El 5 de noviembre de 1963 se descubrió en Hirschlanden, actualmente un barrio de Ditzingen en el estado federado de Baden-Wurttemberg en Alemania, una enigmática escultura de piedra que data de casi 2600 años atrás.
Se trata de la estatua de un guerrero que mide 1,50 metros de altura y que representa al personaje en una posición erguida y con claras señales de su alto rango social.
Fue hallada durante unas excavaciones arqueológicas realizadas con motivo del acondicionamiento de campos en la zona de Holzheim, a unos 2,2 kilómetros al sudoeste del núcleo urbano de Hirschlanden.
Se encontró en un pequeño túmulo funerario de unos 32 metros de diámetro y apenas dos metros de altura, delimitado por un círculo de piedras y un muro de piedra seca, dentro del cual se descubrieron hasta 16 enterramientos de hombres y mujeres que datan desde comienzos de la Edad del Hierro hasta la época de La Tène, entre los siglos VII y V a.C.
Por el lugar donde apareció, en el muro que rodeaba el túmulo, se cree que originalmente pudo coronarlo, ya que debido al grado de erosión que presenta la superficie de la piedra, la estatua parece haber estado al aire libre durante mucho tiempo antes de quedar enterrada.
El material empleado en la talla es arenisca arcillosa propia de la región de Keuperbergland, situada a unos 6 kilómetros al sur de donde fue encontrada. En el momento del hallazgo le faltaban los pies y parte de las piernas, por lo que se estima que originalmente alcanzaba una altura de unos 1,70 metros.
La estatua representa a un guerrero desnudo pero portando atributos que denotan su elevado estatus social: un torque en el cuello, un cinturón del que cuelga un puñal y un sombrero cónico en la cabeza, que es similar a uno hecho de abedul encontrado en otro enterramiento de la época. Curiosamente, se representa al personaje itifálico (con el miembro en erección), lo que podría simbolizar vigor y fertilidad.
Las piernas están trabajadas de forma realista y musculosa, mientras que el torso y la cabeza presentan un estilo más esquemático, y todos los rasgos faciales parecen estar ligeramente desplazados hacia abajo, quizás indicando el uso de máscaras ceremoniales como las halladas en otras tumbas de la época. Los brazos están pegados al cuerpo y cruzados sobre el pecho, en una postura probablemente relacionada con el contexto funerario.
Esta peculiar estatua se enmarca dentro de la cultura de Hallstatt, que se desarrolló en esta zona de Alemania entre los siglos VIII y V a.C. Sin embargo, su estilo recuerda más a otras estatuas halladas en la zona del Adriático e Italia central de la misma época, lo que sugiere influencias mediterráneas llegadas probablemente a través del comercio.
Algunos expertos han establecido similitudes con las kouroi griegos o con estatuas de yacimientos italianos como los de Capestrano y Casale Marittimo, datadas entre los siglos VII y VI a.C.
Sin embargo, otros opinan que la influencia griega está ausente, y aun cuando el guerrero de Hirschlanden es una obra fascinante y enigmática, no debería citarse como prueba de la helenización de los últimos celtas de Hallstatt.
Actualmente, el Guerrero de Hirschlanden se exhibe en el Museo Arqueológico Estatal de Württemberg en Stuttgart, constituyendo una pieza única que es, además, la escultura antropomorfa de tamaño natural datada en la Edad del Hierro más antigua encontrada al norte de los Alpes.
Fuentes
Constanze Maria Witt, Hirschlanden “Warrior” | Julius Besser, Der Kouro-keltos von Hirschlanden | Der späthallstattzeitliche Bestattungsplatz von Hirschlanden (Landesamt für Denkmalpflege im Regierungspräsidium Stuttgart) | Wikipedia
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