Durante las obras de restauración de la Casa de Leda en Pompeya apareció un fresco con la escena mitológica que representa a los gemelos Frixo y Hele huyendo de sus perseguidores a lomos del famoso carnero del vellocino de oro.
La escena, donde se ve a Frixo sobre el carnero mientras su hermana está cayendo al agua, está pintada como si fuera un cuadro enmarcado, colgado sobre una pared de fondo amarillento.
Según Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya, la historia se repite. Se trata de un hermoso fresco en excelente estado de conservación. El mito de Frixo y Hele está muy extendido en Pompeya, pero también es de actualidad. Son dos refugiados en el mar, hermano y hermana, obligados a huir porque su madrastra quiere deshacerse de ellos y lo hace con engaños y corrupción. Ella (Hele) cayó al agua y se ahogó.
Tras llegar a la Cólquide, Frixo clavó la piel del carnero en un roble del bosque sagrado de Ares, que quedó bajo la custodia de un dragón. Siempre según el mito, este en el famoso vellocino que Jasón fue a buscar con los argonautas. El lugar donde Hele cayó y desapareció para siempre se conocería por ello como el Helesponto (hoy estrecho de los Dardanelos).

El fresco mantiene su colorido después de casi 2000 años y está en excelente estado de conservación.
La Casa de Leda es actualmente objeto de actividades de excavación y restauración destinadas a resolver los problemas de conservación del aparato decorativo y la instalación de un nuevo sistema de cubierta protectora, así como la valorización y apertura de la domus al público.
La obra en curso está completando la excavación de las estancias ya conocidas desde 2018, incluida la del fresco de Leda y el cisne, y aún parcialmente enterradas con el retroceso del escarpe entre la ciudad excavada y la no excavada, sacando a la luz estancias adicionales, en parte comunicables con dos nuevas domus, situadas respectivamente al norte y al sur.
Las investigaciones actuales están proporcionando elementos útiles para la definición planimétrica también de estas dos nuevas domus, acompañadas de una serie de hallazgos de frescos especialmente valiosos.
La zona ocupada por la Casa de Leda ya ha sido parcialmente investigada por excavaciones subterráneas que datan del siglo XVIII y principios del XIX, gracias a un estrato eruptivo de 1822 que cubre los niveles de relleno modernos del lado sur. Los túneles han removido la estratigrafía del año 79 d.C. hasta una altura de 50-80 cm desde los niveles del suelo, mientras que en las otras viviendas el depósito de piedra pómez alcanza una altura de casi 4 m, llegando a cubrir las crestas de los muros.

La Casa de Leda presenta dos cubículos a ambos lados de la entrada, uno de los cuales alberga la pintura de Leda y el cisne. Entre las estancias emergentes se encuentran el tablinio, un pasillo de entrada a las dependencias serviles y una pequeña sala cuadrangular. Todas ellas están conectadas con el atrio, cuya parte norte también ha salido a la luz, y muestran amplias huellas de intervención en los niveles del suelo, indicio de que el edificio pasó por varias fases de construcción.
En el atrio tenemos paneles rojos y amarillos salpicados de arquitectura fingida, con pinturas mitológicas en el centro (una con Narciso surgió en 2018), mientras que en el tablinum y los cubículos se prefiere un fondo blanco con elementos naturalistas como aves, vistas con árboles y paisajes marinos; en los campos laterales se representan a veces animales fantásticos.
Por el contrario, el cubículo situado al norte de las fauces muestra redondeles con retratos de rostros femeninos. Por último, las paredes del pasillo están decoradas con réplicas de distintos tipos de mármol.

La domus norte consta actualmente de seis habitaciones, casi todas ellas comunicadas con el atrio, situado al norte. En la zona situada entre el ala sur y el atrio se encontró un grupo de figurillas de terracota. La misma ala conserva la mayor parte de la decoración, de la que son visibles los registros medio y superior. Los pinakes representan naturalezas muertas y pinturas con temas lacustres. Las habitaciones contiguas se caracterizan por un nivel de suelo más alto que el de la casa de Leda.
La domus meridional incluye las fauces, uno de los cubículos laterales y parte del atrio, pero las excavaciones en este sector aún están en curso. El atrio estaba equipado con una escalera, cuyo trazado permanece en negativo. Cerca de la escalera se ve un lararium con una repisa de mármol. Entre las decoraciones que cubren las paredes del fondo se encuentra la pintura mitológica que representa a Frixo y Hele huyendo en el carnero del vellocino de oro.
Las operaciones de excavación actualmente en curso pretenden, por tanto, restituir la totalidad de la planta de la Casa de Leda y adquirir datos suficientes para definir las estancias principales de las dos domus vecinas, al norte y al sur. Al mismo tiempo, se están llevando a cabo operaciones para limpiar las superficies pintadas al fresco de residuos volcánicos y depósitos concrecionales, consolidar la capa superficial y las profundidades y, a continuación, iniciar la fase de restauración pictórica.
Fuentes
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