Un estudio han identificado restos óseos atribuidos a camellos dromedarios (Camelus dromedarius) en yacimientos arqueológicos de las épocas romana y medieval en Córdoba, España. Se recuperaron nueve fragmentos óseos que representaban a un mínimo de nueve individuos.
Se realizaron análisis de radiocarbono e isótopos estables en algunos de los restos para confirmar la identificación de la especie y proporcionar información sobre la edad y el origen de los animales. Los restos sugieren que los dromedarios estuvieron presentes en Córdoba durante el periodo romano temprano, posiblemente como animales de carga, y que fueron más numerosos durante el periodo medieval, siendo probablemente criados en la región para entonces.
Los restos de dromedarios procedentes de contextos romanos en la Península Ibérica y en otros lugares del Imperio Romano son relativamente escasos, pero cada vez se conocen mejor gracias a recientes análisis faunísticos.
Indican que en aquella época los dromedarios se utilizaban principalmente como animales de carga para transportar mercancías entre ciudades y villas. En la Córdoba romana, un fragmento de mandíbula y una primera falange recuperados en una villa agrícola y un fragmento de cúbito proximal y radio procedentes de un taller de huesos sugieren el uso de estos animales para el transporte y la producción artesanal, respectivamente.
Las medidas de algunos huesos de dromedarios romanos procedentes de yacimientos de toda Europa son mayores que las de los ejemplares modernos, lo que sugiere el posible uso de machos castrados o animales híbridos para mejorar su capacidad de transporte.
Los restos de dromedarios son más abundantes en yacimientos medievales del sur de la Península Ibérica, incluida Córdoba, lo que sugiere su cría en la región por entonces. Las fuentes históricas indican que los dromedarios se importaron del norte de África durante el Califato de Córdoba, principalmente para el transporte militar, y es probable que su número aumentara con la llegada de los almohades y los almorávides.
El uso de los dromedarios como animales de carga continuó en el periodo medieval. La escasez de huesos de extremidades en los conjuntos arqueológicos medievales puede indicar su uso en la producción artesanal. Aunque algunos estudiosos proponen el posible consumo de carne de camello durante esta época como expresión de la identidad musulmana, las modificaciones antrópicas visibles en los restos óseos sugieren más claramente su uso para la artesanía y el transporte.
Los análisis isotópicos de un dromedario medieval de Luxemburgo sugieren que nació en Egipto, lo que apoya las pruebas históricas de la importación de dromedarios del norte de África.
Otros análisis isotópicos de ejemplares andaluces podrían arrojar luz sobre sus orígenes geográficos y su movilidad. Los análisis genéticos también podrían ayudar a confirmar la presencia histórica de híbridos y aclarar los linajes específicos de dromedarios presentes.
Fuentes
José Antonio Riquelme Cantal, Juan Manuel Garrido Anguita et al., Camelids in the south of the Iberian Peninsula in Roman and medieval times. Osteological evidence from the city of Cordoba (Spain). Journal of Archaeological Science: Reports, Volume 50, August 2023, 104101, doi.org/10.1016/j.jasrep.2023.104101
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