Cuando Auguste Mariette, que había sido enviado ocho años antes por el museo del Louvre a Egipto en busca de manuscritos antiguos, fue nombrado en 1858 Conservador de monumentos por el gobierno egipcio, inició una frenética actividad de excavación.

Solo en 1860 dirigió más de 35 nuevas excavaciones, mientras se ocupaba del mantenimiento de las ya iniciadas. Una de estas excavaciones tuvo lugar en Edfu, en la ribera occidental del Nilo en el Alto Egipto, a unos 85 kilómetros al sur de Luxor. Allí, una expedición francesa había encontrado 62 años antes, en 1798, unos gruesos pilones que sobresalían unos pocos metros de la arena junto a un poblado cerca del río.

Mariette comenzó a excavar para dejar al descubierto los pilones, y la excavación se fue extendiendo bajo las casas (hasta un centenar tuvieron que ser demolidas), hasta que a una profundidad de 12 metros toda la estructura quedó al descubierto. Se trataba del templo de Horus, el segundo templo más grande de Egipto después de Karnak, y el mejor conservado, pues está casi intacto gracias a haber permanecido enterrado bajo la arena y capas de sedimento fluvial del Nilo durante siglos.

Estatua de Horus en el patio del templo de Edfu
Estatua de Horus en el patio del templo de Edfu. Crédito: Olaf Tausch / Wikimedia Commons

El lugar se llamó Apolinópolis Magna en época grecorromana, equiparando al dios local Horus, con el dios griego Apolo.

El Templo de Edfu se levantó durante el período Ptolemaico, iniciándose su construcción el 23 de agosto del 237 a.C. bajo el reinado de Ptolomeo III Evergetes (al año siguiente de la promulgación del Decreto de Canopo) y finalizando el 5 de diciembre de 57 a.C. durante el mandato de Ptolomeo XII Auletes, tras un total de 180 años de construcción.

Se alzó sobre las ruinas de otro templo más antiguo también dedicado a Horus. Una inscripción atribuye la inspiración del proyecto a Imhotep, el primer ingeniero y arquitecto conocido de la historia, pero éste vivió unos 2400 años antes, por lo que los sacerdotes de Edfu solo seguían la costumbre de citar al gran visir del faraón Zóser, probablemente para legitimar la construcción y dar continuidad a la importancia religiosa del lugar.

Plano del templo de Edfu
Plano del templo de Edfu. Crédito: Wellcome Images / Wikimedia Commons

Tanto el diseño como la orientación de la estructura actual difieren de esa original anterior, siguiendo un eje norte-sur en lugar de ser transversal al curso del río.

Edfu es uno de varios templos construidos en la misma época, incluyendo el complejo del Templo de Dendera, el Templo de Esna, el Templo de Kom Ombo y el Templo de Filae, y su tamaño refleja la prosperidad relativa de ese periodo en la historia de Egipto.

Tiene 137 metros de largo por 47 de ancho (79 en los pilonos), y una altura máxima de 36 metros. Inicialmente consistía en una sala hipóstila, dos salas transversales y un santuario de la barca sagrada rodeado de capillas. En su interior se conserva un santuario anterior, la naos de Nectanebo II, que está exento.

Los pilonos de la entrada alcanzan una altura de 33,5 metros, y aunque parecen macizos, cada uno contiene una escalera interior que conecta ocho pisos y ocho entrepisos que servían como almacenes. Entre ellos hay un relieve del dios principal del templo, Hor-Behdeti (Horus de Edfu), y a cada lado del portal otro más pequeño de la diosa Hut-Hor-lunet (Hathor de Dendera). Los dioses miran hacia afuera a dos grandes relieves en cada lado de la fachada donde aparece el faraón Ptolomeo XII ofreciéndoles prisioneros como sacrificio.

