Un pozo de la Edad del Bronce que los arqueólogos excavaron en 2022 en Germering, Alta Baviera, tiene más de 3.000 años, llegó a alcanzar los cinco metros de profundidad y tuvo estatus de culto. Al menos los hallazgos del fondo apuntan a su uso ritual, ya que en el fondo se encontraron, entre otros objetos, 26 alfileres de bronce y más de 70 vasijas de cerámica.

El elevado número y la alta calidad de los objetos indican que no cayeron en el pozo accidentalmente, sino que fueron bajados a él intencionadamente e intactos, por ejemplo en el contexto de rituales cúlticos.

Así pues, no se trata de una simple vajilla de mesa, sino de cuencos, tazas y ollas finamente trabajados y decorados, del tipo que los habitantes de la Edad del Bronce Medio (ca. 1800-1200 a.C.) utilizaban también como ajuar funerario, por ejemplo.

Objetos de cerámica encontrados en el pozo | foto Bayerisches Landesamt für Denkmalpflege

Aún hoy, los pozos tienen algo mágico para mucha gente. Tiran monedas con la esperanza de que se cumplan sus deseos. Qué motivos movían a nuestros antepasados hace 3.000 años a ofrecer joyas y otros regalos valiosos, hoy ya no podemos entenderlo. Sin embargo, es obvio que estaban destinados a ser ofrendas por una buena cosecha, explica el conservador general Prof. Mathias Pfeil, jefe de la Oficina Estatal Bávara para la Conservación de Monumentos.

En cualquier caso, su relleno hace que este pozo sea fundamentalmente diferente de los demás pozos de la zona de excavación, de unas siete hectáreas. Desde la Edad del Bronce hasta principios de la Edad Media, se construyeron allí más de 70 pozos. Pertenecieron a asentamientos de distintas épocas, lo que aún hoy puede comprobarse por los planos de las casas y las fosas de residuos.

El pozo tal y como se encontró | foto Bayerisches Landesamt für Denkmalpflege

Los pozos servían de suministro de agua necesario para los asentamientos. Este pozo demuestra por su profundidad que se utilizó en una época en la que el nivel de las aguas subterráneas había descendido mucho, lo que indica una larga sequía y, sin duda, un bajo rendimiento de los cultivos. Posiblemente se pueda ver en esto una razón por la que la gente que vivía aquí en aquella época sacrificaba parte de sus posesiones a sus dioses en este pozo, subraya Marcus Guckenbiehl, arqueólogo y archivero de la ciudad de Germering.

Que un pozo sobreviva más de 3.000 años tan bien es extremadamente raro. Sus muros de madera se conservan completamente en la parte inferior y aún están parcialmente empapados por las aguas subterráneas. Esto explica también el buen estado de los hallazgos de materiales orgánicos, que ahora se están examinando más detenidamente. Esperamos que esto nos proporcione más información sobre la vida cotidiana de los colonos de la época, añade el Dr. Jochen Haberstroh, arqueólogo responsable de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera.

Además de las agujas y los recipientes de cerámica, el equipo de excavación también encontró en el fondo del pozo una pulsera, dos espirales de metal, un diente de animal engastado, cuatro cuentas de ámbar, un recipiente de corteza, una pala de madera, posibles trenzas de hierba y numerosos restos botánicos.

Más objetos encontrados en el pozo | foto Bayerisches Landesamt für Denkmalpflege

Desde hace décadas, la zona urbana de Germering, muy bien dotada arqueológicamente, proporciona con regularidad artefactos insólitos para la investigación de la prehistoria y la historia temprana de Baviera.

Desde principios de 2021, los arqueólogos trabajan con vistas a las obras de construcción de un centro de distribución de correspondencia en la zona donde ahora se ha descubierto el pozo. Las excavaciones se encuentran entre las de mayor superficie del último año en Baviera.

Entretanto, los científicos han podido documentar unos 13.500 hallazgos arqueológicos, principalmente de la Edad del Bronce y la Alta Edad Media. Algunos de los hallazgos están siendo examinados y conservados en la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera.

El diente de animal hallado en el pozo | foto Bayerisches Landesamt für Denkmalpflege

Una vez concluidos los trabajos de restauración posteriores, se espera que a finales del próximo año sean accesibles a la ciencia y al público en el Museo de la Ciudad de Germering.


Fuentes

Bayerisches Landesamt für Denkmalpflege


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