Cincuenta años después de que el Apolo 11 abriera el camino a los primeros estudios de la Luna, un equipo de científicos del CNRS, la Universidad de la Costa Azul, el Observatorio de la Costa Azul, la Universidad de la Sorbona y el Observatorio de París-PSL ha desvelado una parte de su estructura interna que hasta ahora seguía siendo un misterio: la Luna tiene un núcleo sólido, como la Tierra.

Este descubrimiento va acompañado también de la identificación de datos que explican la presencia de materiales ricos en hierro en la corteza lunar. Este trabajo se publica en Nature.

Mientras se debate la evolución de la Luna, acaba de aclararse la naturaleza de su estructura profunda. Cincuenta años después de las primeras misiones espaciales a la Luna, no cabe duda de que tiene un núcleo sólido en el centro y un núcleo fluido en la periferia, como la Tierra. Esta hipótesis acaba de ser validada gracias a los trabajos realizados por científicos del CNRS, la Universidad de la Costa Azul, el Observatorio de la Costa Azul, la Universidad de la Sorbona y el Observatorio de París-PSL.

Vista artística del interior lunar. De la superficie al centro: una corteza fina, un manto muy grueso, una interfaz manto/núcleo de baja viscosidad, un núcleo externo líquido, un núcleo interno sólido | foto Geoazur/Nicolas Sarter

Unos veinte años después de identificar un núcleo exterior fluido, el equipo ha revelado un núcleo sólido de unos 500 kilómetros de diámetro, es decir, aproximadamente un 15% del tamaño de la Luna. Está compuesto por un metal de densidad próxima a la del hierro. Las técnicas, en particular las vinculadas a la rotación de la Luna, habían permitido identificar claramente el núcleo exterior fluido. Sin embargo, el núcleo sólido seguía siendo indetectable, dado su pequeño tamaño. La existencia de este último quedó demostrada gracias a los datos de varias misiones espaciales y a la telemetría láser lunar.

Además de este importante descubrimiento, algunos elementos sacados a la luz por los científicos parecen apoyar la hipótesis del desplazamiento de material en el manto, la capa intermedia entre el núcleo y la corteza de la Luna durante su evolución. Esto se conoce como inversión del manto lunar y ayuda a explicar la presencia de elementos ricos en hierro en la superficie de la Luna. ¿Cómo se produjo? El material podría haber ascendido a la superficie y producido rocas volcánicas depositadas en la corteza lunar. Después, los elementos que eran demasiado densos en comparación con el material circundante en la corteza volvieron a caer a la interfaz entre el manto y el núcleo.

Estos trabajos aportan conocimientos indispensables, sobre todo para conocer la historia del sistema solar y comprender ciertos acontecimientos, como la desaparición del campo magnético lunar: originalmente cien veces más potente que el de la Tierra actual, ahora es casi inexistente.


Fuentes

CNRS | Briaud, A., Ganino, C., Fienga, A. et al. The lunar solid inner core and the mantle overturn. Nature (2023). doi.org/10.1038/s41586-023-05935-7


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