Hace ya más de 1500 años, un curioso viajero y comerciante griego sirio que probablemente se llamaba a sí mismo Cosmas Indicopleustes (el viajero de las Indias) escribió una curiosa obra geográfica.
Nacido en el siglo VI con el nombre de Constantino de Antioquía, Cosmas se estableció en Alejandría dedicándose al comercio de especias tras realizar varios viajes. Allí escribió su libro Topografía Cristiana entre 547 y 549, una descripción del mundo en doce libros donde cuestionaba las teorías de los eruditos griegos.
Cosmas se presenta a sí mismo como un importador de productos exóticos, y afirma haber navegado personalmente por el Mar Mediterráneo, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, pasando cerca del cabo Guardafui en el Cuerno de África, unos 25 años antes, al comienzo del reinado del emperador Justiniano I.
Describe en detalle lugares como Etiopía, Arabia y la isla de Socotra, aportando datos de primera mano, y menciona dos eclipses de sol ocurridos en el año 547.
Si bien no podemos saber con exactitud el alcance de sus viajes, no parece probable que llegase a la India ni tampoco tan al sur como las fuentes del Nilo, lugares que menciona de oídas.
Pero sus detalladas referencias sobre el comercio marítimo en el Océano Índico y las descripciones de flora y fauna de tierras como Etiopía lo sitúan como una de las primeras fuentes occidentales que describen esta región. Estos detalles le valieron ser traducido y mencionado en numerosas obras de viajes hasta el siglo XVII.
En cuanto a las teorías cosmológicas que defiende en su libro, resultan muy peculiares, influenciadas por su particular visión cristiana nestoriana. Para Cosmas, el universo tenía forma de paralelepípedo rectangular, como una réplica del Tabernáculo descrito en la Biblia, con la Tierra plana sujeta a una bóveda celeste. Rechazaba la concepción griega de un cosmos esférico y defendía una lectura ultra literal de los textos sagrados.
Sin embargo todas estas ideas no son suyas, sino que dice haberlas recogido de las enseñanzas de Aba I el Grande, que fue patriarca de la Iglesia de Oriente en Seleucia-Ctesifonte del 540 al 552 y seguidor de la doctrina nestoriana. Precisamente el traductor de la obra de Nestorio Bazar de Heráclides de Damasco, la dedica a Aba.
Estas controvertidas tesis fueron casi universalmente rechazadas incluso en su época. La pretensión de Cosmas era oponerse a las ideas de Juan Filopón, filósofo cristiano cuya obra, publicada en los mismos años, intentaba conciliar las cosmologías griega y cristiana conservando de la tradición griega la idea de la esfericidad de la Tierra y de los cielos.
En el siglo IX el mismo patriarca de Constantinopla, Focio, criticaba duramente sus extravagantes hipótesis en su obra Myriobiblon (Biblioteca) como una sarta de sinsentidos.
Para la ciencia helenística, los marineros y los posteriores pensadores, así como para los viajeros, resultaba evidente que la Tierra era una esfera y no un rectángulo.
En ese sentido Cosmas es quizá el culpable principal de que se identifique en ocasiones a los pensadores cristianos primitivos, y por extensión a todas las personas de la Edad Media europea, con las ideas en contra de la esfericidad de la Tierra, algo que no era general ni mucho menos. De hecho Cosmas es el único europeo medieval conocido que defendió una cosmología de la tierra plana.
Pese a sus extrañas teorías cosmológicas, la Topografía Cristiana conserva un valor histórico indudable por las valiosas referencias geográficas que incluye sobre las regiones visitadas por su autor.
Sus descripciones de zonas del Cuerno de África, el Mar Rojo y Etiopía constituyen una pieza clave para reconstruir las rutas comerciales en la encrucijada del Mediterráneo y el Océano Índico en la Alta Edad Media.
La obra de Cosmas Indicopleustes está considerada una de las primeras crónicas dedicadas al descubrimiento de culturas asiáticas por el mundo occidental. Fue también el primer autor occidental que dio detalles sobre la planta de la pimienta y su cultivo.
Nos ha llegado en tres manuscritos ricamente ilustrados, el Vaticanus graecus 699 (copiado en Constantinopla en el siglo IX), el Sinaiticus graecus 1186 (copiado en Capadocia en el siglo XI), y el Laurentianus Pluteus IX (copiado en el un monasterio del monte Athos en el siglo XI). La primera edición moderna se publicó en París en 1706.
Fuentes
Cosmas Indicopleustes, Christian Topography | Cosmas Indicopleustes, The Christian Topography of Cosmas, an Egyptian Monk | Maja Kominko, The World of Kosmas: Illustrated Byzantine Codices of the Christian Topography | Cosmas of Alexandria (Encyclopaedia Britannica) | Wikipedia
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