Un dado, el más antiguo encontrado hasta ahora en Polonia, una fíbula de hierro bien conservada, es decir, una especie de broche decorativo para abrochar la ropa, y dos reliquias de edificios del tipo de entramado de madera, son algunos de los descubrimientos de este año en el asentamiento celta de Samborowice (voivodía de Śląskie).
Los celtas habitaban la zona del sur de Polonia en unas pocas regiones, incluida la meseta de Głubczyce, es decir, en los alrededores de Racibórz (situada en la parte suroccidental de la voivodía de Silesia). Vivieron allí desde finales del siglo V hasta finales del siglo II antes de Cristo.
Durante once años se han llevado a cabo excavaciones en la zona. Desde el principio, los trabajos han estado dirigidos por arqueólogos: Jacek Soida, conservador del Departamento de Arqueología del Museo de Silesia, y el Dr. Przemysław Dulęba, de la Universidad de Breslavia.
Según declaró Jacek Soida, una de las curiosidades de este año es el hallazgo (en el interior del semitemplo) de un dado, probablemente de entre los siglos III y II a.C. Se trata del dado más antiguo hallado hasta ahora en la zona de Polonia, subraya el arqueólogo.
La reliquia es un cuboide de hueso o asta. Según explicó Soida, debido a la escasa probabilidad de lanzar los dados de forma que cayeran en las dos caras más pequeñas, solían ser las caras más largas las que se marcaban con valores más altos (3, 5, 4 y 6). Sin embargo, había desviaciones de esta regla y así, en el caso de los dados de Samborowice, las caras estaban marcadas sólo con los dos valores más altos: 5 y 6. No estamos seguros de si se trata de una falsificación o de si el objeto se utilizaba para un juego que hoy desconocemos, añadió Soida.
Se conocen dados similares principalmente de los llamados asentamientos centrales de las zonas de Baja Austria, Bohemia y Moravia. En asentamientos más pequeños, como el de Samborowice, rara vez se descubren. Aunque no es el primer ejemplo de objeto de juego hallado en este asentamiento; de hecho, hace unos años descubrimos fichas de cerámica que probablemente se utilizaban para jugar, informó Soida.
Otro descubrimiento de este año es una fíbula de hierro bien conservada, un tipo de broche decorativo para sujetar las túnicas. A menudo se descubren fragmentos de broches en los asentamientos, pero muy raramente en tan buen estado, lo que hace que este hallazgo sea único. Los objetos de hierro que descansan en el suelo sufren un deterioro considerable con el paso de los años y debido a la corrosión. En este caso, el broche ha caído en una hoguera en el pasado, donde se ha formado una capa de cal en su superficie debido al calor, que protege al objeto de la dañina corrosión. Por supuesto, aún tenemos que eliminar capas de sinterización mineral en varios lugares, pero sin duda hay metal intacto debajo, informó el arqueólogo.
Además, durante el trabajo de campo de este año, los arqueólogos descubrieron otras dos reliquias de edificios que originalmente estaban enterrados en el suelo (los llamados medios templos). En tales edificios, los celtas llevaban a cabo diversas actividades artesanales, como el tejido, la metalurgia del hierro y de los metales no férreos, la fabricación de cuernos y la alfarería. Así lo han demostrado los descubrimientos realizados en años anteriores, recordó Soida.
Igualmente señaló que los trabajos en el asentamiento celta de Samborowice son las únicas investigaciones de este tipo que se realizan con regularidad. Por eso cada año atraen a numerosos voluntarios de toda Polonia, y a menudo de otros países como la República Checa, Estados Unidos y los Países Bajos. Los amantes de la cultura celta, que no siempre son arqueólogos, sino también abogados, geólogos, artistas o empleados de grandes empresas, no tienen miedo al trabajo duro y ayudan con gran empeño a descubrir el asentamiento. Y este año las condiciones meteorológicas -sequía y calor de más de 30 grados- han sido muy exigentes, afirma el investigador.
Los descubrimientos aportan cada año a los arqueólogos más y más respuestas sobre la vida celta en la zona. En los últimos años se ha descubierto un taller de tejido y restos de un horno de cerámica. Cada descubrimiento, incluso los más pequeños restos óseos de animales o piezas de joyería de cerámica, son importantes para nosotros, porque recoger todos los pequeños detalles nos permite crear una imagen completa de esta comunidad. En los próximos años, esperamos hacer nuevos descubrimientos, entre otras cosas, de reliquias de más edificios agrícolas, concluyó Jacek Soida.
Los objetos recogidos están siendo estudiados por arqueólogos, y su trabajo se resume en publicaciones en revistas profesionales. A los investigadores también les gustaría organizar una exposición en el futuro.
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