Un nuevo estudio ha utilizado colecciones de museos para cartografiar la diversidad de ammonites en todo el mundo antes de su extinción total y ha descubierto que no estaban en declive antes de su extinción junto a los dinosaurios no avianos hace 66 millones de años.
Los ammonites, esos icónicos moluscos marinos con conchas en espiral que han fascinado a paleontólogos y aficionados durante generaciones, no estaban en declive antes de su extinción, según ha revelado un nuevo estudio. Estos organismos, que prosperaron en los océanos de la Tierra durante más de 350 millones de años, desaparecieron en el mismo evento catastrófico que acabó con los dinosaurios hace aproximadamente 66 millones de años.
Históricamente, algunos paleontólogos han sostenido que la desaparición de los ammonites era inevitable y que su diversidad estaba disminuyendo mucho antes de su extinción al final del período Cretácico. No obstante, una investigación reciente, publicada hoy en la revista Nature Communications y liderada por un equipo de paleontólogos de la Universidad de Bristol, ofrece una perspectiva diferente, sugiriendo que su destino no estaba predeterminado. En lugar de una declinación continua, la historia final de los ammonites es considerablemente más compleja.
El Dr. Joseph Flannery-Sutherland, autor principal del estudio, señaló que entender cómo y por qué ha cambiado la biodiversidad a lo largo del tiempo es un desafío monumental. A menudo, explicó, el registro fósil actúa como un narrador poco fiable. Los patrones de diversidad que observamos pueden ser simplemente el resultado de patrones de muestreo – es decir, dónde y cuándo se han encontrado nuevas especies fósiles – y no necesariamente reflejan la verdadera historia biológica.
Uno de los errores de estudios anteriores, según el equipo de Bristol, fue analizar el registro fósil existente de los ammonites del Cretácico Tardío como si fuera una historia completa y global. Este enfoque probablemente llevó a la conclusión equivocada de que los ammonites estaban en un declive ecológico a largo plazo. Para superar esta limitación, el equipo de investigación creó una nueva base de datos de fósiles de ammonites del Cretácico Tardío, lo cual ayudó a llenar los vacíos en el muestreo del registro fósil.
El coautor del estudio, Cameron Crossan, un graduado del programa de MSc en Paleobiología de la Universidad de Bristol en 2023, destacó que recurrieron a colecciones de museos para obtener nuevas fuentes de especímenes en lugar de depender únicamente de lo que ya se había publicado. Este método les permitió asegurar una imagen más precisa de la biodiversidad de los ammonites antes de su extinción total.
Utilizando esta base de datos ampliada, el equipo analizó cómo variaban las tasas de especiación y extinción de los ammonites en diferentes partes del mundo. Si los ammonites hubieran estado en declive durante el Cretácico Tardío, sus tasas de extinción habrían sido generalmente más altas que sus tasas de especiación en cualquier región estudiada. Sin embargo, lo que encontraron fue que el equilibrio entre especiación y extinción cambió tanto a lo largo del tiempo geológico como entre diferentes regiones geográficas.
El Dr. James Witts, del Museo de Historia Natural de Londres y coautor principal del estudio, subrayó que estas diferencias en la diversificación de los ammonoideos en todo el mundo son una parte crucial de por qué su historia en el Cretácico Tardío ha sido malinterpretada. Por ejemplo, el registro fósil de los ammonites en partes de América del Norte está muy bien muestreado, pero si uno solo se basara en estos datos, podría pensar erróneamente que los ammonites estaban en declive, mientras que en realidad estaban prosperando en otras regiones. Su extinción fue realmente un evento fortuito y no un resultado inevitable.
Para entender mejor qué permitió el éxito continuo de los ammonites durante el Cretácico Tardío, el equipo de investigación exploró los factores que podrían haber causado cambios en su diversidad a lo largo del tiempo. Estaban particularmente interesados en determinar si las tasas de especiación y extinción de los ammonites estaban impulsadas principalmente por condiciones ambientales como la temperatura del océano y el nivel del mar (Hipótesis del Bufón) o por procesos biológicos como la presión de los depredadores y la competencia entre los mismos ammonites (Hipótesis de la Reina Roja).
La Dra. Corinne Myers, de la Universidad de Nuevo México y coautora del estudio, comentó que las causas de la especiación y extinción de los ammonites eran tan variadas geográficamente como las tasas mismas. Esto significa que no se podía simplemente observar su registro fósil total y concluir que su diversidad estaba impulsada enteramente por cambios en la temperatura, por ejemplo. Era un fenómeno más complejo y dependía del lugar en el mundo donde vivían.
El Dr. Flannery-Sutherland concluyó que los paleontólogos a menudo son aficionados a las narrativas simplificadas sobre qué impulsó los cambios en la diversidad fósil de un grupo, pero este trabajo muestra que las cosas no siempre son tan simples. No podemos confiar necesariamente en los conjuntos de datos fósiles globales y necesitamos analizarlos a escalas regionales. De esta manera, podemos capturar una imagen mucho más matizada de cómo cambió la diversidad a lo largo del espacio y el tiempo, lo que también muestra cómo la variación en el equilibrio de los efectos de la Reina Roja y el Bufón moldearon estos cambios.
FUENTES
Flannery-Sutherland, J.T., Crossan, C.D., Myers, C.E. et al. Late Cretaceous ammonoids show that drivers of diversification are regionally heterogeneous. Nat Commun 15, 5382 (2024). doi.org/10.1038/s41467-024-49462-z
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