Un extenso asentamiento prehispánico de 29 hectáreas, similar en tamaño a la Zona Arqueológica Soledad de Maciel en Petatlán, fue descubierto recientemente en terrenos ejidales de Tecpan de Galeana, Costa Grande de Guerrero.

El hallazgo ocurrió tras una inspección realizada por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), liderados por Rodolfo Lobato Rodríguez del Museo de Sitio de Xihuacan, quienes acudieron al lugar conocido como El Cerrito ante el aviso de pobladores sobre la existencia de montículos en la zona.

En el sitio se registraron 26 montículos menores en buen estado, que delimitan plazas, así como áreas residenciales y canchas de juego de pelota. Estos se distribuyen alrededor de un gran montículo central de 25 metros de altura y base de 73 x 60 metros, con espacios aledaños como plazas con estelas.

Descubren importante sitio en la Costa Grande de Guerrero | Foto Lobato Rodríguez / INAH

En el interior del complejo se hallaron hondonadas vinculadas a posibles sistemas de almacenamiento de agua y represas, aprovechando la cercanía del río Tecpan y la laguna Tetitlán. También se realizó un mapeo aéreo que permitió ubicar un altar con estelas gemelas en el cerro del Mono, hacia donde está orientado el montículo principal.

Según el arqueólogo Lobato Rodríguez, por las dimensiones y ubicación del sitio, así como por un petrograbado con glifo toponímico hallado en el lugar, el sitio podría corresponder a la antigua Apancalecan, cabecera regional referida en códices del siglo XVI que luego de la conquista española se transformó en Tequepa.

El topónimo Apancalecan en náhuatl significa “Lugar de casas con canales de agua”, lo que coincide con la presencia en el sitio de sistemas hidráulicos y el glifo en códices que muestra un templo con agua y caracoles. Esto respaldaría la hipótesis sobre la identidad del sitio con la histórica Apancalecan.

Vistas aéreas de El Cerrito, en Tecpan de Galeana, Guerrero | Foto Frédéric Henri Jean-Marc Bochet / INAH

Por el tipo de material cerámico encontrado en superficie, el sitio pudo estar ocupado desde el Clásico (200-650 d.C.) con influencia teotihuacana, hasta el Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.), contemporáneo a Cihuatlán.

Este hallazgo cobra relevancia por ser un sitio hasta ahora no registrado. Ya fue ingresado al Registro Público de Zonas Arqueológicas para su protección.

Según el INAH, se trata de uno de los descubrimientos más importantes en la Costa Grande de las últimas décadas, que aporta nuevas piezas para entender el desarrollo cultural de la región.


Fuentes

Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)


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