Según un estudio publicado el 27 de julio de 2023 en la revista de acceso abierto PLOS Genetics por Anastasia Shatilovich, del Instituto de Problemas Físicoquímicos y Biológicos en la Ciencia del Suelo RAS de Rusia, Vamshidhar Gade, del Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética de Alemania, y sus colegas, un nematodo del suelo reanimado del permafrost siberiano había permanecido latente durante aproximadamente 46.000 años.

Algunos animales, como los tardígrados, los rotíferos y los nematodos, pueden sobrevivir a condiciones duras entrando en un estado de latencia conocido como «criptobiosis».

Anteriormente, se reanimaron individuos de nematodos a partir de muestras recogidas en una madriguera fosilizada en depósitos de limo del noreste del Ártico. En este estudio, el análisis radiocarbónico del material vegetal de la madriguera reveló que estos depósitos helados, a 40 metros bajo la superficie, no se habían descongelado desde finales del Pleistoceno, hace entre 45.839 y 47.769 años.

El nematodo resucitado | foto Shatilovich et al, 2023, PLOS Genetics, CC-BY 4.0

Mediante la secuenciación del genoma, el ensamblaje y el análisis filogenético de la relación del nematodo con las especies modernas, los investigadores determinaron que pertenece a una especie no descrita anteriormente, Panagrolaimus kolymaensis.

Compararon su genoma con el del organismo modelo Caenorhabditis elegans e identificaron genes comunes implicados en la criptobiosis. Cuando se desecaban ligeramente en el laboratorio, ambas especies aumentaban la producción de un azúcar llamado trehalosa, que podría ayudarles a sobrevivir a la desecación y la congelación extremas.

Probaron la capacidad de supervivencia de P. kolymaensis y descubrieron que la exposición a una desecación leve antes de la congelación ayudaba a preparar a los gusanos para la criptobiosis y mejoraba su supervivencia a -80ºC.

Otra vista del nematodo | foto Shatilovich et al, 2023, PLOS Genetics, CC-BY 4.0

Este tratamiento también benefició a las larvas dauer de C. elegans, que sobrevivieron 480 días a -80 °C sin que se redujera su viabilidad ni su reproducción tras la descongelación.

Este estudio amplía en decenas de miles de años la criptobiosis más prolongada de la que se tiene constancia en nematodos. Al adaptarse a condiciones extremas, como el permafrost, durante breves periodos de tiempo, los nematodos podrían haber adquirido la capacidad de permanecer inactivos durante escalas de tiempo geológicas.

Los autores añaden: Este trabajo también sugiere que las fluctuaciones del medio ambiente también determinan el tiempo que un organismo puede permanecer en estado criptobiótico.


Fuentes

PLOS | Shatilovich A, Gade VR, Pippel M, Hoffmeyer TT, Tchesunov AV, Stevens L, et al. (2023) A novel nematode species from the Siberian permafrost shares adaptive mechanisms for cryptobiotic survival with C. elegans dauer larva. PLoS Genet 19(7): e1010798. doi.org/10.1371/journal.pgen.1010798


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