Un equipo de investigadores de las universidades de Alcalá y Autónoma de Barcelona ha realizado un importante descubrimiento en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada). Según publican en la revista Science Advances, se trata de las primeras evidencias directas de cestería elaborada por sociedades de cazadores-recolectores y agricultores primitivos del sur de Europa.
El hallazgo consiste en 76 objetos de materiales orgánicos como madera, caña y esparto. Los investigadores han estudiado la materia prima, la tecnología empleada y realizado dataciones por carbono 14. Esto ha permitido situar los objetos entre el Holoceno temprano y medio, hace entre 9.500 y 6.200 años.
Esto convierte al conjunto en la evidencia más antigua de cestería mesolítica en el sur de Europa. Además, incluye útiles orgánicos asociados a las primeras comunidades agrícolas del Neolítico, como sandalias y una maza de madera.
Según Francisco Martínez Sevilla de la Universidad de Alcalá, las dataciones de los cestos de esparto nos obligan a replantearnos las ideas simplistas sobre las sociedades preagrícolas. A su juicio, la calidad y complejidad tecnológica de la cestería evidencia las habilidades de estas comunidades.
Por su parte, María Herrero Otal de la Universitat Autònoma de Barcelona destaca que es el conjunto de materiales de fibra vegetal más antiguo conocido en el sur de Europa. Aprecia una diversidad tecnológica en el tratamiento del esparto desde el Mesolítico hasta el Neolítico.
El descubrimiento se enmarca en el proyecto MUTERMUR, que estudia la cueva y sus materiales con técnicas arqueométricas avanzadas. Cuenta con la colaboración de museos, instituciones y propietarios.
La Cueva de los Murciélagos está en la costa granadina, cerca de Albuñol. Se abre en un barranco a 450 metros sobre el nivel del mar y 7 kilómetros de la costa. Es un enclave emblemático por la buena conservación de materiales orgánicos. Éstos se hallaron en el siglo XIX y pasaron a formar parte del Museo Arqueológico Nacional.
Según los investigadores, este descubrimiento sitúa a la Cueva de los Murciélagos como un yacimiento único en Europa para el estudio de materiales orgánicos prehistóricos.
Aporta un conocimiento inédito sobre las habilidades de cestería de las últimas sociedades cazadoras-recolectoras del sur europeo. Hasta ahora, se creía que la complejidad técnica en el tratamiento de fibras vegetales era patrimonio de los primeros agricultores neolíticos.
El descubrimiento también amplía significativamente la antigüedad conocida de objetos de esparto en la región. Los de la Cueva de los Murciélagos tienen entre 9.500 y 6.200 años, mientras que los siguiente más antiguos eran del Neolítico medio o hace unos 5.500 años.
Los resultados de este trabajo y la constatación de la cestería más antigua del sur de Europa, dan más sentido, si cabe, a la frase escrita por Manuel de Góngora en su obra Antigüedades prehistóricas de Andalucía (1868): “la ya para siempre famosa Cueva de los Murciélagos”, resaltan los autores.
FUENTES
Universitat Autónoma de Barcelona
Martínez-Sevilla, F.; Herrero-Otal, M., et al., The earliest basketry in southern Europe: Huntergatherer and farmer plant-based technology in Cueva de los Murciélagos (Albuñol). Science Advances. doi: 10.1126/sciadv.adi3055
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