Han concluido con éxito los trabajos de excavación y recuperación del pecio del barco romano del siglo III d.C. denominado «Marausa 2», localizado en los fondos marinos de Marausa, en el término municipal de Misiliscemi, a pocos kilómetros de Trapani en Sicilia.

El pecio, hundido a unos 100 metros de la orilla y a 2 metros de profundidad, se encontró en excelentes condiciones y presenta una carga mixta compuesta por contenedores de transporte y una gran variedad de objetos.

Ya se han recuperado numerosas ánforas y materiales de gran valor y factura, trasladados al Museo Arqueológico Baglio Anselmi de Marsala para su primera conservación.

foto Salvo Emma / Soprintendenza del Mare

Las obras, con un presupuesto de alrededor de 500.000 euros procedentes del «Pacto por el Sur 2014-2020», comenzaron a mediados del pasado mes de junio. Han sido realizadas por la empresa Antonio Vullo de Favara (Agrigento) y se han centrado en las delicadas fases de recuperación de la embarcación.

Tras la primera excavación y documentación, y las labores de rescate de la carga, dieron inicio los trabajos de protección del pecio con tejidos y redes metálicas especialmente diseñadas para permitir el transporte marítimo desde el lugar del hallazgo hasta el puerto de Marsala.

La jaula, realizada con tubos metálicos y soportes articulados de hierro y madera, se construyó in situ y posibilitó elevar el pecio en su integridad, sin modificar su estructura original.

foto Salvo Emma / Soprintendenza del Mare

El equipo de arqueólogos y técnicos de buceo, coordinados por la Superintendencia del Mar de la Región de Sicilia, proyectó y dirigió toda la operación de rescate que representa un hito de extraordinaria importancia: por primera vez en Sicilia se realiza una actuación compleja y delicada que ha hecho posible el transporte marítimo sin dañar la estructura original de la embarcación.

El barco fue izado a la superficie mediante flotadores y cajones que permitieron desplazar la estructura mar adentro desde la costa de Marausa. La nave fue luego asegurada a la embarcación «El Merendero» de Blue Tek Diving de Marettimo, que remolcó el barco romano hasta el puerto de Marsala.

Un trayecto de unas 10 horas de duración, escoltado por medios de la Capitanía Marítima de Trapani y de Marsala, y seguido constantemente por embarcaciones de apoyo con buzos que monitorizaron la estructura.

foto Salvo Emma / Soprintendenza del Mare

El casco fue depositado en el astillero «Capriccio Mare» de Marsala, donde fue puesto en dique seco y trasladado por transporte excepcional a través de la ciudad hasta el Museo Baglio Anselmi. Allí se ha ubicado en un tanque para su primera desalinización y posterior consolidación y restauración de la madera.

Tras la restauración, la nave «Marausa 2» será musealizada con su carga en un museo de la provincia de Trapani, actualmente en fase de selección.

En el operativo han participado la Superintendencia del Mar, la empresa Antonio Vullo, el centro de buceo Blu Tek Diving, el astillero Capriccio Mare, el Parque Arqueológico Lilibeo de Marsala y diversas instituciones y profesionales del ámbito de la arqueología y la conservación.

foto Salvo Emma / Soprintendenza del Mare


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