Hace 15.000-21.000 años, el interior de la península Ibérica pudo estar más poblado de lo que se pensaba tradicionalmente.
Las poblaciones humanas paleolíticas sobrevivieron incluso en las zonas más frías y secas de las tierras altas de España, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE por Manuel Alcaraz-Castaño de la Universidad de Alcalá, España, Javier Aragoncillo-del Rió del Geoparque Global de la UNESCO Molina-Alto Tajo, España y otros colaboradores.
La investigación sobre las antiguas poblaciones de cazadores-recolectores de la Península Ibérica se ha centrado principalmente en las regiones costeras, con relativamente poca investigación sobre el interior.

Una hipótesis clásica ha sido que las condiciones frías y secas del interior de la península Ibérica habrían sido demasiado duras para que dichas poblaciones las habitaran durante los periodos más fríos de finales de la Edad de Hielo, pero hallazgos recientes han empezado a cuestionar esta opinión.
En este estudio, los investigadores aportan nuevas pruebas de ocupación humana a gran altitud en el Paleolítico Superior de España.
Estas pruebas proceden de un yacimiento llamado Charco Verde II, situado en la provincia de Guadalajara. Este yacimiento está situado a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, en una de las regiones más frías de España.

A pesar de ello, la abundancia de herramientas y ornamentos en el yacimiento revela una secuencia recurrente de ocupación humana entre hace unos 21.000 y 15.000 años. Este lapso de tiempo es especialmente notable, ya que incluye dos de los periodos más fríos del Último Glacial.
Este descubrimiento desafía aún más la idea de que los humanos del Paleolítico Superior evitaban el interior de la península Ibérica debido a su duro clima, y demuestra en cambio que el interior albergó asentamientos complejos y relativamente densos incluso durante periodos muy fríos y áridos.
Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de ocupaciones del Paleolítico Medio y Superior en toda esta región, indicando en conjunto que la histórica falta de evidencia de yacimientos de cazadores-recolectores en el interior de la península Ibérica no es un reflejo exacto de las distribuciones humanas prehistóricas, sino más bien el resultado de la investigación moderna que hasta ahora priorizaba el estudio de las regiones costeras y descuidaba el interior.
FUENTES
Aragoncillo-del Río J, Alcolea-González J-J, Luque L, Castillo-Jiménez S, Jiménez-Gisbert G, López-Sáez J-A, et al. (2023) Human occupations of upland and cold environments in inland Spain during the Last Glacial Maximum and Heinrich Stadial 1: The new Magdalenian sequence of Charco Verde II. PLoS ONE 18(10): e0291516. doi.org/10.1371/journal.pone.0291516
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