Patio interior del templo de Edfu
Patio interior del templo de Edfu. Crédito: Goetz48 / Wikimedia Commons

Frente a los pilonos, a derecha e izquierda de la entrada del templo, hay dos estatuas de halcones de granito negro que representan a Horus. Estas estatuas no llevan la corona que sí porta la estatua similar que hay en el patio interior del templo.

El patio está rodeado por 32 columnas que forman columnatas en los lados este, sur y oeste, con capiteles de diferentes formas. Todo el recinto está rodeado de un muro que se conserva parcialmente, y bajo él discurre una gran galería subterránea, que se utilizaba como almacén y es uno de los aspectos más impresionantes de la arquitectura del templo.

A pesar de los daños sufridos a lo largo de los siglos, incluyendo actos de vandalismo religioso durante la persecución de los paganos en el Imperio Romano, el templo ha mantenido gran parte de su estructura original intacta.

La cámara de la barca sagrada, en el interior del templo de Edfu
La cámara de la barca sagrada, en el interior del templo de Edfu. Crédito: Olaf Tausch / Wikimedia Commons

Es famoso por sus inscripciones, que ofrecen detalles sobre su construcción y narran el mito de la creación asociado con el templo. Cuentan la historia del comienzo del mundo, cuando todo estaba cubierto por agua. Durante la lucha entre la tierra y las aguas primordiales, un halcón (Horus) ayudó a que la tierra emergiera, marcando el lugar donde se construiría el templo. Estas inscripciones también incluyen escenas importantes del drama sagrado que narra la batalla entre Horus y Seth, que tuvo lugar según la tradición en Edfu.

Una de estas inscripciones es la fundacional de Ptolomeo III:

Este hermoso día en el 10.º (año de reinado), (día) 7 del mes de Epip durante la majestad (del hijo) de Ra (Ptolomeo III Evergetes I) fue el día de la fiesta del Senut, cuando se establecieron las dimensiones (del edificio) sobre el suelo, (fue) la primera de todas las fiestas de Senut con motivo de la extensión de la cuerda en la fundación del Gran-Asiento-de-Ra-Horajty (Edfu), la fundación del trono-del-protector-de-su-padre (Edfu). El propio rey y la diosa Seshat, la Grande, trazaron el plano del Primer-Santuario (Edfu); la correcta ubicación de sus salas fue determinada por los dioses de la palabra creadora junto con el señor de la planta de Heden (Thot), los dioses Jnum comenzaron a formar, Ptah modeló y la primera ur-deidad estalló en júbilo por todas partes. (…) Las paredes en su interior fueron decoradas a la perfección con relieves, con las figuras de los dioses y las imágenes de las diosas, así como con toda la magnificencia del creador de la gloria (Edfu).

Era el centro de varios festivales sagrados, siendo el más notable el festival que celebraba el viaje anual de la diosa Hathor desde su templo en Dendera para visitar a Horus en Edfu. Este evento, que marcaba su matrimonio sagrado, era una ocasión de gran peregrinación y festividad.

Detalle del pronaos del templo de Edfu
Detalle del pronaos del templo de Edfu. Crédito: Olaf Tausch / Wikimedia Commons

Se sabe que dentro del templo también se criaban halcones en una casa de aves o templo de los halcones, de los cuales cada año uno de los animales era coronado en el patio y convertido en símbolo viviente de Horus. Esta casa de las aves no ha podido ser encontrada ni identificada.

El templo comenzó a decaer tras el edicto de Teodosio I en el 391 d.C., que prohibió el culto no cristiano en el Imperio Romano. No obstante, todavía seguiría activo hasta que los dioses abandonaron Egipto, cuando el emperador Justiniano mandó cerrar definitivamente los templos en el año 537, encarcelando a los sacerdotes y trasladando las estatuas sagradas a Constantinopla.

Hoy el templo de Edfu es uno de los más visitados de Egipto, gracias a su excepcional grado de conservación, siendo parada habitual para los cruceros que recorren el Nilo.



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