En más de 70 cementerios del sur, el centro y el este de Inglaterra se han hallado anillos de marfil que datan de finales del siglo V al VII d.C. Estos anillos, hallados con mayor frecuencia en tumbas femeninas ricamente amuebladas, habrían servido de armazón para bolsas que colgaban de la cintura.
El debate sobre el origen de este marfil ha prevalecido desde el siglo XIX, considerándose el marfil de morsa y mamut como posibles contendientes del marfil de elefante.
Recientes excavaciones en Scremby, Lincolnshire, revelaron un cementerio anglosajón previamente desconocido que data de finales del siglo V a mediados del siglo VI d.C. Aunque muy perturbado por la actividad agrícola, 49 inhumaciones, incluidos hombres, mujeres y niños, sobrevivieron lo suficientemente bien como para ser recuperadas. De ellas, siete inhumaciones femeninas incluían en sus tumbas anillos circulares de marfil, que originalmente habrían formado la abertura rígida de una bolsa orgánica.
Mediante un enfoque multimetodológico, los investigadores establecieron que el marfil utilizado para los anillos de las bolsas de Scremby procedía de elefantes que vivían en una zona de rocas volcánicas jóvenes de África en algún momento de los siglos V y VI d.C.. Esta evidencia preliminar nos permite considerar las redes y los factores socioeconómicos que facilitaron la distribución de marfil de África a las Islas Británicas en este momento.

Las primeras referencias a anillos de bolsa de marfil en tumbas anglosajonas tempranas en Inglaterra proceden de informes anticuarios que datan del siglo XIX. En un principio se pensó que se trataba de anillos o brazaletes para el brazo, pero la primera vez que se identificaron correctamente como anillos para bolsas fue en 1857, con las excavaciones de Akerman en el cementerio anglosajón de Brighthampton, Oxfordshire.
Los anillos se trabajaban para redondear y alisar los bordes y probablemente estaban muy pulidos. La rareza de este material, que no estaba disponible de forma natural en la Inglaterra de los siglos V-VII, sugiere que se utilizaban tanto para mostrar estatus como por su utilidad práctica.
La presencia de marfil en las tumbas anglosajonas ha suscitado un gran interés y debate entre los estudiosos. Fuentes históricas, como la «Historia Natural» de Plinio, recuerdan el uso de elefantes en las expediciones militares ptolemaicas.
Durante el periodo romano tardío, el marfil de elefantes africanos (Loxodonta africana, Loxodonta cyclotis) y asiáticos (Elephas maximus) se distribuía desde los puertos egipcios por todo el Mediterráneo. Sin embargo, el uso del marfil de elefante existente en el periodo inmediatamente posterior al romano fue descartado por los estudiosos alegando que el fin del Imperio Romano de Occidente provocó la interrupción de las antiguas rutas comerciales que habrían llevado el marfil al norte de Europa.
El hallazgo sigue planteando una serie de interrogantes en torno a los mecanismos comerciales y las conexiones entre Occidente y los poderes de élite, como el Reino de Aksum, en Oriente. Futuras investigaciones basadas en este estudio ofrecerán la oportunidad de comprender mejor cómo y por qué este material exótico llegó a un número selecto de tumbas femeninas en la zona rural de Lincolnshire.
Fuentes
Katie A. Hemer, Hugh Willmott, Jane E. Evans, Michael Buckley, Ivory from early Anglo-Saxon burials in Lincolnshire – A biomolecular study. Journal of Archaeological Science: Reports, vol.49, June 2023, 103943. DOI:doi.org/10.1016/j.jasrep.2023.103943
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