A unos 30 kilómetros de la localidad de Kumanovo en Macedonia del Norte, en el noreste del país y cerca de la frontera con Serbia, hay un monumento megalítico de considerables dimensiones situado a unos 1.000 metros de altitud en la cima del monte Tatićev Kamen, una colina de origen volcánico.
Lo descubrió en el año 2001 el arqueólogo Jovica Stankovski, que en aquel momento era director del Museo Nacional en Kumanovo. El observatorio en sí ocupa una superficie de unos 90 por 50 metros, mientras que el yacimiento arqueológico en que se enmarca alcanza las 30 hectáreas.
Los hallazgos más antiguos datan del siglo XIX a.C., los comienzos de la Edad del Bronce, y los más numerosos de mediados de ese periodo (entre los siglos XVI y XIV a.C.). Comprenden vasijas de cerámica, piedras de moler, algunos moldes para fundir hachas de bronce y un colgante.

En 2009 se descubrió asimismo una capa arqueológica de la Edad del Hierro (siglo VII a.C.) que incluía un pequeño poblado, y fragmentos de vasijas llenas de ofrendas depositadas en las grietas de las rocas. Por ello se considera que el lugar era un espacio sagrado donde se realizaban exvotos y quizá algún tipo de ritual relacionado con la fertilidad.
Hoy en día en Macedonia del Norte se acepta generalmente la interpretación del yacimiento como un observatorio astronómico, con dos plataformas situadas una 19 metros por encima de la otra. Según esta interpretación, sostenida por el descubridor Jovita Stankovski y el astrónomo Gjorgji Cenev (del Observatorio de Skopje), el yacimiento incluye piedras y marcas que se pueden utilizar para seguir el movimiento del Sol y la Luna, así como marcar sus posiciones en los solsticios de invierno y verano, y en los equinoccios de primavera y otoño.

Kokino funcionaría así como un calendario de 12 años lunares que contenían 12 meses lunares cada uno. Seis de ellos eran meses de invierno de 29 días y seis meses de verano de 30 días. Los 7 años lunares restantes contenían 13 meses lunares: seis meses de invierno de 29 días y siete meses de verano de 30 días. Estos años lunares “excesivos” tenían lugar cada 2, 5, 8, 10, 13, 16 y 18 años en un periodo de 19 años.
En la plataforma inferior hay cuatro asientos de piedra, colocados en fila en el lado oeste y orientados en un eje norte-sur. Según los investigadores que defienden la hipótesis del observatorio, un bloque de piedra con una marca en la plataforma superior señala la dirección de la salida del Sol en el solsticio de verano cuando se observa desde uno de esos asientos.
La función principal de estos asiento o tronos sería la realización del ritual de unión del Dios Sol con su “representante” en la Tierra: el gobernante, que se sentaba en uno de los tronos (el segundo) durante el ritual.

Otros investigadores, como Juan Antonio Belmonte (que recientemente refutó la hipótesis del funcionamiento de Stonehenge como calendario) dudan de la función de Kokino como observatorio astronómico, basándose en el hecho de que su precisión en ese sentido nunca ha sido probada, y en que el lugar carece de contexto histórico o etnográfico.
Kokino fue propuesto en 2011 para su inclusión en la lista del Patrimonio de la Humanidad, aunque su candidatura fue finalmente rechazada, debido a las dudas sobre su carácter de observatorio. Su función como lugar sagrado sí estaría atestiguada por los hallazgos de objetos.
Fuentes
Balkan Travellers | Belmonte, J.A. (2015). Ancient “Observatories” – A Relevant Concept?. In: Ruggles, C. (eds) Handbook of Archaeoastronomy and Ethnoastronomy. Springer, New York, NY. doi.org/10.1007/978–1–4614–6141–8_9 | UNESCO World Heritage Convention | G. Cenev, Megalithic observatory Kokino. Publications of the Astronomical Observatory of Belgrade, Vol. 80, p. 313–317 | Wikipedia
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.