Las tablillas de maldición eran populares y muy utilizadas en el mundo antiguo. Los conjuros correspondientes se inscribían o tallaban a menudo en finas láminas de plomo, con la intención de que causaran daño a un adversario o rival. El uso de tablillas de maldición y los rituales asociados se extendieron a medida que se expandía el Imperio Romano y se han encontrado en yacimientos desde Egipto hasta Gran Bretaña.

Las utilizaban tanto los incultos como los de alto estatus. Un proyecto de investigación dirigido por el Dr. Michael Hölscher, de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU), investiga las tablillas de maldición y el papel que desempeñan en el Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento. En el Apocalipsis hay aspectos de inscripciones y prácticas relacionadas con las tablillas de maldición. Esto bien podría haber sido una expresión indirecta de la necesidad de segregación y el intento de autopreservación de una comunidad cristiana primitiva a menudo amenazada, explicó Hölscher, investigador de la Facultad de Teología Católica de la JGU.

El proyecto de investigación titulado Rituales desencantados. Huellas de las Tablas de Maldición y su Función en el Apocalipsis de Juan está siendo patrocinado por la Fundación Alemana de Investigación (DFG) durante el período 2022 a 2025.

Tablilla de maldición contra Priscila procedente de Groß-Gerau: La tablilla de plomo, aquí el anverso, consta de tres fragmentos y lleva inscrita por ambos lados una oración de venganza en latín. Probablemente data de alrededor del año 100 d.C. | foto René Müller / LEIZA

Los rituales de maldición formaron parte de la vida cotidiana en amplias zonas del Imperio Romano durante un período de 1.000 años

Las tablillas de maldición empezaron a recopilarse e investigarse sistemáticamente en el siglo XIX. Sin embargo, continuamente se descubren y descifran versiones desconocidas de estos conjuros en pequeñas planchas de plomo. Hasta la fecha se han recopilado unas 1.700, que proporcionan información sobre la cultura y el lenguaje de los antiguos pueblos que confiaban en ellas.

Los hallazgos arqueológicos datan de una época comprendida entre el 500 a.C. y el 500 d.C. aproximadamente. En otras palabras, los rituales se llevaron a cabo durante unos 1.000 años en una región que se extendía desde el Mediterráneo hasta el extremo norte de Europa. Estas tablillas maldicientes iban dirigidas a litigantes opuestos en los tribunales, adversarios deportivos en el hipódromo o rivales en asuntos amorosos.

Las tablillas de plomo con las maldiciones inscritas se depositaban a menudo en lugares específicos, como tumbas o en las proximidades de lugares sagrados, supuestas moradas de espíritus del inframundo, que garantizarían la eficacia de la maldición. El ritual de la maldición en su conjunto no se limitaba simplemente a la formulación del hechizo como tal, sino que también implicaba el acto de escribirlo, la perforación de las tablillas o su enterramiento en lugares deliberadamente seleccionados, explica Hölscher describiendo aspectos de la práctica de la tabella defixionis (tablilla de maldición). Los antiguos la consideraban una forma de brujería o magia negra, prescritas por el derecho romano.

Tablilla de maldición contra Priscila procedente de Groß-Gerau: La tablilla de plomo, aquí el reverso, consta de tres fragmentos y lleva inscrita por ambos lados una oración de venganza en latín. Probablemente data de alrededor del año 100 d.C. | foto René Müller / LEIZA

Paralelismos entre las tablillas de maldición y el texto del Apocalipsis

Gracias a sus conocimientos sobre las fórmulas utilizadas por quienes empleaban las tablillas de maldición y sus expectativas sobre cómo debían funcionar sus maldiciones, Hölscher ha estudiado cómo éstas han dejado sus huellas en el texto del Apocalipsis de Juan. Éste fue escrito en el siglo I de nuestra era y estaba dirigido a los cristianos de la costa occidental de Asia Menor.

En el Apocalipsis encontramos expresiones y frases muy parecidas a las que aparecían en las tablas de maldición, aunque no aparecen citas textuales de éstas, señala Hölscher. Como ejemplo, cita la descripción de un ángel que arroja una enorme piedra al mar con las palabras: Así con violencia será derribada esa gran ciudad que es Babilonia, y no será hallada más. Según Hölscher, esto puede leerse como una especie de ritual de maldición. Quienes se enfrentaron a estas palabras en aquella época bien pudieron asociarlas directamente con el uso rutinario de tablillas de maldición con el que estarían familiarizados.

En las siete cartas del Apocalipsis, la dominación romana y el culto al emperador se presentan como fenómenos demoníacos y satánicos, de los que la minoría cristiana se esforzaba por aislarse. El Apocalipsis contribuye al proceso de autodescubrimiento, a la búsqueda de una identidad propia por parte de una minoría cristiana en un mundo dominado por una mayoría romana pagana que rendía rutinario homenaje no sólo al emperador, sino también a los principales dioses romanos, explicó Hölscher.

La famosa tablilla de maldición de Larzac | foto Pankratos en Wikimedia Commons

El proyecto Rituales desencantados, financiado por la DFG, busca analogías entre el Apocalipsis y las tablillas de maldición y analiza el modo en que los lectores de finales del siglo I d.C. podrían haber interpretado el texto bíblico. Es posible que quienes leyeron o escucharon las palabras del Apocalipsis de Juan vieran fácilmente pasajes enteros, frases sueltas o conceptos a la luz de conjuros de maldición, afirma Hölscher, haciendo hincapié en la influencia de la cultura de las tablillas de maldición. El proyecto investigará el solapamiento de ambas fuentes sobre el trasfondo de cómo se percibían en la Antigüedad la magia, por un lado, y la religión, por otro.


Fuentes

Johannes Gutenberg Universität Mainz | DFG-Projekt “Entzauberte Rituale”


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