En la antigua Grecia, entre los años 710 y 650 a.C., tuvo lugar un importante conflicto bélico conocido como la Guerra Lelántica o Lelantina. Las protagonistas fueron las polis de Calcis y Eretria, ubicadas en la isla de Eubea, y de acuerdo a las fuentes antiguas, el motivo inicial del enfrentamiento fue una disputa por el control de la fértil Llanura del Lelanto, situada en el centro de Eubea.

Esta llanura tenía una gran importancia agrícola, produciendo cereales y vino, por lo que es probable que un período de sequía a finales del siglo VIII a.C. exacerbara las tensiones entre ambas ciudades por su control. Calcis y Eretria venían aumentando su riqueza gracias al comercio y fundación de colonias, y la posesión de la llanura era un asunto de gran peso económico.

También es posible que el origen de la disputa fuera un desastre natural, ya que a finales del siglo VIII a.C. hubo una grave sequía en muchas partes del mundo heleno, como el Ática, la propia Eubea y otras islas vecinas, que provocó una hambruna.

Localización de la llanura del Lelanto en la isla de Eubea
Localización de la llanura del Lelanto en la isla de Eubea. Crédito: Rowanwindwhistler / Wikimedia Commons

Los historiadores modernos no están seguros del alcance real del conflicto. Según algunas fuentes antiguas, la guerra comenzó en el año 710 a.C. y se extendió por la mayor parte de Grecia, con muchas otras ciudades-estado aliándose a uno u otro bando. La Guerra Lelantina habría sido así el conflicto griego más extenso e importante entre la guerra de Troya y las Guerras Médicas (las invasiones persas de Grecia).

Sin embargo, estudios más recientes ponen en duda la existencia de alianzas formales tan tempranas, y la ambigüedad de las escasas fuentes contemporáneas (Heródoto escribiría unos 200 años después) convierten su historicidad en controvertida.

De esos escasos testimonios se deduce que Eretria contó con el apoyo de Mileto, mientras Calcis se alió con Samos y Tesalia. Tucídides hace referencia a la Guerra Lelantina en su Historia de la Guerra del Peloponeso, escrita hacia 411 a.C.:

Por tierra ninguna guerra fue de gran importancia, porque todas las que se hicieron eran contra comarcanos y vecinos; y los griegos no salían a hacer guerra a lugares extraños lejos de su casa para sojuzgar a los otros. Ni los súbditos se levantaban contra las grandes ciudades, ni éstas de común acuerdo formaban ejércitos, porque casi siempre discordaban las unas de las otras, y así cercanas peleaban entre sí sobre todo hasta la guerra antigua de los calcídeos y eretrieos, en la que lo restante de Grecia se dividió para ayudar a unos o a otros.

Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso I.15
La llanura Lelantina en la actualidad
La llanura Lelantina en la actualidad. Crédito: George E. Koronaios / Wikimedia Commons

La guerra se libró principalmente por tierra, según el poeta Arquíloco de Paros, testigo de la época, que hace referencia a enfrentamientos sin arcos ni hondas, posiblemente cumpliendo acuerdos entre ambos bandos. En cualquier caso, todavía no se habían introducido las tácticas hoplíticas, por lo que es probable que se emplearan principalmente espadas y armaduras ligeras.

Esto lo cuenta también Estrabón a finales del siglo I a.C., indicando que ambas ciudades, en virtud de su antigua amistad, acordaron no usar armas de largo alcance en batalla. Otras fuentes indican que los ejércitos eran principalmente de jinetes que luchaban entre sí.

El conflicto se prolongó durante décadas, hasta que en torno al 645 a.C. una carga de la caballería tesalia dirigida por Cleómaco de Farsalia decidió la victoria de Calcis (al menos en esa batalla), aunque el propio Cleómaco resultó muerto, tal y como cuenta Plutarco.

Fue Cleómaco con las fuerzas tesalias en ayuda de los calcidios, pues era evidente que los calcidios eran superiores en cuanto a infantería, pero les estaba costando gran esfuerzo derrotar a la caballería. (…) Reuniendo Cleómaco a los mejores jinetes de entre los tesalios con él, cargó de forma brillante y derrotó a los enemigos, espantando y poniendo en fuga a la fuerza de caballería enemiga. Por esta razón huyeron a su vez los hoplitas: los calcidios habían conquistado la victoria. Sin embargo, yacía muerto Cleómaco, a quien levantaron en el ágora de Calcis una sepultura, en la que hasta hoy se erige una imponente columna.

Plutarco, Amatorius 17 (Moralia 760)
Combatientes helenos
Combatientes helenos. Crédito: Ava Babili / Flickr

Se desconoce quien ganó finalmente la guerra. Lo que sí se sabe es que tras la larga contienda, Eubea ya no volvió a liderar el mundo griego como antes.

Tanto Eretria como la propia Calcis perdieron su primacía económica y política y la región entró en un período de decadencia relativa, mientras otras polis como Mileto y Focea tomaban el relevo en la colonización del Mediterráneo. La cerámica pintada eubea fue sustituida en el mercado por la corintia.

Calcis, la posible vencedora en el conflicto, retendría el control de la Llanura de Lelanto hasta el 506 a.C., cuando Atenas implantó allí una cleruquía, dominando finalmente la zona.

La Guerra Lelantina, aun cuando su propia existencia es discutida por investigadores modernos, supuso un hito fundacional en los inicios de la historia griega clásica. Pese a la escasez de fuentes, ilustra los orígenes de los primeros conflictos entre polis por el control del territorio y los recursos, así como la emergencia de alianzas político-militares que marcarían el devenir del mundo helénico.

Según Oswyn Murray, la Guerra Lelantina marcó el final de una era en otro sentido. Fue la última guerra librada al viejo estilo entre los principales proponentes de ese estilo. Según un antiguo oráculo “la mejor de todas la tierras es la pelasga Argos, los caballos de Tesalia, las mujeres de Esparta, y los hombres que beben el agua de la santa Aretusa en Calcis”.


Fuentes

Burn AR. The so-called ‘Trade-Leagues’ in Early Greek History and the Lelantine War. The Journal of Hellenic Studies. 1929;49(1):14-37. doi:10.2307/625000 | Bradeen, D. W. (1947). The Lelantine War and Pheidon of Argos. Transactions and Proceedings of the American Philological Association, 78, 223–241. doi.org/10.2307/283496 | Donlan, W. (1970). Archilochus, Strabo and the Lelantine War. Transactions and Proceedings of the American Philological Association, 101, 131–142. doi.org/10.2307/2936044 | Oswyn Murray, Early Greece | Wikipedia


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