La Cueva de Theopetra, ubicada en Tesalia, Grecia, es conocida por sus impresionantes capas de combustión que datan de entre 140.000 y 50.000 años antes del presente (AP) y gruesos depósitos de ceniza y restos carbonizados fechados entre 16.000 y 13.000 años AP. Un estudio reciente ha arrojado nueva luz sobre las estructuras de combustión y los combustibles utilizados por los habitantes de la cueva durante el Paleolítico Medio y Superior.

A través del análisis microscópico de láminas delgadas y estudios microquímicos, los investigadores han descubierto que las capas de combustión contienen grandes cantidades de materia orgánica fibrosa carbonizada de origen vegetal no leñoso y muy poco carbón vegetal.

La estructura, la composición y la química de estos restos sugieren que se utilizó una mezcla de turba y estiércol como combustible, ocasionalmente enriquecida con pequeñas cantidades de leña.

La integridad de la secuencia de estructuras de combustión descarta la posibilidad de que el estiércol fuera producido por animales dentro de la cueva, ya que su tránsito sobre el sustrato húmedo habría destruido las capas quemadas y homogeneizado el sedimento.

Por el contrario, la mezcla de turba y estiércol probablemente fue recolectada de turberas asociadas con pantanos del antiguo Lago Karditsa, que posiblemente existió en el área hasta comienzos del Holoceno.

La turba y el estiércol se utilizaron como combustible cuando la leña no estaba disponible, durante los intervalos relativamente fríos de los períodos glaciales, pero también durante el último interglacial cuando el área cerca de la cueva estaba constituida por una masa boscosa.

Los investigadores destacan que este mismo combustible fue utilizado tanto durante el Paleolítico Medio como en el Superior, presumiblemente por diferentes especies humanas.

Aunque la Cueva de Theopetra es el primer sitio donde se ha documentado el uso de turba y estiércol como combustible durante el Paleolítico, los arqueólogos sugieren que otros sitios también pueden haber utilizado este combustible, aunque no se hayan conservado las pruebas.

Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre las actividades y el comportamiento humano relacionados con la pirotecnología durante el Paleolítico, la adaptación a las condiciones ambientales cambiantes y la capacidad de utilizar diversos recursos como combustible, lo que demuestra la capacidad de los habitantes de la Cueva de Theopetra para garantizar su supervivencia en un entorno desafiante.


Fuentes

Panagiotis Karkanas, Nina Kyparissi-Apostolika, Revisiting palaeolithic combustion features of Theopetra Cave: A diachronic use of dung and peat as fuel. Journal of Archaeological Science, vol.165, May 2024, doi.org/10.1016/j.jas.2024.105958


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