Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Communications revela que la Península Ibérica sufrió la peor sequía de su historia a principios del siglo VIII. Los investigadores, procedentes de la Universidad de Granada, el CSIC y una universidad finlandesa, analizaron más de 100 registros de polen fósil de toda la Península Ibérica y el norte de África.

Sus hallazgos muestran que entre los años 695 y 725 d.C. se produjo una expansión masiva de plantas del género Artemisia, asociadas a ambientes áridos, indicando un periodo de extrema sequía.

Estos resultados coinciden con otros indicadores de aridez como mínimos de insolación solar y registros en cuevas. Para confirmar que la proliferación de estas plantas se debía al clima y no a la acción humana, los científicos contrastaron la información con textos y evidencia arqueológica de la época. Las fuentes escritas describen grandes penurias, hambrunas, enfermedades y agitación política.

Localización de los 107 registros de polen fósil (puntos negros) recopilados y utilizados en este estudio | foto J. Camuera et al. / Nature Communications

La investigación ayuda a comprender mejor este complejo periodo histórico y cómo los grupos humanos se adaptaron al cambio climático, por ejemplo construyendo acequias o promulgando leyes para gestionar el agua.

En una economía dependiente de las cosechas, la extrema sequía significó hambrunas generalizadas y debilitamiento de la población, más vulnerable a pandemias.

Según los autores, estos factores pudieron incidir en la caída del reino visigodo ante los ejércitos musulmanes y la posterior expansión del islam en la Península Ibérica.

El análisis SnSiZer de la acumulación de Artemisia entre 450 y 950 CE (1500-1000 cal yr BP) para identificar los periodos de sequía más fuertes junto con los eventos recogidos de fuentes históricas | foto J. Camuera et al. / Nature Communications

Las crisis climáticas continuaron en el siglo VIII, posiblemente relacionadas con rebeliones internas en Al-Ándalus.

El estudio multidisciplinar, que integra el trabajo de investigaciones previas, confirma la importancia de las crisis por sequía y descenso de temperaturas en la expansión musulmana del siglo VII y VIII en Oriente Medio, norte de África y Península Ibérica.

La publicación ayuda a entender mejor cómo los cambios ambientales extremos pueden desestabilizar sociedades y alterar el curso de la historia.


Fuentes

Universidad de Granada | Camuera, J., Jiménez-Espejo, F.J., Soto-Chica, J. et al. Drought as a possible contributor to the Visigothic Kingdom crisis and Islamic expansion in the Iberian Peninsula. Nat Commun 14, 5733 (2023). doi.org/10.1038/s41467-023-41367-7


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