mejoras en la agricultura, como arados más eficientes y animales de tiro más fuertes. Estas mejoras permitieron aumentar la producción agrícola, lo que a su vez impulsó la economía en general.
En cuanto a las instituciones sociales, la introducción de la moneda y el establecimiento del estado de derecho bajo el dominio romano facilitaron el comercio y la administración eficiente de recursos. Estas mejoras institucionales jugaron un papel crucial en el crecimiento económico, mostrando que las economías antiguas eran capaces de aumentar su productividad a través de innovaciones no solo tecnológicas, sino también sociales.
Este estudio desafía la idea de que las economías preindustriales dependían exclusivamente del crecimiento extensivo, es decir, del aumento de la población, para incrementar la producción económica. En cambio, demuestra que las mejoras tecnológicas e institucionales también eran fundamentales para impulsar la productividad per cápita.
En segundo lugar, sugiere que las diferencias entre las economías antiguas y modernas son más de grado que de tipo. Mientras que las economías modernas han experimentado un crecimiento intensivo a un ritmo mucho más rápido, las antiguas también lograron aumentos en la productividad a través de innovaciones tecnológicas y mejoras institucionales, aunque a un ritmo más lento.
En tercer lugar, el estudio proporciona una metodología robusta para futuros análisis del crecimiento económico en contextos preindustriales. La teoría del escalamiento de asentamientos ofrece una herramienta valiosa para distinguir entre diferentes formas de crecimiento económico y entender cómo las interacciones sociales y la concentración de población influyen en la productividad económica.
La investigación subraya la importancia de considerar tanto el crecimiento intensivo como el extensivo al analizar las economías antiguas, y sugiere que las innovaciones tecnológicas e institucionales siempre han sido cruciales para el progreso económico. En última instancia, estos descubrimientos resaltan la continuidad de los procesos económicos a lo largo del tiempo, ofreciendo una perspectiva unificada que puede aplicarse para entender mejor el desarrollo económico en diversas sociedades y épocas.
No obstante, los investigadores también concluyen que es importante destacar que, una vez que las legiones romanas abandonaron Gran Bretaña en el año 410 de la era cristiana, el sistema económico se derrumbó y no recuperó los niveles romanos hasta quizás un milenio o más después.
FUENTES
Scott G. Ortman et al., Identification and measurement of intensive economic growth in a Roman imperial province. Sci. Adv. 10, eadk5517(2024). DOI:10.1126/sciadv.adk5517
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.