Recordar el orden de la información es fundamental para una persona a la hora de participar en conversaciones, planificar la vida cotidiana o cursar estudios. Un nuevo estudio, publicado en la revista científica PLoS One, demuestra que esta capacidad es probablemente exclusiva de los humanos. Ni siquiera los parientes más cercanos de los humanos, como los bonobos, aprenden el orden de la misma manera.
El estudio aporta otra pieza al rompecabezas de la cuestión de cómo difieren las capacidades mentales de los humanos y otros animales, y por qué sólo los humanos hablamos idiomas, planeamos viajes espaciales y hemos aprendido a explotar la Tierra de forma tan eficiente que ahora suponemos una seria amenaza para otras innumerables formas de vida, afirma Johan Lind, profesor asociado de etología y director adjunto del Centro de Evolución Cultural de la Universidad de Estocolmo. Desde septiembre también es profesor asociado de etología en la Universidad de Linköping.
Investigaciones anteriores de la Universidad de Estocolmo ya habían sugerido que sólo los humanos tienen la capacidad de reconocer y recordar la llamada información secuencial, y que esta capacidad es un elemento fundamental que subyace a las capacidades culturales únicas del ser humano. Pero esta hipótesis de la memoria secuencial no se había comprobado en los parientes más cercanos del ser humano, los grandes simios. Los nuevos experimentos demuestran ahora que también los bonobos, uno de los grandes simios, se esfuerzan por aprender el orden de los estímulos.
En el libro The Human Evolutionary Transition: From Animal Intelligence to Culture (Princeton University Press), los etólogos Magnus Enquist y Johan Lind, de la Universidad de Estocolmo, y Stefano Ghirlanda, investigador en psicología del Brooklyn College de Nueva York, han lanzado una nueva teoría sobre cómo los humanos se convirtieron en seres culturales. Una idea central se refiere a la diferencia en cómo los humanos y otros animales reconocen y recuerdan la información secuencial.
Hemos analizado previamente un gran número de estudios que sugieren que sólo los humanos reconocen y recuerdan fielmente la información secuencial. Pero, aunque hemos analizado datos de varios mamíferos y aves, incluidos monos, ha faltado información de nuestros parientes más cercanos, los otros grandes simios, dice Johan Lind.
En una serie de experimentos, se pusieron a prueba las capacidades de memoria de bonobos y humanos haciéndoles pulsar pantallas de ordenador para, entre otras cosas, aprender a distinguir entre secuencias cortas, incluyendo pulsar a la derecha si un cuadrado amarillo aparece antes que un cuadrado azul, o pulsando a la izquierda si el cuadrado azul aparece antes que el cuadrado amarillo.
El estudio demuestra que los bonobos olvidan que han visto un cuadrado azul ya entre cinco y diez segundos después de que haya desaparecido de la pantalla, y que tienen grandes dificultades para aprender a distinguir las secuencias cuadrado-azul-antes-cuadrado-amarillo de cuadrado-amarillo-antes-cuadrado-azul, a pesar de haber sido entrenados durante miles de ensayos, dice Vera Vinken, asociada a la Universidad de Estocolmo, ahora estudiante de doctorado en Gran Bretaña en el Instituto de Biociencias de la Universidad de Newcastle.
En cambio, el estudio demuestra que los humanos aprendieron a distinguir las secuencias cortas casi de inmediato. Sin embargo, aún queda por demostrar cómo exactamente nuestros parientes más cercanos pueden recordar y utilizar la información secuencial.
Ahora sabemos que nuestros parientes más cercanos no comparten con los humanos las mismas capacidades mentales secuenciales. Pero aunque los resultados indican que su memoria de trabajo funciona en principio del mismo modo que en ratas y palomas, nadie lo ha demostrado aún en la práctica, afirma Magnus Enquist, profesor emérito y uno de los fundadores del Centro de Evolución Cultural.
Los nuevos resultados respaldan la hipótesis de la memoria secuencial, según la cual durante la prehistoria humana evolucionó la capacidad de recordar y procesar secuencias, un mecanismo necesario para muchos fenómenos exclusivamente humanos, como el lenguaje, la capacidad de planificación y el pensamiento secuencial.
Fuentes
Universidad de Estocolmo | Lind J, Vinken V, Jonsson M, Ghirlanda S, Enquist M (2023) A test of memory for stimulus sequences in great apes. PLoS ONE 18(9): e0290546. doi.org/10.1371/journal.pone.0290546