En lo más remoto del océano Índico meridional, a casi 2.500 millas náuticas (4.700 kilómetros) al suroeste de Perth y a medio camino entre Madagascar y la Antártida (de la que la separan 1.550 kilómetros), se encuentra la montaña más alta de Australia.
Se trata del pico Mawson y evidentemente no está en la Australia continental sino en el Territorio de las Islas Heard y McDonald, un pequeño grupo de islas deshabitadas y de origen volcánico cuyo lugar habitado más cercano es el archipiélago francés de Kerguelen, a unos 430 kilómetros al noroeste.
El descubrimiento de estas islas se remonta a mediados del siglo XIX. Fue en 1853 cuando el capitán estadounidense John Heard, a bordo del buque Oriental, avistó por primera vez la mayor de las islas, Heard, durante un viaje de Boston a Melbourne. Poco después, en 1854, el capitán William McDonald, a bordo del Samarang, descubrió las islas que llevan su nombre, situadas a unos 30 kilómetros al oeste de Heard.
A pesar de estos primeros avistamientos, no fue hasta marzo de 1855 que se produjo el primer desembarco en las islas, cuando miembros de la tripulación del barco Corinthian, comandado por Erasmus Darwin Rogers, llegaron a una zona conocida como Oil Barrel Point.
Durante las siguientes décadas, varios balleneros estadounidenses establecieron campamentos temporales en la isla Heard, llegando a alcanzar una población de hasta 200 personas. Sin embargo, su caza indiscriminada diezmó rápidamente la población de focas, obligándolos a abandonar las islas hacia 1880.
Tras estos primeros contactos, las islas Heard y McDonald permanecieron en gran medida desconocidas y deshabitadas durante varias décadas. Fue en 1874 cuando una expedición científica a bordo del buque británico Challenger recolectó los primeros datos geológicos y botánicos.
Ya en el siglo XX, se registraron algunos intentos fallidos de caza de ballenas y, en 1902, el científico alemán Erich von Drygalski lideró una expedición que realizó un exhaustivo trabajo de investigación sobre la geología, flora y fauna de la isla Heard.
No fue hasta 1947 que se estableció la primera estación científica permanente en las islas, cuando la Australian National Antarctic Research Expeditions (ANARE) construyó una base en Atlas Cove, en el extremo occidental de Heard. Esta base se mantuvo operativa hasta 1955, si bien a lo largo de los años se han sucedido diversas expediciones científicas de Australia, Estados Unidos y Francia que han ocupado temporalmente la isla.
En 1947, el dominio sobre este remoto territorio pasó de manos del Reino Unido a Australia, que desde entonces lo administra como un territorio externo. Desde entonces, en ellas se encuentra el mencionado pico más alto de todo el país (salvo que se consideren como territorio australiano el monte McClintock y el Monte Menzies, ambos en la zona de la Antártida reclamada por Australia y solo reconocida por Nueva Zelanda, Reino Unido, Francia y Noruega).
El pico Mawson corona el volcán activo Big Ben, en la isla Heard con una altitud de 2.745 metros, superando por 517 metros al monte Kosciuszko, la montaña más alta de la Australia continental.
La primera ascensión al Mawson se realizó en 1965, cuando un equipo de la Southern Indian Ocean Expedition to Heard Island logró alcanzar la cima. Desde entonces, solo unas pocas expediciones más han conseguido coronar este remoto y difícil pico, como la de 1983 o la del año 2000, en la que participó un equipo del Ejército australiano.
Porque el volcán sigue activo y ha entrado en erupción varias veces en los últimos años, la última ocasión el 2 de febrero de 2016, lo que dificulta enormemente las ascensiones. Además también influye la dificultad de acceso a la isla Heard, que no tiene puertos donde los barcos puedan amarrar.
Más allá de su altitud, las islas Heard y McDonald destacan por ser un verdadero paraíso natural. Prácticamente libres de la influencia humana, estos territorios vírgenes albergan una rica y variada fauna, con colonias de pingüinos, focas y otras aves marinas. Debido a su excepcional valor ecológico, en 1997 la UNESCO las incluyó en su lista de Patrimonio Mundial.
Situadas a medio camino entre Madagascar y la Antártida, las islas Heard y McDonald se encuentran fuertemente influenciadas por el clima antártico, con temperaturas que apenas superan los 4°C incluso en verano y vientos huracanados que soplan de forma constante.
Su aislamiento y condiciones extremas han impedido que se desarrolle en ellas cualquier forma de vida vegetal o animal introducida por el hombre, convirtiéndolas en uno de los pocos ecosistemas insulares prístinos que quedan en el planeta.
A pesar de su lejanía y dificultad de acceso, las islas Heard y McDonald han sido objeto de una creciente atención científica en los últimos tiempos. Investigadores de todo el mundo acuden a este rincón remoto del planeta para estudiar fenómenos como el retroceso glaciar, la actividad volcánica o la dinámica de las poblaciones animales.
Fuentes
Mawson Peak, Heard Island (NASA Earth Observatory) | Highest Mountains (Australian Government) | Heard Island and McDonald Islands (CIA World Factbook) | Location and Geography – Heard Island and McDonald Islands (Australian Antarctic Program) | Wikipedia
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