Un estudio recientemente publicado sobre el registro paleoclimático presenta una reconstrucción de la temperatura y las precipitaciones desde aproximadamente el año 200 a.C. hasta el 600 d.C., basada en archivos sedimentarios marinos del sur de Italia. Se trata del primer registro climático de alta resolución del corazón del Imperio Romano, que abarca desde el llamado Óptimo Climático Romano (ca. 200 a.C. a 150 d.C.) hasta la Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía (desde 536 d.C.).

A lo largo de estos siglos, los romanos construyeron uno de los mayores imperios territoriales de la historia de la humanidad, que abarcaba todo el Mediterráneo y las regiones circundantes. El estudio, publicado en Science Advances, ha sido dirigido por la paleoceanógrafa Karin Zonneveld, de la Universidad de Bremen, y el historiador Kyle Harper, de la Universidad de Oklahoma.

La nueva reconstrucción climática documenta fases de inestabilidad climática que se solapan significativamente con periodos de crisis social y política. El registro del núcleo marino también muestra que los momentos de cambios climáticos rápidos solían ir seguidos de epidemias de enfermedades infecciosas. La importancia de la dinámica medio ambiente-enfermedad en las civilizaciones del pasado puede contribuir a nuestra comprensión de las complejas relaciones entre el cambio climático y la salud humana, y el estudio subraya la necesidad de integrar la salud en la evaluación de los riesgos del cambio climático.

El núcleo marino aporta nuevos datos sobre un periodo crucial

La historia del clima de la Tierra puede reconstruirse a partir de una serie de indicadores extraídos de núcleos de hielo, anillos de árboles y otros archivos naturales. Los núcleos marinos son archivos de sedimentos extraídos del fondo oceánico.

En este caso, el equipo de investigadores aprovechó las proporciones cambiantes de organismos unicelulares, los dinoflagelados, cuyos quistes fosilizados se conservan en el núcleo extraído del Golfo de Taranto, frente a la costa meridional de Italia. Estos organismos son sensibles a los cambios de temperatura y los niveles de nutrientes y reflejan las condiciones climáticas de Italia.

Para datar las capas de sedimentos se utilizó la datación por radiocarbono y la tefrocronología, es decir, la identificación de las huellas dejadas por las erupciones volcánicas, que pueden “identificarse” químicamente y relacionarse con acontecimientos datables. El equipo pudo analizar las capas de sedimentos con una resolución de unos 3 años, lo que permitió obtener el primer registro climático de alta resolución de la antigua Italia.

En primer lugar, es emocionante disponer de un registro climático de alta resolución de Italia durante el período de auge y caída del Imperio Romano, afirma Kyle Harper. El estudio del cambio climático en el pasado es un campo muy dinámico, pero carecíamos de un registro climático regional sólido de la Italia romana. Este registro es otra pieza del rompecabezas.

Nuevas perspectivas sobre la salud y el clima

El estudio también presenta un registro de los principales brotes de enfermedades infecciosas en la Italia romana y revela una fuerte asociación entre episodios de cambios climáticos rápidos y epidemias, incluidos grandes brotes interregionales como la peste de los Antoninos, la peste de Cipriano y la peste de Justiniano.

El clima es hoy, como lo fue en la época romana, un factor de primer orden que afecta a aspectos básicos que influyen en nuestro bienestar como la agricultura, la accesibilidad al agua potable, la biodiversidad, la distribución geográfica y la migración de especies, etc., afirma Karin Zonneveld.

En el ámbito del cambio climático actual es de gran importancia comprender los vínculos entre el clima y la salud humana.

Confirmación regional de la Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía en Italia

Hace menos de una década, un equipo interdisciplinar que incluía dendrocronólogos presentó pruebas de un enfriamiento anómalo en los años 530-540 d.C., tras una serie de erupciones volcánicas, y propuso el nombre de “Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía“.

El nuevo registro de núcleos marinos proporciona una sólida confirmación local de la brusquedad, gravedad y duración de esta fase de la historia climática del Holoceno.

El nivel de temperatura en la década de 530 fue el más bajo indicado en el registro hasta ese momento. Los investigadores proponen que el cambio climático podría haber desencadenado y amplificado los efectos del consiguiente brote de peste bubónica, conocido como la peste de Justiniano.


Fuentes

University of Oklahoma | Karin A. F. Zonneveld et al. ,Climate change, society, and pandemic disease in Roman Italy between 200 BCE and 600 CE. Sci. Adv.10,eadk1033(2024). DOI:10.1126/sciadv.adk1033


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