Un equipo internacional, coordinado por la Universidad de Trento, ha publicado un estudio sobre un descubrimiento que marca un hito en el conocimiento de la Luna. Por primera vez se ha demostrado la existencia de un túnel en el subsuelo lunar, que puede ser un conducto de lava vaciado. El trabajo ha sido publicado por la revista científica Nature Astronomy.

Estas estructuras habían sido hipotetizadas durante más de 50 años, pero es la primera vez en absoluto que demostramos su existencia aclara Lorenzo Bruzzone, de la Universidad de Trento y coordinador de la investigación.

¿Cómo se llegó a esta demostración? Bruzzone explica: En el marco de una misión de la NASA, el radar Miniature Radio-Frequency (Mini-RF) en 2010 capturó una serie de imágenes de la superficie lunar. A distancia de tantos años, hemos analizado estas imágenes con complejas tecnologías de procesamiento de señales desarrolladas recientemente en nuestro laboratorio y hemos descubierto que una parte de las reflexiones radar provenientes de un área del mar de la Tranquilidad puede atribuirse a un conducto subterráneo. Este descubrimiento proporciona la primera prueba directa de un túnel rocoso accesible bajo la superficie de la Luna.

La entrada del túnel es visible en el mar de la Tranquilidad
La entrada del túnel es visible en el mar de la Tranquilidad. Crédito: NASA

El análisis de los datos ha permitido construir un modelo que representa la parte inicial del túnel, prosigue Leonardo Carrer, investigador de la Universidad de Trento y primer autor. Es muy probable que se trate de un conducto de lava vaciado.

El investigador principal del Mini-RF, Wes Patterson, del Johns Hopkins Applied Physics Laboratory, añade: Esta investigación demuestra tanto cómo los datos radar de la Luna pueden ser utilizados de nuevas maneras para responder a preguntas fundamentales para la ciencia y la exploración, como lo crucial que es continuar recolectando datos teledetectados sobre la Luna. Esto considerando la actual misión LRO y, esperablemente, las futuras misiones orbitales.

En el estudio, en parte financiado por la Agencia Espacial Italiana, también han participado investigadores de la Universidad de Padua y de La Venta Geographic Explorations APS, quienes han contribuido en particular al análisis geológico y a la modelización de la cavidad identificada.

La parte de la imagen correspondiente a la topografía de la superficie se obtuvo a partir de datos ROC NAC (Wagner, R. v., & Robinson, M. S. (2022). Morfología de las fosas lunares: Implicaciones para la exploración. Journal of Geophysical Research: Planets, 127(8). https://doi.org/10.1029/2022JE007328)
La parte de la imagen correspondiente a la topografía de la superficie se obtuvo a partir de datos ROC NAC (Wagner, R. v., & Robinson, M. S. (2022). Morfología de las fosas lunares: Implicaciones para la exploración. Journal of Geophysical Research: Planets, 127(8). https://doi.org/10.1029/2022JE007328) Crédito: NASA / Arizona State University

El estudio tiene impacto científico, pero también implicaciones para el desarrollo de las misiones a la Luna, donde el ambiente es hostil para la vida humana. Con el lado expuesto al Sol que puede alcanzar 127°C y el opuesto que desciende hasta -173°C. Con una radiación cósmica y solar hasta 150 veces más potente que la que se experimenta en la Tierra. Y una amenaza constante de meteoritos.

De ahí la necesidad de encontrar soluciones para sitios de alunizaje de las sondas o para la construcción de infraestructuras protegidas, como podrían ser las realizadas en las profundidades de la Luna.

Las pruebas radar de los túneles lunares se convierten, por lo tanto, en de extrema importancia para profundizar los conocimientos sobre la extensión y la forma de los conductos con vistas a la exploración de las cuevas selenitas a través de futuras misiones robóticas.



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