El Lacus Juturnae, o “fuente de Juturna», es una fuente sagrada construida en el Foro Romano en el siglo V a.C. Su nombre procede de la ninfa romana Juturna, que se consideraba la diosa de las fuentes, los pozos y los manantiales. Según la mitología romana, el manantial que la alimentaba se creó cuando el dios Júpiter golpeó el suelo con su rayo, haciendo brotar el agua.
Se creía que esta fuente poseía propiedades curativas milagrosas y a ella acudían los ciudadanos para ofrecer plegarias y hacer sacrificios con la esperanza de recibir bendiciones divinas, curación u orientación.
Está situada en el lado sur del Foro, entre el templo de los gemelos sagrados Cástor y Pólux, y el de Vesta. Antes de la construcción del primer acueducto, era una de las fuentes más antiguas e importantes de la ciudad.
Junto al manantial había un pequeño santuario dedicado a Juturna, que albergaba una estatua de la ninfa y servía de centro de culto. El santuario estaba adornado con diversas ofrendas votivas, como placas de mármol y figuras de terracota, dejadas por suplicantes agradecidos. Algunas inscripciones encontradas en estas ofrendas sugieren que se creía que las aguas del Lacus Juturnae curaban dolencias como la ceguera y la parálisis.
Una leyenda asociada al Lacus Juturnae tiene que ver con los gemelos sagrados Cástor y Pólux. En el año 496 a.C., tras la victoria romana sobre la Liga Latina en la batalla del lago Regilo, se dice que Cástor y Pólux aparecieron en el manantial para dar de beber a sus caballos. Los gemelos fueron aclamados como salvadores divinos, lo que llevó a la construcción del Templo de Cástor y Pólux en las cercanías.
En el siglo II a.C. se construyó sobre el manantial una fuente, en la cual estaban representados Cástor y Pólux con sus caballos. Esta fuente, levantada por el censor Lucio Emilio Paulo, fue reconstruida en 117 a.C. por Lucio Cecilio Metelo.
Dañada por un incendio en el año 14 d.C., tuvo que ser restaurada de nuevo por Tiberio. Para el siglo IV d.C. el lugar en torno al Lacus Juturnae incluía el statio aquarum, la institución que se encargaba de velar por el suministro de agua a Roma.
La fuente se mantuvo en uso incluso durante la Edad Media, hasta que la progresiva acumulación de tierra y escombros terminó por cubrirla completamente.
No fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando el arqueólogo italiano Giacomo Boni la redescubrió durante sus excavaciones en el Foro Romano. Está formada por una pila casi cuadrada de 5,13 metros de largo, 5,04 de ancho y 2,12 de profundidad, recubierta de losas de mármol.
A aproximadamente un metro de profundidad, sobre el pavimento restaurado por Augusto, todavía está la pila inferior de época republicana.
En el centro tiene un altar rectangular de 1,78 metros de alto, con una base de 3 metros de largo y 2 de ancho. Se cree que sobre él estaban originalmente las estatuas de los Dioscuros (Cástor y Pólux) con sus caballos, que se encontraron rotas en varios fragmentos en la pila, y que hoy pueden verse en el Museo del Foro.
Cerca del borde de la fuente puede verse una reproducción de un relieve de Trajano con los Dioscuros (el original se guarda en el museo). Enfrente hay un pozo de mármol con una inscripción que recuerda que el lugar fue restaurado por Marco Barbatio Polión, edil curul de finales del siglo I a.C. Frente al pozo hay un edículo con una cella y dos columnas que alberga una estatua de Juturna.
Fuentes
Annette Haug, Nicola Chiarenza, Ulrich Müller, eds., The Power of Urban Water | Marcello Mogetta, The Origins of Concrete Construction in Roman Architecture | Filippo Coarelli, Rome and Environs, An Archaeological Guide | Wikipedia
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