El Cilindro de Rassam es un antiguo cilindro de arcilla que contiene inscripciones cuneiformes que describen el reinado y las campañas militares de Asurbanipal, rey del Imperio neoasirio.

Fue descubierto en 1854 durante las excavaciones en el antiguo sitio de Nínive, ubicado en el actual Mosul en Irak. Las excavaciones fueron dirigidas por Hormuzd Rassam, un arqueólogo iraquí que había sido nombrado por el Museo Británico para dirigir excavaciones en Asiria y Babilonia. De él toma su nombre el cilindro.

Nínive había servido como capital del Imperio asirio durante el reinado del rey Asurbanipal en el siglo VII a.C. Sin embargo, la ciudad fue saqueada y destruida después de su muerte. El sitio permaneció enterrado durante siglos antes de que comenzaran las excavaciones a mediados del siglo XIX. Las excavaciones de Rassam en Nínive descubrieron varios artefactos e inscripciones importantes, siendo el más significativo el palacio de Asurbanipal, que contenía muchas tablillas y cilindros que describían su reinado.

El Cilindro de Rassam se encuentra en el Museo Británico | foto Anthony Huan en Wikimedia Commons

El Cilindro apareció dentro de una sala abovedada que una vez había sido parte de la biblioteca del palacio de Asurbanipal. Estaba enterrado bajo escombros y muros de adobe derrumbados, lo que ayudó a preservarlo y mantenerlo en condiciones notablemente buenas a pesar de su antigüedad. Rassam reconoció inmediatamente la importancia del descubrimiento, lo empaquetó cuidadosamente y lo envió al Museo Británico para un estudio más profundo.

Está hecho de arcilla cocida y tiene forma de prisma de 10 caras, datado en el año 643 a.C. Mide 48,89 centímetros de alto con un diámetro de 20,32 centímetros, y cada una de las caras inscritas tiene 6,35 centímetros de anchura. Los cilindros de este tipo se utilizaban en la antigua Mesopotamia para registrar eventos especiales o proclamaciones. Los mensajeros que entregaban los cilindros inscritos los leían en voz alta para difundir las palabras del rey por todo el reino.

La inscripción del cilindro describe con detalle en 1304 líneas nueve campañas militares de Asurbanipal contra diferentes enemigos y su reconstrucción del palacio real y otros edificios de Nínive. Constituye uno de los textos cuneiformes más largos y detallados de la antigua Mesopotamia.

Detalle de la inscripción | foto The Trustees of the British Museum

El texto se abre identificando a Asurbanipal y afirmando su derecho a gobernar sobre toda Asiria. Declara que los dioses lo nombraron para restaurar la gloria de Nínive, que había caído en un período de agitación civil después de la muerte de su padre.

Gran parte de la inscripción describe las victorias militares de Asurbanipal en áreas controladas por Babilonia, Elam y Egipto. Proporciona detalles de batallas, asedios, ciudades conquistadas y botines tomados de enemigos derrotados. Estas campañas se retratan como ordenadas por los dioses para restablecer la supremacía asiria.

Comienza relatando su ascensión al trono de Asiria:

Yo (soy) Asurbanipal, vástago de Assury Belit, el príncipe más antiguo del harén real, cuyo nombre Asur y Sin, el señor de la tiara, han nombrado para la realeza desde los primeros días, a quien formaron en el vientre de su madre, para el gobierno de Asiria; a quien Shamash, Adad e Ishtar, por su inalterable decreto han ordenado ejercer la soberanía (…) Con alegría y regocijo entré en el harén real, la espléndida sede, el vínculo de la realeza, donde Senaquerib, el padre del padre, mi engendrador, pasó sus días como príncipe heredero y como rey, en el que Esarhadon, el padre que me engendró, nació, creció y ejerció el gobierno sobre Asiria, (donde) engendró a todos los príncipes, aumentó su familia, reunió a (sus) parientes, y en ella, yo, Asurbanipal, me apoderé de la sabiduría de Nabú, penetré en todas (las complejidades) del arte de la escritura, tal como lo practican todo tipo de artesanos, aprendí a disparar con el arco, a montar a caballo y en carro, a llevar las riendas. Por orden de los grandes dioses, cuyos nombres invoqué, ensalzando su gloria, que me ordenaron ejercer la soberanía, me asignaron la tarea de adornar sus santuarios, asaltaron a mis adversarios en mi nombre, dieron muerte a mis enemigos, el héroe valiente, amado de Asur e Ishtar, vástago de la realeza, soy yo.

Vista de otra parte de la inscripción del cilindro | foto Gary Todd en Wikimedia Commons – Flickr

Luego se relatan la primera guerra egipcia contra Tirhakah; la segunda contra Urdamane; la conquista de Tiro y la muerte de su rey Baal; la expedición contra Ahseri, rey de Van; la expedición contra Temti-Humban-Inshushinak, rey del Imperio Elamita; la guerra contra su propio hermano Shamash-shum-ukin, rey de Babilonia, que se levantó contra él porque consideraba que él debía ser el gobernante del imperio por ser el hermano mayor.

En estos días Shamash-shum-ukin, el infiel hermano, a quien yo había tratado bien y había nombrado rey de Babilonia, le hice y le di todas las cosas imaginables que requiere la realeza; le equipé y puse en sus manos soldados, caballos y carros; le di ciudades, campos y plantaciones en mayor número de lo que mi padre había ordenado. Pero él olvidó esta bondad que yo le había mostrado (y) planeó el mal. Por fuera, con sus labios, hablaba (palabras) justas mientras que por dentro su corazón planeaba el asesinato. Engañó a los babilonios, que habían sido leales a Asiria y (fieles) vasallos míos, diciéndoles mentiras

El texto continúa con el relato de la primera y segunda guerra contra Ummanaldas, rey del Imperio Elamita; la expedición contra Uate, rey de Arabia; la captura de Ummanaldas; la embajada de Ishtar-duri, rey de Ararat; y la reconstrucción del palacio de Senaquerib en Nínive.

Otras secciones detallan los proyectos de construcción de Asurbanipal, incluidos templos y palacios erigidos en las principales ciudades asirias. Enfatiza su papel como restaurador y glorificador de estas ciudades, especialmente Nínive y la ciudad de Calah.

El cilindro concluye con una advertencia para todo aquel que se atreva a destruir los monumentos inscritos con el nombre de Asurbanipal.

Quien destruya el monumento inscrito con mi nombre, (el de) mi padre (y) el del padre de mi padre, y no lo coloque junto a su monumento, que Assur, Sin, Shamash, Adad, Bel, Nabû, Ishtar de Nínive, la reina de Kidmuri, Ishtar de Arbela, Urta, Nergal y Nusku, lo juzguen en mi nombre. Aiaru, el decimoquinto día. Eponimia de Shamash-dâninanni, gobernador de Acad.

Como uno de los registros cuneiformes más significativos de su tiempo, sigue siendo uno de los ejemplares más destacados de la famosa colección de artefactos del Cercano Oriente del Museo Británico.



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