Científicos de la Academia Polaca de Ciencias han encontrado un conjunto de herramientas de hueso, probablemente utilizadas para el sangrado de ganado, en la cuenca de Letti, en el norte de Sudán. Según los descubridores, este podría ser el registro más antiguo de este tipo de práctica.
El objetivo de la última investigación llevada a cabo por científicos del Instituto de Arqueología y Etnología de la Academia Polaca de Ciencias fue el área de la cuenca de Letti en el valle del Nilo medio. Se enfocaron en identificar las primeras comunidades en África que se dedicaron a la cría de ganado. Intentan determinar, entre otras cosas, si la domesticación de estos animales ocurrió en África o si las manadas fueron traídas desde Oriente Medio.
En enero de 2023, los arqueólogos llevaron a cabo otra excavación. Esta vez, el objetivo era un cementerio donde se enterraron personas hace unos 7.000 años. Allí se encontraban algunos de los primeros criadores de ganado en esta parte de África.
Los investigadores prestaron especial atención a dos tumbas. En la primera, en una fosa muy profunda, los arqueólogos encontraron los restos de un hombre mayor y muy alto. Los científicos observaron fragmentos de piel de animales que cubrían los restos humanos. Resultó que estaba teñido con un pigmento mineral rojo, el ocre. Se ha utilizado desde el Paleolítico, por ejemplo, para crear pinturas rupestres. Los arqueólogos también relacionan el ocre con la esfera religiosa, como lo demuestra su presencia en las tumbas.
En la tumba también se encontraba, entre otras cosas, un pequeño cuenco con rastros de ocre, así como 5 cuchillas de hueso, tanto pequeñas como bastante grandes, hechas probablemente de hueso de ganado.
Estas herramientas llamaron inmediatamente nuestra atención, dijo el Dr. Piotr Osypiński, quien dirigió las excavaciones como parte de un proyecto financiado por el Centro Nacional de Ciencias.
Todas estaban afiladas de manera muy clara. Al mismo tiempo, cada una tiene una forma natural preservada de hueso y se asemeja a un embudo o canal. Teniendo en cuenta la forma característica de las cuchillas, podrían haberse utilizado para extraer sangre de las vacas, al igual que lo hacen los pastores africanos modernos, como los Masai. Sin hacer daño a los animales, en ocasiones especiales, se bebe la sangre de las vacas, generalmente mezclada con leche. Esta sería la evidencia más antigua conocida de este tipo de prácticas, enfatizó el Dr. Osypiński.
Según el investigador, el difunto era uno de los representantes más antiguos de las culturas pastoriles que, hace 7.000 años, recorrían el Sahel africano con grandes rebaños de ganado.
En la segunda tumba que llamó la atención de los investigadores, un hombre joven yacía en posición fetal en una pequeña cavidad ovalada sobre su costado derecho. En este caso también, el cuerpo después de la muerte fue cubierto con piel de animal empapada en ocre rojo sangre. Para el más allá, se le entregó una pequeña paleta de piedra para triturar este pigmento, así como dos cuchillas óseas.
Pero otra cosa llamó la atención de los arqueólogos. En el cráneo del hombre había un orificio redondo precisamente cortado de unos 5 centímetros de diámetro. No tenía señales de una curación avanzada, por lo que es probable que este procedimiento estuviera relacionado con la muerte del joven. Es difícil imaginar cómo, hace 7.000 años, solo con herramientas de piedra y hueso, las personas podrían haber realizado procedimientos quirúrgicos tan peligrosos y complicados. No sabemos si tenían como objetivo tratar alguna enfermedad o si se trataba de prácticas con un trasfondo mágico, comentó el arqueólogo.
Dentro del cementerio, los investigadores también encontraron grupos de huesos de ganado. Según ellos, es posible que estos animales hayan sido enterrados aquí por las personas de la época.
Los sudaneses descubrieron el cementerio hace varios años durante la construcción de una carretera. Las ruedas de los camiones se hundían en las cámaras funerarias y, al intentar salir, arrojaban huesos humanos, recipientes y decoraciones a la superficie. Por eso, los arqueólogos llegaron a esta zona.
Es una verdadera oportunidad para nosotros, ya que los cementerios de este período temprano se descubren muy raramente, señaló el Dr. Osypiński.
¿Por qué vale la pena estudiarlos? Las comunidades pastorales neolíticas del África subsahariana son extremadamente importantes para la historia de este continente. Fueron ellas las que estuvieron en la génesis de la formación de las civilizaciones antiguas, entre ellas la egipcia. Debido a su estilo de vida nómada y a los miles de años que nos separan de ellos, todavía sabemos muy poco sobre ellos, explicó el Dr. Osypiński.
Fuentes
Nauka w Polsce, Szymon Zdziebłowski
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