Un estudio realizado por un equipo internacional e interdisciplinar dirigido por el arqueólogo Dr. Ralph Araque González, de la Facultad de Humanidades de Friburgo, ha demostrado que las herramientas de acero ya se utilizaban en Europa hace unos 2.900 años.

Mediante análisis geoquímicos, los investigadores han podido demostrar que las estelas de piedra de la Península Ibérica que datan del Bronce Final presentan grabados complejos que sólo podrían haberse realizado con acero templado.

Esto se vio respaldado por los análisis metalográficos de un cincel de hierro de la misma época y región (Rocha do Vigio, Portugal, ca. 900 a.C.) que mostraron el contenido de carbono necesario para ser acero propiamente dicho. El resultado se confirmó también experimentalmente realizando pruebas con cinceles de diversos materiales: sólo el cincel de acero templado era capaz de grabar adecuadamente la piedra.

Hasta hace poco se suponía que no era posible producir acero de calidad adecuada en la Primera Edad del Hierro y, desde luego, tampoco en la Edad del Bronce Final, y que sólo se generalizó en Europa bajo el Imperio Romano.

Mediante análisis geoquímicos, los investigadores han podido demostrar que las estelas de piedra de la Península Ibérica que datan del Bronce Final presentan grabados complejos que sólo podrían haberse realizado con acero templado. Esto fue respaldado por análisis metalográficos de un cincel de hierro de la misma época y región que mostraron el contenido de carbono necesario para ser acero propiamente dicho | Fotos Rafael Ferreiro Mählmann (A), Bastian Asmus (B), Ralph Araque Gonzalez (C-E)

El cincel de Rocha do Vigio y el contexto en el que fue hallado demuestran que la metalurgia del hierro, incluida la producción y el templado del acero, fueron probablemente desarrollos autóctonos de pequeñas comunidades descentralizadas de Iberia, y no debidos a la influencia de procesos de colonización posteriores. Esto también tiene consecuencias para la evaluación arqueológica de la metalurgia del hierro y las esculturas de cuarcita en otras regiones del mundo, explica Araque González.

El estudio El trabajo de la piedra y el acero más antiguo en Iberia: Análisis científicos y réplicas experimentales de estelas y herramientas de la edad de bronce final ha sido publicado en la revista Journal of Archaeological Science.

El registro arqueológico de la Iberia de la Edad del Bronce Final (c. 1300–800 a.C.) es fragmentario en muchas partes de la Península Ibérica: escasos restos de asentamientos y casi ningún enterramiento detectable se complementan con vestigios de acaparamiento de metales y restos de actividades mineras. Teniendo esto en cuenta, las estelas ibéricas occidentales, con sus representaciones de figuras antropomorfas, animales y objetos selectos, revisten una importancia singular para la investigación de esta época.

Hasta ahora, los estudios de las propias rocas de las que se hicieron estas estelas para obtener información sobre el uso de materiales y herramientas han sido la excepción. Araque González y sus colegas analizaron en profundidad la composición geológica de las estelas. Esto les llevó a descubrir que un número significativo de estelas no era, como se había supuesto, de cuarcita, sino de arenisca de cuarzo silicatado. Al igual que la cuarcita, se trata de una roca extremadamente dura que no se puede trabajar con herramientas de bronce o piedra, sino sólo con acero templado, explica Araque González.

El análisis de un cincel de hierro hallado en Rocha do Vigio demostró que los canteros ibéricos de la Edad del Bronce Final disponían de las herramientas necesarias. Los investigadores descubrieron que se trataba de un acero heterogéneo pero asombrosamente rico en carbono. Para confirmar sus hallazgos, los investigadores también llevaron a cabo un experimento en el que participaron un cantero profesional, un herrero y un fundidor de bronce, e intentaron trabajar la roca de la que estaban hechas las estelas utilizando cinceles de diferentes materiales.

El cantero no pudo trabajar la piedra ni con los cinceles de piedra ni con los de bronce, ni siquiera utilizando un cincel de hierro con punta sin templar. Los habitantes de la Edad del Bronce Final en Iberia eran capaces de templar el acero. De lo contrario, no habrían podido trabajar las estelas, concluye Araque González como resultado del experimento.


Fuentes

Albert-Ludwigs-Universität Freiburg | Araque Gonzalez, A., Asmus, B., et al.(2023), Stone-working and the earliest steel in Iberia: Scientific analyses and experimental replications of final bronze age stelae and tools. Journal of Archaeological Science (152): 105742. doi.org/10.1016/j.jas.2023.105742


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