A orillas del río Estrimón, a unos dos kilómetros al sur de la acrópolis de la antigua ciudad griega de Anfípolis, en la Macedonia griega, se yerge hoy el monumento conocido como el León de Anfípolis, cuyas enormes dimensiones no se aprecian bien en imágenes. Aunque su descubrimiento es relativamente reciente, constituye todo un símbolo de Macedonia y por extensión de la Grecia moderna.
Los primeros hallazgos de fragmentos de la escultura fueron realizados por soldados griegos durante la Primera Guerra de los Balcanes, entre 1912 y 1913. Al drenar el lecho del río Estrimón para construir el moderno puente, apareció la piedra del zócalo del monumento, que se había utilizado en una presa de época romana o posterior.
Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial en 1916, soldados británicos que fortificaban el puente sobre el río descubrieron fragmentos de la estatua, pero un repentino ataque búlgaro les obligó a dejarlas en el lugar.
A comienzos de la década de 1930 más fragmentos de gran tamaño aparecieron durante las obras de drenaje del cercano lago Kerkini, una vez más en las inmediaciones de un antiguo puente.
A partir de 1936, bajo la dirección de las escuelas arqueológicas francesa y estadounidense en Atenas, se realizan excavaciones sistemáticas que permiten hallar cientos de piezas esparcidas.
El escultor griego Andreas Panagiotakes asume el reto de unir todas estas piezas mediante moldes de yeso, para lo cual realiza un estudio del León de Queronea, un monumento de similar tipología que conmemora a los caídos del Batallón Sagrado de Tebas, y que había sido descubierto y reconstruido en su lugar original en 1902.
Su minucioso trabajo, unido a hallazgos fortuitos de partes faltantes, permitieron reconstruir fielmente este gigantesco león de mármol de 4 metros de altura (más de 8 metros incluyendo el pedestal).
En total se recuperaron más de 500 fragmentos, 126 de los cuales corresponden al pedestal. Para el otoño de 1937 los trabajos de reconstrucción habían concluido.
El león de Anfípolis es más grande y voluminoso que el de Queronea (que alcanza 6 metros de altura con su base), y solo la cabeza tiene una anchura de 2 metros.
Hasta hace pocos años el consenso entre los estudiosos era que el gigantesco león había sido erigido originalmente como monumento funerario de Laomedonte de Mitilene en el siglo IV a.C. Laomedonte era uno de los generales de Alejandro Magno, nombrado sátrapa de Siria tras la muerte de éste.
Pero excavaciones en el túmulo de la colina Kasta, donde se descubrió la Tumba de Anfípolis en el año 2012, revelaron fragmentos de la parte posterior de la escultura en su cima, así como los cimientos del primer pedestal. Ello hace suponer que el león coronaba el monumento funerario, el mayor descubierto hasta ahora en Grecia.
En 2015 los arqueólogos responsables de la excavación confirmaron que la Tumba de Anfípolis había sido construida por orden de Alejandro Magno como homenaje a Hefestión, por lo que el león se habría erigido en honor de éste.
No obstante, no todos los especialistas están de acuerdo, y hay quienes opinan que el túmulo de Kasta, que es natural y no artificial, no habría podido soportar las aproximadamente 500 toneladas que pesa el león con su pedestal.
La importancia simbólica de los leones como monumento funerario en la Antigüedad está atestiguada por este epigrama de Antípatro de Sidón en el siglo II a.C.:
Cuéntame, león, ¿qué tumba has profanado, devorador de bueyes? ¿Quién merecía tu respeto y valentía? — Teléfias, el hijo de Teodoro, destacaba por encima de todos, al menos según mi juicio. No estoy aquí sin razón, porto un símbolo de la fuerza de un hombre; porque, en verdad, el león era una amenaza para aquellos que eran hostiles
Fuentes
Amphipolis Lion Monument History | A. Makris, Amphipolis Lion not Part of Casta Hill, Researcher Tells Congress | Betsey Robinson, The Pride of Amphipolis | Oscar Broneer, The lion monument at Amphipolis | Wikipedia
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