Este verano, un pequeño grupo de arqueólogos y detectoristas llevó a cabo un estudio en la gran colina funeraria conocida como Herlaugshaugen, localizada en la isla de Leka al norte de la región de Trøndelag en Noruega. Los trabajos fueron encargados por el Consejo Nacional de Antigüedades de Noruega y realizados en colaboración con el gobierno regional, con el objetivo de datar la colina e indagar si albergaba los restos de un barco funerario.
Las primeras indagaciones arrojaron un importante hallazgo: grandes clavos que confirmaban la presencia de un entierro naval en el interior de la colina. La emoción del equipo aumentó al conocer las dataciones radiocarbónicas, que fechaban la construcción de Herlaugshaugen aproximadamente en el año 700 d.C., es decir, durante el periodo merovingio anterior a la Era Vikinga.
Este descubrimiento retrasa considerablemente la tradición de los entierros de barco en la región, que se creía iniciar solo en la época vikinga.
Los expertos aseguran que para la época no se embarcaba en la construcción de un barco de grandes dimensiones sin una razón de peso. Esto revela que los pobladores de Leka poseían conocimientos navales avanzados muchos siglos antes de lo estimado, siendo capaces de desarrollar embarcaciones oceánicas.
Todo apunta a que se dedicaban al comercio marítimo a larga distancia, aprovechando su ubicación en una importante ruta fluvial.
Más allá del barco, la propia colina funeraria resulta muy llamativa por sus elevadas dimensiones. Con más de 60 metros de diámetro, Herlaugshaugen es una de las mayores del país. Su tamaño, junto a objetos suntuarios recuperados en hallazgos previos, denotan el estatus privilegiado de quien fue enterrado en su cima. Difícilmente esta riqueza podría explicarse solo por la agricultura local, sugiriendo actividades comerciales a larga distancia.
Los expertos establecen paralelismos con otras culturas marítimas coetáneas. Lugares funerarios como Vendel y Valsgärde en Suecia, o Sutton Hoo en Inglaterra, comparten rasgos con Herlaugshaugen y denotan la existencia de una élite gobernante con conexiones por toda Escandinavia y el Atlántico mucho antes de lo pensado.
Las investigaciones continúan para dilucidar el alcance de estas redes y el papel de los antiguos pobladores de Leka en ellas.
Este hallazgo sitúa a Noruega como parte activa del entramado comercial del mar del Norte desde épocas muy tempranas. A la luz de estos descubrimientos, los expertos replantean el origen y desarrollo de la navegación vikinga, que tuvo su génesis mucho antes de lo imagnado. Herlaugshaugen ha reescrito parte importante de la historia marítima europea y abre nuevas vías de investigación sobre las primeras sociedades escandinavas.
Fuentes
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