En la tumultuosa época de la caída del Imperio Romano de Occidente, emergió un pequeño pero significativo dominio conocido como el Reino de Soissons. Este territorio, situado en el noroeste de la Galia, fue dirigido sucesivamente por tres generales romanos: Aecio, Egidio y Siagrio, todos ellos con el título de Magister Militum per Gallias (comandante en jefe de las fuerzas romanas en la Galia).

Esta entidad política, aunque comúnmente se la denomina reino, funcionaba más bien como un enclave militar y administrativo en una Galia fragmentada y acosada por las invasiones germánicas.

Para entender el Reino de Soissons, es crucial situarlo en el contexto más amplio de la transformación del Imperio Romano. Tras las reformas de Diocleciano en el siglo III, el imperio se dividió en dos partes occidental y oriental, creando un sistema tetrárquico que, aunque diseñado para fortalecer el control imperial, eventualmente facilitó la fragmentación.

Posible retrato de Aecio en el díptico que lleva su nombre
Posible retrato de Aecio en el díptico que lleva su nombre. Crédito: Tataryn / Wikimedia Commons

En el siglo V, el Imperio Romano de Occidente estaba en plena decadencia, debilitado por invasiones continuas y luchas internas por el poder.

El origen del Reino de Soissons puede rastrearse hasta el gobierno de Aecio, un general romano que mantuvo su autoridad en la Galia durante las primeras invasiones hunas y germánicas y ha pasado a la historia por su victoria contra Atila en la Batalla de los Campos Cataláunicos en 451.

Fue una figura clave en la defensa de los territorios romanos de la Galia, que tras su asesinato en 454, pasaron a ser controlados por Egidio, nombrado Magister Militum per Gallias por el emperador Mayoriano en 457.

Los hunos en los Campos Cataláunicos (A. de Neuville)
Los hunos en los Campos Cataláunicos (A. de Neuville). Crédito: Dominio público / Wikimedia Commons

Esta decisión de Mayoriano se considera el origen de facto del reino de Soissons. Así, Egidio consolidó su poder en el norte de la Galia, resistiendo las presiones de los francos al noreste y los visigodos al sur.

El territorio estaba inicialmente conectado con la península itálica, pero quedó aislado cuando las tribus germánicas ocuparon Auvernia, Provenza y el Languedoc.

Egidio se alió con Childerico I, el rey de los francos, contra los visigodos, a los que consiguieron mantener a raya. Incluso algunos investigadores opinan que la solicitud de ayuda enviada por los romano-britanos, conocida como el Gemido de los Britanos, iba dirigida a Egidio en lugar de al emperador.

Europa occidental en el siglo V d.C
Europa occidental en el siglo V d.C. El Reino de Soissons identificado por el nombre de su gobernante, Siagrio Crédito: Varoon-Arya / Rowanwindwhistler / Wikimedia Commons

La muerte de Egidio en 464 o 465, le habría impedido atender esa llamada, y llevó a su hijo Afranio Siagrio a tomar el mando, continuando la administración del enclave galo-romano desde su base en Noviodunum (la actual Soissons).

La deposición del último emperador occidental en 476 por Odoacro, marcó el fin oficial del Imperio de Occidente. Sin embargo Siagrio no aceptó la autoridad de Odoacro, y tras el reconocimiento de éste por el emperador oriental Zenón, cortó todos los lazos con Roma.

Aunque Soissons quedaba así convertida en un estado indepediente, Siagrio siempre mantuvo que él estaba gobernando una provincia romana.

Extensión y ciudades del Reino de Soissons
Extensión y ciudades del Reino de Soissons. Crédito: Isaac Sanolnacov / Rowanwindwhistler / Wikimedia Commons

De hecho, adoptó el título de dux (jefe militar de una provincia), pero las tribus germánicas le apodaron rex Romanorum (rey de los romanos). El historiador galo-romano Gregorio de Tours, que escribió a mediados del siglo VI d.C., fue el responsable de identificar el territorio gobernado por Siagrio como Regnum Romanorum, es decir, reino de los romanos.

La estabilidad relativa del Reino de Soissons bajo Siagrio se vio amenazada cuando Clodoveo, rey de los francos salios, comenzó su expansión hacia el sur desde Tournai.

Así, en 486, Clodoveo y su ejército franco se enfrentaron a Siagrio en la Batalla de Soissons, derrotándolo y marcando el fin del dominio galo-romano en la región.

Siagrio cautivo ante Clodoveo
Siagrio cautivo ante Clodoveo. Crédito: Dominio público / Wikimedia Commons

Fue el final del Reino de Soissons, que quedó asimilado al reino franco que para el año 555 incluía ya toda la Galia. Los reinos germánicos, que originalmente coexistían con estructuras romanas, comenzaron a adoptar y adaptar leyes romanas, fusionándose cultural y legalmente.

Este fenómeno de romanización de los germanos y la germanización de los romanos fue clave para la formación de las futuras identidades políticas y culturales de Europa Occidental.

El Reino de Soissons fue así el último territorio del Imperio Romano de Occidente en caer en el año 486 d.C. Habían pasado diez años desde la deposición del último emperador, Rómulo Augústulo, y seis desde la muerte del verdadero emperador Julio Nepote.



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