Las excavaciones que comenzaron en febrero en el llamado Regio IX de Pompeya -uno de los nueve barrios en que se divide el yacimiento-, en un área de unos 3.200 metros cuadrados, casi una manzana entera de la antigua ciudad sepultada en el año 79 d.C. por el Vesubio, han sacado a la luz nuevos hallazgos.
El proyecto forma parte de un planteamiento más amplio, desarrollado durante los años del Proyecto Gran Pompeya, destinado a rectificar y resolver los problemas hidrogeológicos y de conservación de los frentes de excavación, es decir, el límite entre las partes excavadas y las no exploradas de la ciudad antigua. Esta última asciende a unas 22 hectáreas de manzanas y casas aún enterradas bajo lapilli y cenizas, casi un tercio de la ciudad antigua.
El trazado de la nueva excavación, situada en la Ínsula 10 del Regio IX, a lo largo de la Via di Nola, es por tanto el mismo que el ya implementado en la excavación del Regio V durante los años 2018-2020, que, bajo la dirección del entonces director, Massimo Osanna, vio emerger la Casa de Orión, la Casa con Jardín y el Termopolium.
La excavación en la zona, a lo largo de la Via di Nola, se inició en 1888, pero pronto se interrumpió. Después de más de un siglo se reanudó y ya ha vuelto a sorprender. Han aparecido dos casas atrio, ya investigadas parcialmente en el siglo XIX, construidas en época samnita y transformadas en talleres en el siglo I d.C.
Se trata de una fullonica (lavandería) situada en el atrio de la casa del n.º 2, con bancos de trabajo y tinas para lavar y teñir la ropa, y de una panadería con horno, espacios para piedras de molino y salas para procesar y crear productos alimenticios destinados a ser distribuidos en la ciudad.
En estas últimas salas han aparecido los restos óseos de tres víctimas de la erupción, tres pompeyanos que habían huido en busca de seguridad y en su lugar encontraron la muerte bajo los suelos derrumbados.
Las primeras investigaciones antropológicas indican que se trata de dos individuos adultos, probablemente mujeres según los primeros análisis in situ, y un niño de unos 3-4 años. Los individuos fueron encontrados en una habitación ya excavada, donde sólo quedaban 40 centímetros de estratigrafía intacta.
Descansaban en contacto directo con el suelo y mostraban -junto con pruebas de importantes procesos de asentamiento postmortem- una serie de traumatismos perimortem debidos al derrumbe del suelo superior, cuyos fragmentos estaban mezclados con lapilli pumíceo blanco, característico de las primeras fases de la erupción pliniana del año 79 d.C. en Pompeya.
En el atrio de la vivienda con horno contiguo han resurgido dos cubículos con frescos que representan escenas del mito: Poseidón y Amimón en el primero, Apolo y Dafne en el segundo. En la primera de las dos salas se conservan restos de muebles carbonizados de un incendio que se produjo durante la catástrofe.
Fuentes
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